Una entidad del Ministerio de Salud prepara la adquisición de fibra brasileña. Los algodoneros bolivianos acumulan producción desde 2019 y la industria cuestiona que no se proteja la fabricación nacional

23 de junio de 2021, 4:00 AM
23 de junio de 2021, 4:00 AM

Sorprendidos e incrédulos los productores de algodón de Santa Cruz no entienden el interés de que una institución dependiente del Ministerio de Salud aliste la importación, desde Brasil, de 64 toneladas de algodón hidrófilo, cuando en el país hay 2.500 toneladas de algodón boliviano almacenado, que espera ser industrializado.

El malestar tiene como foco la determinación de la Central de Abastecimiento y Suministros de Salud (Ceass) que prevé comprar 320.000 rollos (64 toneladas) de 200 gramos de algodón hidrófilo por un valor de Bs 5 millones en el mercado brasileño.

Jesús Arce, presidente de la Federación Departamental de Productores de Algodón (Fedepa), criticó que se hagan estos anuncios cuando el pequeño, mediano y gran productor cruceño lucha para que su algodón sea tomando en cuenta en el mercado interno.

“Es de no creer. Tenemos listas 2.500 toneladas del algodón, que tranquilamente la industria nacional puede transformar en algodón hidrófilo. Un insumo nacional que nos protege de las heridas y que jamás registró déficit para que se lo quiera importar”, observó Arce.

Rechazo a la compra

A su vez, Josip Lino, gerente de la Cámara de la Industria Farmacéutica Boliviana (Cifabol), sostuvo que en el país existe la capacidad suficiente para atender lo que busca importar el Ceass. Esto porque la industria nacional es proveedor recurrente de algodón hidrófilo a diversas entidades públicas y privadas.

Lino resaltó que la materia prima proviene de Santa Cruz y que los procesos de producción están garantizados, a tiempo de resaltar que los medicamentos que producen las industrias nacionales son objeto de registros sanitarios otorgados por la Agencia Estatal de Medicamentos y Tecnologías en Salud. El registro sanitario implica la verificación del cumplimiento de la calidad, seguridad y eficacia de los mismos. Por lo que la materia prima boliviana para el algodón hidrófilo cuenta con la calidad requerida.

Ante la consulta de que si el producto es pedido de manera urgente, Lino explicó que el concepto ‘inmediatez’ debe ser entendido en función a los tiempos que toma el proceso productivo y los tiempos requeridos por la entidad. Considerando que en el proceso de contratación de Ceass, por la información que consta en Sicoes, los plazos dispuestos por contrato contemplan los 45 días calendario para una primera entrega y 70 días calendario para una segunda, ambas corren desde la firma del contrato.

En cuanto a la demanda interna, desde Fedepa indicaron que las principales fábricas distribuidas en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz cubren la demanda nacional que es de alrededor de 322 toneladas al año.

Sin embargo, un dato que se debe resaltar es que a pesar de que la industria nacional es capaz de absorber la demanda interna, de acuerdo con el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) con datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la importación del algodón hidrófilo se ha ido incrementando desde 2017.

Así, hace tres años el valor de lo importado fue de $us 40 millones, mientras que, en 2018, el mismo se elevó a $us 96,5 millones, en 2019, fueron $us 138,4 millones y la gestión pasada se disparó a $us 243,6 millones.

Otro sector que observó los aprontes para la compra en el exterior de bolas de algodón o fibra-algodón hidrófilo fue la Cámara Nacional de Industrias (CNI) y la Cámara de Industrias de La Paz (Cadinpaz) que expresaron su rechazo a la demanda de insumos extranjeros que van a ser usados en el Sistema Único de Salud (SUS).

Mediante un comunicado, ambas cámaras remarcan que en una coyuntura de crisis socioeconómica y sanitaria, en donde es de suma importancia reactivar la economía nacional, incentivando el consumo boliviano, el accionar del Ceass genera dudas al adjudicar la compra directa CUCE 21-0249-00-1141104-0-E a una empresa extranjera, cuando la industria nacional tiene la capacidad instalada, la materia prima suficiente y la calidad requerida para producir 320.000 rollos de algodón hidrófilo de 200 gramos.

La CNI y Candipaz, recuerdan que se debe respetar la política de sustitución de importaciones, en beneficio de la producción nacional, a tiempo de recordar que la Constitución Política y las leyes vigentes disponen la política de priorización y fomento a la adquisición de medicamentos de producción nacional, de acuerdo con la política de sustitución de importaciones, independiente a la modalidad de compra, algo que en este caso, según ambas instituciones se ha incumplido.

Un sector en crisis

Sobre la actual situación del sector algodonero, Arce indicó que el mismo atraviesa una crisis de la que no puede salir, al detallar que entre 2020 y 2021 el área cultivada de algodón se redujo de 3.000 a 900 hectáreas (-70%). Mientras que, en 2019, la superficie sembrada fue de 10.000 hectáreas.

El dirigente lamentó que debido a la crisis se tengan almacenadas unas 2.500 toneladas, aspecto que juega en contra cuando se quiere comercializar el producto, que de acuerdo con la Bolsa de Nueva York (EEUU), supera los $us 8 el fardo de un quintal. Y en el mercado interno se quiere pagar por debajo de los costos de producción, situación que provoca que los pequeños y medianos productores opten por no vender y prefieran seguir almacenando sus algodones.

Este aspecto es compartido por Christian Godefroy, productor y que a su vez brinda servicios de almacenamiento y limpieza, que estima que lo que se empiece a cosechar en esta zafra, lastimosamente irá a ‘engordar’ las 2.500 toneladas de algodón que desde 2019 esperan ser adquirida por empresarios privados o el Estado.

Arce remarcó que la falta de mercado es la mayor dificultad con la que el sector tropieza en la actualidad, principalmente por efectos de la ralentización de la economía debido a la pandemia del Covid-19.

Mientras que en el tema del rendimiento, explicó que debido a las normativas vigentes en el país los productores se ven obligados a utilizar variedades de semillas de algodón que no son competitivas en el mercado.

En la parte comercial, el productor observa falta de fomento a la oferta nacional. “Si bien, el Gobierno dio a conocer su política de sustitución de importaciones, con estas intenciones de comprar algodón en el exterior no hace otra cosa que tirar por la borda todo lo que se anuncia”, precisó.

En cuanto al apoyo financiero, para Arce es un tema en deuda con el sector, que no logra recibir toda la ayuda que desde el Gobierno se ha prometido.

Sin respuesta

Ante el anuncio del Ceass de realizar dichas compras en el exterior, se hizo llegar un cuestionario de preguntas a su director y a la viceministra de Salud, Alejandra Hidalgo, que en principio prometió gestionar las respectivas respuestas, pero hasta el cierre de la edición no fueron contestadas.