12 de enero de 2023, 4:00 AM
12 de enero de 2023, 4:00 AM


La imposición de su narrativa del “golpe de Estado” es la base de la estrategia política del MAS para permanecer en el poder, y eso está por encima de sus diferencias internas. Podrán pelearse, y destrozarse entre ellos, pero repetirán, como letanía, que la renuncia de Evo Morales, del 10 de noviembre de 2019, fue un golpe de Estado.

Si esa versión fuera simplemente eso, no sería un gran problema. Lo verdaderamente preocupante es que el MAS está resuelto a imponerla por todos los medios a su alcance y ya está usando los que le permiten llegar a un sector vulnerable, el de los adolescentes.

El texto de aprendizaje para Sexto de Secundaria incorpora, entre las páginas 304 a 308, la versión del MAS sobre los sucesos de 2019 con el rótulo de “golpe de Estado” que incluye la negativa del fraude electoral y acusa a “varios personajes de la sociedad civil” de haber motivado “las movilizaciones que estaban en escalada” (Pág. 305).

Lo interesante de este intento abierto de imponer el pensamiento propio sobre el de los demás es el uso de una de las muchas definiciones sobre golpe de Estado, el de “Aníbal Pérez Siñán (que) define golpe de Estado como un proceso en el cual las fuerzas de seguridad del Estado derrocan al gobierno que ejerce el poder, utilizando en general la violencia o amenazas de violencia” (Pág. 306).

La definición de Pérez Siñán es generalista y, por tanto, se presta a confusiones o bien a ser instrumentalizado para acomodarlo a toda situación en la que grupos de personas se levantan contra un gobierno para echarlo del poder, como pasa con el texto que mencionamos.

En realidad, el idioma español es vasto y muchas de sus palabras tienen diversos significados, dependiendo de los contextos. Uno de los miles ejemplos de ello es la palabra “valor”, que en términos generales es “grado de utilidad o aptitud de las cosas para satisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o deleite” pero en Derecho se utiliza para designar a bienes, posesiones, mientras que en Economía es “título representativo o anotación en cuenta de participación en sociedades”.

Con “golpe de Estado” pasa lo mismo. Para ser considerado como tal no es suficiente una definición generalista sino que debe ser jurídica, por cuanto el contexto en el que se utiliza es el Estado de Derecho. Entonces, para conocer su definición precisa debemos recurrir a un diccionario jurídico. El de Guillermo Osorio, que es uno de los más consultados, dice que un golpe de Estado se caracteriza por “la disolución del Poder Legislativo, de los partidos políticos y de no pocas libertades públicas y privadas”.

Como sabemos, tras la renuncia de Evo Morales el congreso siguió funcionando al igual que todos los partidos políticos, incluido el MAS, que continuó controlando el Legislativo. Eso no puede ser considerado “golpe de Estado”, pero al MAS le importa poco y, ante nuestros ojos, “le está metiendo nomás”

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