Enseñanza. La pandemia ha cambiado la forma en que los niños deben encarar aspectos importantes de su escolaridad. Dos especialistas sugieren cómo se deben encarar los horarios de estudio, las tareas y las rutinas para que sea un proceso de aprendizaje exitoso

7 de febrero de 2021, 14:28 PM
7 de febrero de 2021, 14:28 PM

La pandemia por el Covid-19 ha trastocado la vida y las costumbres de todos y uno de los aspectos más afectados ha sido la educación y ha planteado nuevos retos para los alumnos, padres y maestros. 

Por eso resultad útil buscar orientación para llevar una escolaridad con la menor cantidad de dificultades y adaptada a esta nueva realidad. Dos especialistas indican algunas pautas que se deben seguir.

El lugar de estudio

Se tiene que designar un espacio de estudio adecuado y libre de todo tipo de distracciones para que el niño pase las clases virtuales.

“No debe estar, por ejemplo, al lado de sus juguetes o algo que lo distraiga, porque su atención va a bajar. No es necesario que sea un cuarto aparte. Simplemente que esté de acuerdo a las condiciones de cada familia, pero lo ideal es que el niño reconozca que ese espacio es para sus clases”, explica la sicóloga Laura Amador, que tiene una especialidad en Necesidades Educativas Especiales.

“Si ese espacio es cerca del comedor o de la cocina, donde hay un diálogo diario de personas, no voy a lograr que el niño se concentre, mientras la profesora está hablando. También es necesario que en ese lugar tenga el material de escritorio a mano y no tenga que levantarse a recoger, por ejemplo, su regla, el lápiz, etc. Además que sea ergonómico, con buena luz y no tanto ruido”, indica la sicopedagoga Blanca Elena Escalante.

Protocolo

En el caso que las clases sean presenciales y los chicos tengan que asistir a la escuela se debe implementar medidas sanitarias para evitar contagios por Covid-19. Los padres tienen que pedir o el mismo establecimiento educativo dar a conocer cuál es el protocolo de bioseguridad que se aplicará “Tiene que ser un trabajo muy proactivo en el que no solo esperemos que el colegio nos comunique, sino que también como padres estar atentos observando y apoyando al colegio. Es un momento en el que no podemos hacer diferencias, más bien al contrario debemos trabajar en equipo por un bien común”, opina Escalante. 

“Es importante que no sea una toma de conciencia verbal. Es decir, que la profesora le repita al niño cómo cuidarse, sino más bien que hayan otras herramientas visuales que complementen esta normativa, por ejemplo pancartas o pictogramas en los que se indiquen la manera en la que se tiene que hacer distanciamiento o lavarse las manos”.

También sugiere que a los más pequeños se les enseñe a través de canciones en las que se hable de limpieza o historias en los que se enfatice el que tenemos que cuidarnos entre todos “Podemos trabajar de manera más didáctica y que le llegue de manera emocional, porque el aprendizaje va ligado a las emociones”, comenta la directora del Centro de Aprendizaje Integral Vivir Feliz y agrega que “estar en contacto con la naturaleza también ayuda a que los estudiantes puedan estar más concentrados y en ese sentido se puede abrir la posibilidad de que las clases no siempre sean dentro del aula, sino también propiciar que sean al aire libre, lo que ayuda a evitar el estar muy cerca y facilita y potencia el aprendizaje”

Horarios

Con la pandemia la casa es ahora un lugar de trabajo y de estudio y no solo de descanso y compartir, como estábamos acostumbrados y por esta nueva situación es necesario ser más disciplinados y organizados, enfatiza Escalante “Es importante tener rutinas de a qué hora se van acostar los niños, para que pueda dormir las horas suficientes y levantarse temprano, tomar un buen desayuno y poder alistarse, para luego conectarse a internet si la clase es virtual”, afirma la sicopedagoga.

“Lo ideal es hacer un horario consensuado, por ejemplo, no pensarlo solo para la clase, porque en ese sentido estamos dándole la característica de que tener un horario es aburrido o que tener un horario es como tener un castigo. La idea es que el niño entienda que con un horario va a poder aprovechar todo su día. Entonces lo que yo sugeriría es que se haga un horario en conjunto de los padres con el niño. Por ejemplo, anotar qué cosas va a hacer durante el día e ir haciéndolo juntos, pero sobre todo explicando el por qué. En ese sentido hay un inconveniente que tenemos como sociedad y es que cuando un niño pregunta ¿por qué? , muchos padres responden porque sí, porque yo digo, porque me tienes que hacer caso. No, la idea es que el niño desde pequeño pueda lograr autorregularse”, opina Amador.

Tareas

La sicopedagoga del Centro Vivir Feliz dice que los dos primeros meses de clases son claves para ayudar al niño a tener rutinas, hábitos y que sean autónomos. Eso no se lo logra solo, requiere del apoyo paterno a través de la supervisión y acompañamiento en, por ejemplo, la realización de las tareas para que él después las haga solo. Aconseja que, así como en la mañana tiene que haber una estructura de hábitos, también en la tarde, en la que prioricemos las tareas para luego hacer las actividades de ocio y recreativas, porque si invertimos el orden, es decir dejar las tareas para el final del día, el niño llega agotado y sin ánimos para realizarlas.

Por otro lado, Amador, señala que “una buena manera de consolidar los hábitos son los ‘reforzadores ’, que comúnmente conocemos como premios y castigos, pero hay que recomendar a los padres que los premios no sean cosas materiales. En algún punto ese reforzador deja de servir o porque al niño ya no le interesa o por otro lado el reforzador se vuelve el objetivo. Hago mi tarea para que me den un premio. Los reforzadores que sugiero son los sociales. Es decir, elogiar al niño, darle un lugar de importancia, que él vea que haciendo las tareas gana mucho reconocimiento, por ejemplo”, indica la sicóloga y añade que es importante que no tengamos por sentado sus sentimientos, como parte de esta motivación sería importante crear canales de comunicación . Tener un espacio para sentarse con él y hablar para que cuente cómo le está yendo en el colegio qué le gusta y que no, qué le resulta fácil o difícil y ver de ayudarlo en ese sentido.

“Un canal de comunicación con el niño va a generar que él tenga confianza con sus padres”, explica la sicóloga.

1. Distancia. Es necesario que padres y colegios unan esfuerzos en el protocolo de bioseguridad contra el Covid-19

2. Lugar. El espacio donde se pasan las clases virtuales debe ser el adecuado.

3. Rutinas . Es importante crear rutinas en las que los niños sepan adecuarse a las exigencias escolares .

4. Gráficos. Dibujos en los que se grafiquen las tareas a realizar también ayudan.

5. Enseñar. Canciones e historia ayudan a que los más pequeños aprendan a cuidarse del Covid-19

6. Motivación. Es fundamental para crear buenos alumnos.

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