En la ciudad hay barrios que soportan inundaciones en cada aguacero. Familias que pierden animales, muebles y otras cosas por el agua que ingresa a sus viviendas. La Alcaldía trabaja en un plan de emergencia y los vecinos piden más canales

10 de enero de 2022, 8:55 AM
10 de enero de 2022, 8:55 AM

Por: Bruna Lafuente

Perdieron animales y parte de sus pertenencias en las inundaciones que causaron las últimas lluvias en la capital cruceña. Ahora también lidian con la proliferación de mosquitos por las aguas estancadas que aún quedan en sus barrios.

La familia de Sira Palenque es una de las afectadas en el barrio Bicentenario, ubicado en el Distrito 5, zona norte de la ciudad.  En su casa, al igual que en la de sus vecinos, tuvieron que colocar protectores de tierra y escombros para impedir el paso del agua que anegó sus casas.

Ella vive con su hijo y su esposo, con quienes se ponen en alerta en cada lluvia para evitar que el agua ingrese en su vivienda, aunque en algunos aguaceros es casi imposible evitar la inundación.

En las últimas lluvias de fin de año tuvieron que dormir varias noches con el agua bajo la cama, cuidando que sus colchones no se mojen. También perdieron numerosas gallinas que terminaron ahogadas.

De la misma forma, tuvieron que trasladar en carretilla a las crías de su perra que había parido.

En el  barrio Bicentenario cuentan con un canal de drenaje, pero que no es suficiente para escurrir el agua que se acumula en este lugar.

 Este es un sector vulnerable a inundaciones, por eso no fueron suficientes las volquetadas de arena que llevó la Alcaldía para rellenar las partes más bajas.

En la misma cuadra de la casa de Sira vive la familia de Ángela Ibáñez Flores, que para protegerse de las inundaciones optó por hacer un pozo, que funciona como una laguna de regulación que les permite retener el agua en los días de lluvia y evita que se inunden.

El problema para Ángela se le complicó más porque su esposo  se enfermó y, con las calles inundadas, era casi imposible salir a vender su comida para  el sustento de los suyos.

Asegura que ellos también se exponen a enfermarse porque sus chinelas se quedan pegadas en medio del lodo y las botas se llenan de agua.

Las inundaciones también afectan a los vecinos del barrio El Toronjal, donde han perdido heladeras, camas y otros enseres y muchas veces tienen que subirse sobre las mesas para resguardarse.

Jorge Carlos Salgari, dirigente de este barrio, se queja porque a veces la ayuda de las autoridades no llega a tiempo. En el último aguacero recibieron atención casi al finalizar la jornada y durante el día se tuvieron que organizar entre los vivientes para hacer el desagüe.

A todo esto se suma la proliferación de mosquitos, con lo que también empiezan a enfermar de dengue y la humedad aumenta los males respiratorios.

Las lagunas de regulación en este sector son otro de los puntos con mayor riesgo de inundación, como sucede en los barrios que están alrededor de la Laguna Claracuta (laguna de las capiguaras) y Guapilo, cuyos espacios se ven afectados por los avasallamientos y la acumulación de basura.

A pesar de las quejas de los vecinos, las autoridades no han dado una solución efectiva al problema de las inundaciones.  

Denuncias reiteradas

Las juntas vecinales de las zonas afectadas pidieron una solución a las frecuentes inundaciones. Miguel Ángel Velasco, presidente del barrio San Joaquín, entre lamentos resalta que son muchos años los que llevan pidiendo una solución definitiva sin tener ninguna respuesta, pues asegura que los trabajos que se ejecutan son simplemente paliativos y viven con el temor de perder sus pertenencias en cada lluvia.

“Empieza a llover un poco y  el agua comienza a entrar a nuestras viviendas, tengo una tienda y he sufrido grades pérdidas”, sostiene.

En muchas ocasiones no tienen tiempo para  resguardar en altura sus pertenencias, porque  “es como si llegara un turbión”, se lamenta el dirigente  vecinal.

Asegura que salvar algo es difícil porque la prioridad se centra en mantener  a sus hijos pequeños en algún lugar seguro, donde no llegue el agua, y los muebles se deterioran fácilmente por la humedad que deja cada lluvia.

Trabajos

Uno de los inconvenientes que tienen en este sector de la ciudad son los escombros y la basura que han copado un 70% de la laguna Claracuta, según afirma Velasco, lo que genera un rebalse de agua y afecta a los barrios alrededor.

Fernando Melgar, secretario general de la junta vecinal del barrio 16 de Noviembre, otro de los barrios afectados, manifiesta que ya es rutinaria la inundación de la zona.  “La gente empieza a hablar en los grupos de WhatsApp y a rogar que no llueva más”, indica.

Plan de emergencia

El secretario municipal de Obras Públicas, Sergio Luna, dijo que desde diciembre del pasado año se inició con el plan de emergencia contra el riesgo de inundación, donde se tiene previsto hacer mantenimiento a las lagunas de regulación en las zonas de mayor riesgo.

Se comenzó a trabajar desde el mes de noviembre con la limpieza de canales, tanto en los revestidos como en los no revestidos, principalmente en los distritos con alto riesgo de inundación.

Luna reconoció que al momento ninguna de las lagunas estaba cumpliendo  su función de regulación  y resalta que la laguna Guapilo fue limpiada parcialmente en esta primera etapa del plan.

Adelantó que están estructurando un plan de drenaje, donde se contempla canales secundarios que van a desembocar al Río Grande y a las cuencas del Piraí.

Otro de los pasos es la limpieza de las lagunas de regulación, con el fin de que logren cumplir su función y evitar inundaciones.

Por su parte, el director de Gestión de Riesgo del Departamento de Emergencia Municipal (DEM), Roxney Borda, aseguró que las brigadas, con maquinaria pesada, continúan recorriendo los barrios con el fin de preparar estas zonas para la época de lluvias.

Para atender las emergencias, la Unidad de Gestión de Riesgo cuenta con 50 funcionarios que trabajan las 24 horas del día, en distintos turnos.

“No solo trabajamos con nuestro personal, sino que coordinamos con la Policía y los bomberos voluntarios para socorrer con tiempo las emergencias”, indicó Borda y recordó que cuentan con la línea telefónica 800-125050, para que los vecinos pueden reportar las emergencias en sus barrios.

A su vez, Ariel Lino, secretario municipal de Seguridad Ciudadana, informó que en la lluvia de esta semana se realizó un monitoreo de los distritos vulnerables a inundación, pero esta vez no se registraron problemas como en el mes anterior.

Lino indicó que el municipio viene realizando trabajos a través de las subalcaldías y las secretarías, para poner en buen estado los canales de desagüe en los diferentes sectores.

Desde la Unidad de Gestión de Riesgo,  también se informó que se hizo un trabajo en conjunto con las juntas vecinales y los subalcaldes, lo que ha solucionado en gran parte las inundaciones.

El clima

Según los pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), las lluvias pueden extenderse hasta febrero e, incluso, marzo.

La pronosticadora del Senamhi en Santa Cruz, Cristina Chirinos, indicó que se prevé que las lluvias continúen este mes y pidió tomar las previsiones necesarias.

Chirinos recordó que el año pasado s superaron los  valores esperados para el mes de diciembre.