“Queda una bella figura, de mucho trabajo, creatividad, firmeza, sacrificio, verdad. Eso queda en nuestros corazones de amigos”, escribió Pedro Colanzi

19 de agosto de 2022, 7:28 AM
19 de agosto de 2022, 7:28 AM


Un grupo empresarial innovador que genera producción, empleo y desarrollo para el país es parte del legado que deja el presidente y fundador del Grupo Landicorp, Hugo Landívar Cuéllar, quien falleció en las últimas horas aquejado por una enfermedad.

“El Ing. Hugo Landívar Cuéllar acaba de irse al cielo pasada la medianoche de hoy jueves 18 de agosto. Pedimos sus oraciones por él. Se nos fue un gran hombre que deja un gran legado a sus hijos y familia. Lo extrañaremos siempre”, escribió en sus redes sociales Javier Urey, gerente general de Mainter, y cercano colaborador del empresario de 71 años.

“Ex director y gran amigo de la institución. Impulsor del desarrollo cruceño, persona íntegra, visionaria y destacado profesional, formador de una gran familia empresarial, a la que hacemos llegar nuestras más sentidas condolencias y acompañamos por tan sentida pérdida”, apuntó la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), tras subrayar que la “familia empresarial boliviana está de luto”. 

Pedro Colanzi, ex alcalde de Santa Cruz y ex compañero de colegio del empresario, destacó el amor de Landívar por la familia, así como su compromiso con la sociedad y el medioambiente.

“Queda una bella figura, de mucho trabajo, creatividad, firmeza, sacrificio, verdad. Eso queda en nuestros corazones de amigos. Viaja a los cielos, con los corazones de aquellos que lo apreciamos. Viaja en paz querido amigo”, escribió Colanzi.

Rubens Barbery, ex compañero de trabajo, recordó al fundador de Landicorp como un hombre con una visión integral de lo que implica hacer empresa y del rol social que tiene el hombre y los emprendimientos que crea.

“Él supo crear, emprender, desarrollar y promover cambios en la sociedad que amaba, apostando a la innovación y, sobre todo, creyendo en la gente”, relató.
Landívar nació en Montero en 1951. Estudió en el colegio Muyurina y realizó sus estudios profesionales en Ingeniería Química en Valparaíso (Chile). 

“Me iba muy bien en Chile y siendo muy joven me dieron un proyecto importante, pero siempre quise regresar a mi país para aportar con mi trabajo”, recordó en su última entrevista con EL DEBER, en junio de este año. 

Una figura multifacética
Su vida fue una constante labor de crecimiento, un brío que se tradujo en Mainter, Rodaria, Alina, Utilar, GranAlimento y T Store Tramontina, empresas que constituyó en el Grupo Landicorp, hoy liderado por sus hijos José Nicolás y Roberto Pablo. 

“El holding se consolidó bajo la guía de Landívar Cuéllar en función de principios de competitividad y ética empresarial, mediante la optimización de sus recursos, aprovechando la oportunidad de los mercados y mirando permanentemente al futuro, sin dejar de crecer”, destacó Cainco en marzo pasado, al otorgarle el premio al Mérito Empresarial.

Al momento de recibir la distinción, el inversionista remarcó que en las empresas se debe concebir que la tecnología está cambiando todo y que ese es un proceso irreversible, por lo que una de las primeras pautas es un mejor control de la información, para organizar y gestionar sus recursos.

El accidente que lo privó del movimiento de sus extremidades no pudo detener su mente, visión y sueños con los que seguía proyectando una Bolivia mejor, más productiva y con oportunidades para todos. En la entrevista de junio con este medio, habló de la producción agrícola con tanto entusiasmo como en los días en los que se graduó en Muyurina. 

Su vida no solo se limitó al ámbito empresarial, en el que fue director de Cainco, Cotas, Fexpocruz, APIA y otras instituciones cruceñas, también abarcó el mundo del arte. Tanto en su casa como en su oficina, exhibía obras de Lorgio Vaca, Juan Bustillos y Tito Kuramoto, entre otros. “Compré arte desde antes de construir mi casa”, dijo hace dos meses. También se dedicó al diseño de sillas y en los últimos tiempos plasmó su estilo único en la madera marfil vegetal -que hizo traer de Yacuiba -y en la de nogal, una especie que se encuentra en los Valles. ​

La semana pasada, en Montero, donde fue nombrado Hijo Predilecto, una gran cantidad de personas y autoridades municipales y regionales se dieron cita en la Rotonda Sur, para inaugurar la remodelación de esa obra que ahora lleva su nombre.

“Fue un hombre que no solo imaginó nuevas ideas, sino que logró realizarlas para beneficio de su comunidad con trabajo y desarrollo”, compartió Mainter.