Los incendios forestales arrasaron con 2,2 millones de hectáreas en áreas protegidas (AP), entre enero y octubre de este año, en todo el territorio nacional

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27 de diciembre de 2021, 11:00 AM
27 de diciembre de 2021, 11:00 AM


Se cierra uno de los años más destructivos para los pulmones ecológicos. Los incendios forestales arrasaron con 2,2 millones de hectáreas en áreas protegidas (AP), entre enero y octubre de este año, en todo el territorio nacional.

Así lo refleja un informe de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), basado en el Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana de Riesgos de Incendios Forestales (Satrifo).

De acuerdo con los datos, hasta octubre de este año se detectaron más de 3,4 millones de hectáreas quemadas en el país, de las cuales un 65,5% (2.229.000) corresponde a áreas protegidas.

Los que más sufrieron fueron los parques nacionales, a cargo del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), que perdieron 1,5 millones de ha; mientras que las AP municipales perdieron 729.000 hectáreas.

Tal como ocurrió en 2009, que fue unos de los años más devastadores para el medioambiente, Santa Cruz fue el departamento más golpeado por los incendios forestales, que incluso comenzaron antes de la temporada de quemas, que generalmente empieza en agosto.

Del total de áreas quemadas, 1,9 millones de ha fueron del departamento cruceño. Desde julio se movilizaron
 brigadas permanentes para atender las emergencias, que iniciaron en la frontera con Brasil y luego se extendieron a la Chiquitania y al Chaco cruceño.

Con el fuego descontrolado, para el mes de agosto el departamento ya registraba incendios de sexta generación, con columnas de llamas de entre cinco y diez metros y una extensión de 15 Km.

De hecho, este tipo de fuego, catalogado como extremo y poco habitual, se registró en el área protegida de San Matías y en el Valle de Tucabaca; eran imposibles de combatir por los bomberos forestales y guardaparques, que además lucharon con la precariedad.

Esta situación también salió a relucir las carencias en vestimenta, equipos, respuesta rápida y maquinaria.

El daño mayor

Las áreas protegidas nacionales más afectadas por los incendios forestales fueron Anmi San Matías y los parques Otuquis, Madidi, Noel Kempff Mercado, Carrasco, Isiboro Sécure (Tipnis), Tunari, El Palmar, Amboró, Cotapata y Apolobamba.

En cuanto a las AP municipales, resultaron dañadas por el fuego Ñembi Guasu, Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación, Bajo Madidi, Ríos Blanco y Negro, Bajo Paraguá en San Ignacio de Velasco, Rhukanrhuka, Reserva de San Ignacio, Kenneth Lee, Laguna Concepción, Valle de Tucabaca y Santa Cruz La Vieja.

Las llamas no solo acabaron con la vegetación, sino que también desolaron ecosistemas únicos por su flora y fauna silvestre.