La diferencia entre el éxito y el fracaso es, con frecuencia, que el negocio tenga buenos fundamentos, el deseo de aprender, adaptarse y trabajar mucho, dice experto

El Deber logo
27 de julio de 2021, 4:00 AM
27 de julio de 2021, 4:00 AM

Los principales factores de motivación para emprender en Bolivia son “ser su jefe propio” (48%), la posibilidad de seguir su pasión (44%) y el deseo de tener más flexibilidad en el trabajo (32%). Así lo indica un estudio realizado por Herbalife Nutrition y ejecutado por OnePoll.

“La enseñanza que tenemos al trabajar con emprendedores durante 41 años es que independientemente de la edad; la diferencia entre el éxito y el fracaso es, con frecuencia, que el negocio tenga buenos fundamentos, el deseo de aprender, adaptarse y trabajar mucho. A eso se suma también la pasión por el trabajo”, dijo John DeSimone, presidente de Herbalife Nutrition.

Desde su experiencia, Javier Román, cofundador de tuGerente, indicó que el motivador de “ser su propio jefe” suele tener un impacto negativo a largo plazo ya que surge, muchas veces, de un bajo nivel de disposición o de capacidad para trabajar junto a otras personas de forma colaborativa, especialmente en posiciones de seguimiento al liderazgo en una empresa.

“Este motivador tiene un alto componente de ego, lo cual puede tener efectos destructivos en el ambiente de trabajo, limitando el potencial de crecimiento. Los motivadores que suelen estar estrechamente ligados al crecimiento y éxito financiero están basados en la motivación de solucionar problemas vividos por los mismos emprendedores o por personas cercanas a ellos”, expresó Román.

El incentivo a ser “el propio jefe”, según René Salomón, director de la Fundación Trabajo Empresa, forma parte de la cultura de los jóvenes de hoy. Y es que, el cumplir horarios, tener un sitio específico de trabajo o relacionarse por conductos regulares para muchos ya es cosa del pasado.

En estos tiempos, a decir de Salomón, las personas están adecuadas a la distancia y el no contacto, ya que son asistémicas y tecnológicas.

La investigación además reveló que el 45% de jóvenes bolivianos que ya habían emprendido, tuvieron que cerrar su negocio por la pandemia; sin embargo, el 80% dijo que haber tenido que hacerlo no impactó negativamente en su aspiración para emprender. Lo volverían a intentar.

En ese sentido, Christian Aramayo, director Centro de Desarrollo Humano y Empleabilidad, dijo que para mejorar el clima de emprendedurismo es importante que el Estado, en sus órganos y niveles, no genere trabas (particularmente salariales o tributarias) y divulgue información estadística con el objetivo de generar dos elementos fundamentales: confianza entre los diferentes actores y, certidumbre sobre las expectativas de futuro.

Por su parte, Alejandro Farías, coordinador de Santa Cruz Innova, sugiere usar metodologías y herramientas adecuadas que permitan crear emprendimientos sólidos.