Situación. El incremento de precios de insumos y materias primas golpea a la producción local. Mypes dedicadas a la cosmética, a los artículos de limpieza y a la fabricación de ropa sienten el impacto. La madera y los alimentos dan más respiro a los emprendedores

19 de diciembre de 2021, 4:00 AM
19 de diciembre de 2021, 4:00 AM

Importar es más caro. Para tener una referencia, si antes de la pandemia el precio de un flete - el alquiler de una embarcación con mercancía en ella- desde China a los puertos sudamericanos del océano Pacífico, de acuerdo con el volumen de carga, en promedio costaba $us 1.500; ahora cotiza en $us 40.000. Importar de Europa costaba $us 2.400, en la actualidad para retirar la mercadería de los puertos de Brasil están cobrando $us 10.000, según datos de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb).

Los insumos y materias primas son escasos y suben de precio. La crisis energética en China y las nuevas normas medioambientales en la India afectan la compra de telas, plásticos, hilos, productos químicos y ciertas especias que son requeridas por la industria boliviana.

La Caneb hace notar que esta crisis en la logística de importación toca a todos los mercados, más si se tiene en cuenta que el 90% de todo el tráfico de carga que se mueve a escala mundial lo hace por vía marítima y que los contenedores, que están escaseando, son la principal forma en la que viaja la carga.

En este escenario, la industria nacional reacciona y busca diferentes soluciones que le permitan encontrar alguna oportunidad en esta situación de crisis. Aquí siguen algunos jugadores que día a día apuestan por el país a pesar de los magros resultados.

De Potosí a Santa Cruz

Desde hace 17 años, Róger Luciano Cruz, lucha para que Boliviana Nacional de Cosméticos (Bolnac), una empresa familiar dedicada a la fabricación y comercialización de productos cosméticos y de higiene doméstica, no se hunda y sea un referente en el mercado nacional.

Pero desde 2019 y con más fuerza en 2020 la crisis económica y sanitaria lo tiene contra la pared. De los 32 empleados directos que tenía dos años, en la actualidad cuenta solo con 12.

A mediados de 2021 un nuevo inconveniente tocó su puerta. Se le hacía cada vez más difícil poder conseguir lauril éter y dietacolomira de coco, materias primas claves para la producción de cosméticos. Pero lo más preocupante es que sus precios para 2022 subirán de Bs 14 a Bs 23 y de Bs 16 a Bs 24,5, respectivamente.

A pesar de esta situación Cruz asegura que no se va a rendir. Que seguirá con la marca Selena, en cosméticos, y que lamenta no poder aprovechar la temporada de fin de año para competir porque los productos terminados importados están más caros.

Es Ibo Blazicevic, presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI) quien considera que no se puede hablar de un contexto favorable para la producción nacional con el incremento de precios de transporte y logística internacional, a tiempo de remarcar que más bien se trata de un incremento de costos que reduce la competitividad de la manufactura nacional.

Blazicevic hace notar que un incremento de costos reduce la productividad y competitividad de la producción nacional y en consecuencia los industriales se ven perjudicados en sus ingresos de fin de año.

“Los sectores que tengan mayor componente de insumos y materia prima importada pueden tener algún margen de oportunidad; incluso estos sectores requieren de bienes y servicios que complementan su ciclo productivo (embalaje, envases, transporte). En consecuencia, la afectación es global a todos los sectores productivos”, puntualizó el empresario.

Cuestión de telas

Osadía y Piel son las marcas de jeans para mujeres que se ofrecen en el mercado nacional. Su fabricación requiere de telas que llegan desde China, India y Brasil. La oferta nacional de telas de tejido plano no cubre la demanda.

Édgar Laura, emprendedor que lleva años en el sector textil, es un sobreviviente. En su pequeña empresa ya no queda el área de producción. Una que otra máquina de coser recuerda que en el lugar se hacían pantalones. Solo queda la zona de diseño de los modelos. El resto está tercerizado.

¿Beneficia que las importaciones están más caras? se le pregunta. “En este negocio, un 75% de los insumos que se usan son importados. Es cierto que, para hacer poleras se usa tela de tejido de puntos y la industria nacional ofrece dicho insumo, pero es solo una parte. La tela para jeans y camisas es importada, al igual que los hilos. Su escasez hace que los precios suban y generen inestabilidad”, señala Laura.

Por lo dicho, Navidad y Año Nuevo, para Laura no serán diferentes a otros meses, porque la falta y encarecimiento de insumos no les permite ser competitivos.

Juan Carlos Vargas, secretario de Relaciones de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), indicó que con la falta de insumos y materias primas no solo se ven afectadas las grandes industrias del país, sino también las mypes y pymes de Bolivia, en particular las que ofrecen un determinado modelo de ropa, cosméticos, artículos de limpieza para el hogar y accesorios para el hogar.

Vargas considera que el Gobierno debe ofrecer diferentes alternativas para lo ‘Hecho en Bolivia’, ya que considera que es una lástima que no se pueda aprovechar a plenitud que los productos importados estén más caros debido a la dependencia de algunos insumos y materias primas.

Ramón Daza, presidente de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM), entiende que es el momento de potenciar los sectores que se dedican a la fabricación de insumos para la agropecuaria, específicamente la urea, el calcáreo y calizas. Dado que considera que en este punto el país es competitivo a escala internacional y puede proveer estos insumos a las naciones de la región a precios competitivos.

Dulce esperanza

Con siete años en el mercado, las mermeladas, avenas y api morado son la carta de presentación de Foinpro, un emprendimiento familiar que a raíz de graves problemas económicos echó raíces y busca resistir los embates de la crisis de las importaciones.

Lina Ovando, relata que a fines del año pasado y los primeros meses de 2021 estuvo a punto de tirar la toalla. Competir contra el contrabando y la producción artesanal, no autorizada, de mermeladas fue difícil de asimilar.

Sin embargo, las cosas fueron mejorando. Las ventas se reactivaron. A pesar de los insumos para embalajes y la materia prima (canela molida) se están encareciendo, todavía hay margen para seguir en la aventura.

“Se está tratando de aprovechar esta coyuntura. Por suerte nuestros insumos botellas de vidrios, frutas y harina las producen en el país. A eso le tenemos que sacar ventaja”, dijo Ovando.

Maderas de exportación

Todo el mundo quiere maderas. Tablas para la construcción. Maderas para los pisos. Así Bart Collier, gerente de Producción de la empresa Exma Bolivia, explica que 2021 puede ser considerado un año positivo.

Collier reconoce que el precio de los fletes para la importación se ha encarecido, pero dado que la materia prima e insumos que usan se produce en el país les permite ser competitivos y aprovechar esta coyuntura.

“Lo que se debe destacar es que son los productos con valor agregado los que tuvieron un incremento en su exportación”, precisó el ejecutivo.

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