5 de julio de 2021, 5:00 AM
5 de julio de 2021, 5:00 AM


El mes anterior el coronavirus se llevó la vida de al menos 2.298 bolivianos y bolivianas. Además de las regiones del eje central, la sombra del mes más triste se posó sobre Potosí, Oruro y Chuquisaca. Santa Cruz sufrió el impacto del virus incrementándose en un 65% respecto al pico de la segunda ola que fue en el pasado febrero. Entre restricciones y recomendaciones, la vacunación no tuvo el ritmo suficiente para hacerle frente a una tercera ola que buena parte de la población subestimó. Mayor cantidad de infectados en menor tiempo incide en un lamentable crecimiento del porcentaje de fallecidos por Covid-19. Una fórmula trágica que enlutó a las familias bolivianas.

Ante algunas corrientes de opinión, en distintas plataformas que desoían las bondades de las vacunas o que preferían elegir las marcas según la procedencia, los contagios fueron avanzando y desgastando aún más al personal médico y auxiliar de la salud.

En medio de esta situación no debemos soslayar el problema de los médicos impagos, la falta de ítems y de materiales necesarios para atender como corresponde a los pacientes más delicados. Las terapias y los servicios críticos siguen saturados, en medio de un estrés crónico por falta de soluciones estructurales.

A partir de la disposición de inmunizar a los mayores de 18 años de edad, se abre una nueva etapa. Un 50% de las personas vacunadas en los últimos días pertenece al grupo etario entre 18 y 29 años.

Ayer se vieron largas filas de jóvenes en los centros de vacunación cruceños. Después de ser autorizados la respuesta fue casi inmediata, acudieron en masa en busca de la inmunidad para evitar el covid-19 y aplacar los contagios. Por mayor conciencia, mejor informados, por necesidad laboral, por miedo a la muerte o por otros motivos, las nuevas generaciones le están poniendo el hombro a la vacuna contra el coronavirus.

El sábado Bolivia había superado los dos millones de vacunados con la primera dosis y más de 730.000 con la segunda. Santa Cruz lidera el número de inoculados superando el medio millón de primeras dosis y rozando los 200.000 de la segunda. Todo indica que se aceleraría al ritmo durante las próximas semanas a medida que lleguen las vacunas prometidas.

Cabe destacar la solidaridad demostrada por las universidades públicas y privadas que, además de prestar sus instalaciones para mejorar y acelerar el proceso de inoculación, sus estudiantes ofrecen su tiempo y su conocimiento para el bien de la comunidad.

Es conveniente, según los especialistas en salud, acelerar el proceso de vacunación para asegurar una inmunidad colectiva y así contrarrestar la posible e inminente llegada de la cepa Delta que está acorralando a poblaciones de varios continentes.

Según lo anunciado por el Gobierno, hasta el próximo domingo llegarían más de un millón de dosis (Sputnik V y Sinopharm) y a mediados del mes otro millón de la Janssen (unidosis).

Este nuevo impulso podría acelerar el proceso y así llegar a la mitad de vacunados en el país en poco tiempo. Se necesita al menos un 70% de la población vacunada con las dos dosis para lograr la inmunidad de rebaño, lo que generaría no solo la tranquilidad en la población sino la ansiada reactivación social y económica en todo el territorio nacional. Salir de esta pesadilla es un sueño de todos y los más jóvenes parecen enseñarnos el camino.



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