Opinión

Israel: Nación Start up

13 de mayo de 2020, 3:00 AM
13 de mayo de 2020, 3:00 AM

Tenemos mucho que aprender del ejemplo de Israel y de su espíritu emprendedor, un país pequeño que, en medio de la adversidad, se ha convertido en una de las mayores potencias tecnológica y emprendedora del mundo. Compañías e inversores de todo el mundo han encontrado en Israel un auténtico laboratorio de innovación, un ecosistema que propicia la generación y testeo de ideas nuevas. Según el Centro de Investigación de Capital de Riesgo de Israel, este país tiene la tasa más alta de start ups del mundo. Las start ups son empresas de reciente creación y con alto potencial de crecimiento. Con una población de casi 9 millones de habitantes, en Israel hay más de 5000 start ups registradas. El Estado judío cuenta con más compañías en la bolsa de valores automatizada más grande de Estados Unidos, Nasdaq (National Association of Securities Dealers Automated Quotation) que toda Europa. Israel, es uno de los países del mundo con mayor porcentaje de ingenieros y el gasto más alto en investigación y desarrollo, han convertido la tecnología y la creatividad en PIB. El 95% de la productividad agrícola de Israel reside en la tecnología. 

Israel es el país con más start-ups per cápita en el mundo, gracias a una combinación de creatividad, talento, autoexigencia, hoy es conocida como una “Start up Nation”

¿Como logra un lugar desierto, un país de inmigrantes, inmerso en conflictos políticos y bélicos multiplicar su economía por 50 en seis décadas? En una tierra hostil, en la que el único capital era el humano, los israelís parecen vivir siempre fuera de su zona de confort, como dijo Simon Peres, Ex Primer Ministro de Israel “ La esencia del israelí es estar insatisfecho”.

¿Qué podemos aprender los bolivianos del modelo exitoso del Estado Judío?
•    Primero que la apuesta por el talento, por el conocimiento es la mejor de todas, que a mayor inversión en innovación, ciencia, tecnología y emprendimiento mayores posibilidades de crecimiento económico y bienestar social.
•    Que las políticas de Inmigración deben permitir e incentivar la circulación del talento. En Israel conviven cultura, lenguas y tradiciones de todas partes del mundo. Una sociedad verdaderamente abierta es el caldo de cultivo del talento y la creatividad, todos los estudios muestran una correlación positiva entre las sociedades abiertas a la integración de los inmigrantes, artistas, científicos y el crecimiento económico sostenido, no todos los lugares en el mundo generan y retienen el talento. Las sociedades que triunfan son aquellas que actúan de manera inclusiva, atrayendo al talento.
•    Cuando los mercados locales son pequeños, los países están obligados a pensar en grande y eso significa a nivel global, un aparato productivo diseñado más allá de sus fronteras.
•    Que todo lo anterior debe ir acompañado de cambios de paradigmas culturales en las diferentes organizaciones públicas y privadas, los israelís son emprendedores en el campo de batalla, los sargentos cuestionan a sus generales, el servicio militar promueve el trabajo en equipo, la resolución de conflictos y la tecnología de punta. En Israel la innovación surge de abajo hacia arriba porque todos tienen la oportunidad de aportar. Necesitamos más lideres y menos jefes en las organizaciones.
•    Que debemos cambiar nuestra actitud ante el fracaso empresarial, los israelíes son inmunes frente al fracaso tanto la cultura como la legislación consiguen que los emprendedores que fracasan regresen al sistema para que utilicen su experiencia de manera constructiva y vuelvan a intentarlo. Nuestra legislación y nuestra cultura castiga el fracaso empresarial.

La recesión económica a causa del Covid 19, está poniendo a la innovación en la mira. Nada nos dará más el impulso económico que innovar y apostar hacer del emprendimiento la principal actividad de desarrollo económico y social.

 ¡Todos necesitamos la innovación que tiene Israel!


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