Opinión

Ivermectina

5 de febrero de 2021, 5:00 AM
5 de febrero de 2021, 5:00 AM

Debido al pánico e incertidumbre sobre esta nueva infección viral y a la facilidad con que las redes sociales pueden divulgar todo tipo de informaciones y opiniones al respecto, se produjo una especie de experiencia religiosa y sectas seguidoras muy activas en impulsar el tratamiento con Ivermectina en las personas infectadas con COVID-19.

Naturalmente, Bolivia no podía ser una excepción, varios entre ellos médicos y autoridades, se unieron y muy activamente promovieron a diestra y siniestra la administración de la Ivermectina. El movimiento más publicitado ha sido el dirigido por la Alcaldía Municipal de Santa Cruz, donde se comunicó que en “rastrillajes” de patrullas médicas por varios barrios de la ciudad se logró administrar tratamientos incluyendo Ivermectina a más de 4.000 personas, tengan o no tengan confirmación por laboratorio de la infección viral.

Dado que la infección por el Covid-19 es asintomática en el 80 u 85% de las personas y que solo un 5% o menos de los infectados presentan cuadros severos de la infección que requiera servicios de cuidados intermedios o de terapia intensiva, no era posible saber si la Ivermectina le sirvió de algo a la gente medicada.

Lo que es factible de verificación es que, si la Ivermectina realmente eliminara el virus en la gente, esto debería obviamente disminuir la mortalidad y la propagación del virus. Lamentablemente, la mortalidad en la ciudad de Santa Cruz ha seguido estando entre las más altas del mundo (entre 9 y 10%) y en la actualidad la diseminación y contagio por el Covid-19 está entre lo más alto desde el inicio de la pandemia, a pesar de los “rastrillajes” municipales y de mucha gente que por su cuenta ha seguido usando Ivermectina, (total, les han dicho que no hace daño).

Creo que esta falsa premisa ha estado coadyuvando a que una buena parte de la gente realmente no siga las medidas de prevención apropiadamente (uso de barbijos ausentes, aglomeraciones, juntes sociales incluso de altas autoridades del país sin ninguna precaución, etc.).

En el Diario EL DEBER se publicaron últimamente varios artículos puntualizando que la Ivermectina no era un tratamiento efectivo para el Covid-19 y que no tenía validación científica.

El último clavo final en el ataúd de la Ivermectina como tratamiento para el COVID-19, es el trabajo científico publicado recientemente en la revista médica The Lancet por Chaccour y colaboradores (Enero 19,2021). Por fin, en este trabajo se investiga si la Ivermectina reduce la carga viral del Covid-19 en personas infectadas, tanto sintomáticas como asintomáticas y se compara con personas infectadas que no recibieron Ivermectina. Los resultados son concluyentes: la ivermectina no reduce la carga viral ni elimina al virus que causa Covid-19.

Este estudio constituye el RIP a la Ivermectina como tratamiento para el Covid-19.

Espero, y es la razón de ser de esta comunicación, que la gente se percate de una buena vez, que la Ivermectina no elimina al virus, no protege del Covid-19 y que las autoridades que han preconizado y difundido el uso de este medicamento dejen de malgastar escasos recursos en algo que ya se intuía que no era efectivo y que ahora es irrefutable después de la evidencia directa presentada por Chaccour y colaboradores en el artículo citado arriba.

Algo positivo de los publicitados “rastrillajes”, es que una buena parte de esa población medicada con Ivermectina está desparasitada, despiojada y despulgada, actividades científicamente comprobadas de la Ivermectina.



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