Los esfuerzos empresariales apuntan a que la marca boliviana de gaseosas, con más de 100 años, capture al gran mercado de Santa Cruz, avance y logre impactar con más presencia en canales de distribución

4 de octubre de 2022, 4:00 AM
4 de octubre de 2022, 4:00 AM


Jaime Tapia está orientado a posicionar la marca Salvietti como la bebida gaseosa nacional de mayor impacto en el país y con perspectivas internacionales, por su gran sabor y calidad de estándar mundial. Papaya Salvietti se inicia en 1918 en La Paz; en la década del 60 se extiende a otras ciudades del occidente y hace 10 meses reingresó al mercado de Santa Cruz con una imagen renovada y una planta en el Parque Industrial Latinoamericano de Warnes.

_¿Cómo estructuran el modelo de negocios que han denominado como eficiente, ágil y de impacto?
Con la experiencia que hemos ido acumulando en el correr del tiempo en diferentes desafíos organizacionales y empresariales, hemos entendido que una empresa requiere una visión de eficiencia, sobre todo en esta etapa en la que hemos visto hace poco tiempo que la perspectiva y viabilidad de los negocios estaba en riesgo, realmente construir modelos ligeros, con costos eficientes, ojalá no tener una eficiencia grande de costos fijos; y poder trabajar intensamente en los procesos operativos, llegar al cliente con la mejor eficiencia, y por ende, con el mejor precio.

A veces las ineficiencias significan que se le cargue el precio al consumidor. Hemos entendido que, además, hay las sinergias con otros socios estratégicos en el campo de la producción, distribución, información y en general en todos los procesos.

_¿Por qué creen que Papaya Salvietti puede ser un factor decisivo en esta etapa tan especial en Bolivia?
Creemos que Papaya Salvietti más allá de ser una bebida gaseosa con tradición muy larga en el mercado nacional, es una marca que ha ido dándole una personalidad al boliviano; obviamente con mayor posicionamiento en el occidente, pero en el oriente también se percibe como una marca potente y que causa simpatía. 

Queremos ir apuntalando en toda nuestra comunicación y mensajes, una llamada de orgullo nacional, de sentirnos capaces de que los bolivianos podemos salir adelante en circunstancias difíciles, donde es necesario que la diversidad que tenemos y las grandes diferencias se conjuguen en un abrazo fuerte. Y Santa Cruz hoy es el lugar ideal porque representa la nacionalidad. Hay una migración importante del interior y el encuentro de dos o tres culturas, que se están abrazando y generando cadenas productivas todos los días.

_A 10 meses de reintroducirse al mercado cruceño, ¿cuál es su evaluación?
Lo más positivo de esta etapa es que el producto ha tenido una gran recepción de la gente; se ha valorado y apreciado el sabor, porque es muy bueno, balanceado y refrescante. Sabemos que, en Santa Cruz, con altas temperaturas, nos cae muy bien una bebida fría. Ése creo que ha sido un factor importante; la gente que no la había tomado Salvietti anteriormente, se ha sorprendido con el sabor y la ha incorporado de forma rápida entre sus preferencias. Y gran población que viene de otros lugares del país, se ha reencontrado con historias: se ha acordado de los sabores del pasado, su niñez y juventud. 

Probablemente, lo que ahora todavía más nos está costando es lograr una penetración más grande en el mercado. Estamos haciendo una lucha diaria por llegar a tener más puntos de venta y canales de distribución en tiendas de barrio, supermercados, micromercados, mayoristas y lugares de comidas y bebidas.

_¿Tienen indicadores de esa demanda actual?
Manejamos métricas del mundo competitivo de las bebidas y alimentos. Por ejemplo, el mercado cruceño está concentrando entre el 40% y 45% de la demanda de productos de consumo masivo. Por otro lado, Santa Cruz es un mercado que va día a día creciendo en puntos de venta.
Se estima que en los últimos cinco años se han incrementado en un 30% a 35%. Ahí está nuestro gran desafío de ir capturando, llegando, estando presentes y atender a toda esta clientela.

_¿Cuáles son las proyecciones en los sucesivos años?
Ambicionamos y aspiramos a que, en un plazo no muy largo, ver la marca primero con una estandarización de imagen. Vemos a la marca como un factor importante de reactivación del orgullo, del valor del boliviano. Y también vemos a la marca con una presencia sólida en todos los confines del país, que tenga distribución. Y que la marca Salvietti sea, realmente, ese símbolo que representa la productividad y los esfuerzos y la armonía en el país.