Javier Bellott preside la Federación de Entidades Empresariales de Cochabamba desde 2017. Sugiere que se debe trabajar en manufactura, agricultura, turismo, tecnología y minería para reactivar la economía

23 de marzo de 2021, 15:25 PM
23 de marzo de 2021, 15:25 PM

En abril de este año, Francisco Javier Bellott Montalvo dejará la presidencia de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC) luego de dos periodos de mandato. El industrial minero, que recientemente estuvo en Santa Cruz para participar en la presentación del proyecto Diésel Renovable, conversó con EL DEBER sobre las acciones que se requieren para reactivar la economía del país.

_¿Cómo cataloga la relación entre las autoridades y los empresarios privados?
Hay que hacer un trabajo de reconstrucción de la relación de los empresarios privados y las autoridades, ya que estamos viviendo tiempos diferentes y momentos en los que se necesita renovar muchos cuadros. En ese proceso se debe reinventar también la economía y esa reinvención pasa por la mejora de la representación e interacción. Los sectores hemos sido reactivos, cuando en realidad debemos ser proactivos. Para superar una crisis se necesita proactividad.

La reactivación de la economía del país esencialmente requiere de identificar potencialidades y empezar a trabajar en las oportunidades que nos genera esta coyuntura. Eso supone armar equipos de trabajo en una dimensión, perspectiva y óptica totalmente diferente.

_Ya que toca el tema de la reactivación de la economía del país, ¿cómo califica el plan del Gobierno nacional?
El Gobierno tiene que trabajar con todos, por todos y para todos, y eso demanda una apertura total, ya que cada país es una nave en la que todos sus habitantes deben contribuir para que se mantenga a flote. Los empresarios siempre buscan soluciones para ser resilientes en el tiempo. Esa resiliencia necesita una respuesta del Gobierno, en el sentido de nutrirse del mejor saber, entender y conocer la realidad. Si hay algo que nos caracteriza y diferencia a los empresarios de los actores públicos es que buscamos la eficiencia y resultados. Vimos, por ejemplo, que muchos funcionarios públicos que están más pendiente de cumplir normas, tiempos y ciertas metas, pero no son proactivos. Esto se ha visto y se ha hecho evidente en esta crisis.

Para cambiar eso, necesitamos un Estado facilitador y que genere alta confianza. Y es que cuando hay confianza, definitivamente los compromisos y el apetito de riesgo del empresario es mucho más alto. Son esos elementos que se tienen que analizar y discutir con el Gobierno.

_El Ejecutivo hace mucho énfasis en que su modelo económico se basa en la demanda interna, ¿qué ocurre con el impulso a la oferta?
Hay que valorar la propuesta del Gobierno que habla de la sustitución de las importaciones. Esto es algo claramente positivo que tiene que ir acompañado de la configuración de que empresas del Estado den preferencia en sus compras a productos nacionales, como los farmacéuticos.

Estamos viendo que hay intenciones de producir biodiésel, lo cual es muy positivo y puede tener efectos como el de generar más fuentes de empleo y unidades productivas. Algo que no puede perder de vista el Gobierno son las exportaciones, las cuales deben conquistar todo tipo de mercados por una razón simple: Bolivia, en lo últimos 100 años, siempre ha estado exportando recursos naturales y ha significado que el 80% de nuestra economía dependa de esas ventas; es decir, de hidrocarburos y minerales.

Debemos diversificar nuestra economía en base a cinco pilares: la manufactura, en la que Santa Cruz se ha destacado en los últimos años; el turismo es otro de esos pilares y no podemos cometer el error de cerrar el paso a turistas de distintos países.

También debemos trabajar intensamente en la agricultura y agropecuaria. Santa Cruz tiene una lógica de producción extensiva y en las otras regiones de país es intensiva, por lo que hay que fortalecer esas potencialidades. La agroindustria hay que fortalecerla, ya que el planeta va a requerir más alimentos con una diferenciación. De igual manera se tiene que trabajar arduamente en la minería, hidrocarburos y energía, pero industrializando la producción. Finalmente, hay que enfocar esfuerzos en un segmento en el que Cochabamba está destacando: la producción de tecnología y software. Para desarrollar estos cinco pilares hay que trabajar intensamente en innovación, lo que nos permitirá diversificar la economía nacional y no depender de una economía de base angosta.

Las últimas normas que se crearon estos años (dobles aguinaldo, entre otras) han resentido a los empleadores en la generación de más fuentes de trabajo y en la productividad.

_¿Cómo se podría mejorar la productividad de Bolivia?
Hay un elemento que es esencial, que es dar un gran paso en materia de país en ser facilitadores en todo sentido, no solo en la tramitología, si no en permitirle al empresariado realizar las cosas de forma más sencilla, ya que esto incrementa las capacidades de producción.