Autoridad. Odontólogo de profesión, José Alejandro Unzueta Shiriqui es el gobernador del Beni. Ganó las elecciones subnacionales con el 41,75%, en representación del partido político Movimiento Tercer Sistema

19 de diciembre de 2021, 4:00 AM
19 de diciembre de 2021, 4:00 AM

El colapso del sistema de salud -en prácticamente todo el departamento de Beni- debido a la pandemia de covid-19, ocasionó que el odontólogo José Alejandro Unzueta Shiriqui no solo visite la tierra en la que nació por temas personales, sino para tratar de aliviar el dolor que estaban atravesando miles de ciudadanos.

_Más allá de la ganadería y otras actividades, Beni tiene mucho potencial en otros sectores, ¿en su gestión tiene previsto diversificar su economía?
Queremos industrializar nuestro departamento. Tenemos un departamento rico en materia prima y queremos transformarla. Ya hemos subido al Sicoe algunos proyectos.

Estamos comenzado la construcción de una planta procesadora de pulpa y liofilizadora de frutos amazónicos (asaí, majo y castaña) en Riberalta. Nuestra gran misión es construir una plata bioquímica para elaborar medicamentos naturales y vender nuestras materias primas con valor agregado. Además, estamos potencializando la minería, con la Secretaría de Minería. Y es que Beni tiene mucho oro en la zona de Iténez. El cerro San Simón es una veta impresionante de oro y recibimos poquísimos recursos de nuestras regalías mineras. Una de las estrategias que estamos implementando son las asociaciones públicos-privadas, para poder explotar en sociedad con algunas empresas. Ya tenemos a dos o tres apalabradas, para que, en lugar de recibir solo regalías, generemos nuestros propios recursos.

También hemos realizado estudios piloto en las tierras propias que tiene la Gobernación, en las que se ha sembrado maíz, caña y arroz, para obtener semillas y poder producir más. La Gobernación tiene que volverse un aparato productivo y no solo depender de un POA (Plan Operativo Anual) que es escueto, de unos Bs 169 millones para inversión y que se debe distribuir en corregimientos, subgobernaciones, secretarías, prácticamente es nada para ocho provincias y 19 municipios. Si nosotros logramos consolidar con el sector agropecuario vamos a estar bien.

_¿Cuál es su posición con respecto a la ley 1407 (Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social 2021-2025)?
Hay que ser bastante responsable para responder a esa pregunta. Más lesiva la considero la Ley 777 que la 1407. Esta última norma, en el artículo 300, habla de que al igual que en la Constitución, el Gobierno tiene la potestad de crear una agencia u organismo para controlar los PTDI (Planes Territoriales de Desarrollo Integral) de los órganos territoriales autónomos. Eso no es ninguna vulneración, está en la Constitución.

Ahora, ¿de qué manera se controla? Debe ser ahí donde se debe centrar la discusión. Me parece responsable lo que está haciendo el Gobierno de convocar a los gobernadores para socializar esos puntos álgidos. Sin embargo, antes daban 120 días y ahora dan 180 días. Uno debe crear un plan de planificación de todos sus PTDI.

Nosotros estamos presentando planes de salud, educación, desarrollo productivo y en el nuevo PLUS (Plan de Uso del Suelo) que tiene el Beni, como nueva frontera agrícola. Esto permite equilibrar, ya que nuestro departamento tiene ocho provincias muy polarizadas. Es muy grande y con poca vertebración caminera.

Hay provincias que tienen mucho desarrollo socioeconómico, como Vaca Díez, Cercado y Ballivián, pero hay otras que no, que están sumidas en el abandono y me parece correcto que se planifique con estrategias serias y no como era antes, de manera irresponsable que se hacía lo que se quería. En el plan de autonomías se habla de los temas UPRE (Unidad de Proyectos Especiales). El Gobierno hace los proyectos con los temas UPRE; entonces, ¿qué autonomías reclamamos si hace rato se viene trabajando así?

_Respecto al PLUS, ¿cuál es la situación actual?
Ya se cambió. Debe ser un PLUS responsable y con respeto al medioambiente, a la flora y fauna. Se hablaba de nueve millones de hectáreas para explotar, pero no son nueve millones para desmontar. En realidad, son pampas, montes que se necesitan explotar, en ciertas provincias, sobre todo Mamoré, Iténez, Cercado y Marbán, que son las zonas donde no se inundan, para que realmente tengan potencial productivo para sembrar soya, arroz, maíz y sorgo.

_Y en lo relacionado a la integración vial, ¿cuál es su plan?
Es un tema muy crítico. En ciertas épocas del año quedan zonas sin conexión. Esto es producto de las condiciones geográficas que tiene el departamento; sin embargo, ahora el Beni ya tiene más vertebración carretera. También hay una deuda histórica de la ley de 1988 que se declaró prioridad el corredor amazónico Trinidad-Guayaramerín, Guayaramerín-Villa Bella- Cobija, con el ramal a Santa Ana. Si nosotros hiciéramos eso, Beni despegaría. El tema de la carretera a Cochabamba por Villa Tunari ese debe ser un sueño de los bolivianos que se debe hacer realidad. Si bien se habló de un punto de vista ecológico y conservacionista con el tema del Tipnis, en Costa Rica existen carretas que van por medio del bosque, en Panamá también, donde no se corta ni un árbol. Una carretera por el Tipnis es necesaria, pero con responsabilidad, con cuarteles militares que eviten el asentamiento periférico y la sobreexplotación de nuestros recursos.

_Lleva siete meses en el cargo ¿cómo recibió la Gobernación?
Estamos empezando nuestro séptimo mes de gestión, fueron meses muy duros. Entre enero y abril hubo un despilfarro de los recursos de la Gobernación. Eso venía de gestiones anteriores también, nunca pensamos que fuera tan complejo y tan difícil poder equilibrar un aparato gubernamental.

Mis amigos y parientes que saben que soy de Trinidad, cuando les digo que el barco estaba hundido, me dicen que no había barco. Y es que no había institucionalidad, el peculado y la corrupción eran sin precedentes. Dejaron sueldos sin pagar desde octubre de 2020.

Hasta ahora vamos pagando, sin temor a equivocarme, como Bs 57,6 millones solo en sueldos devengados y lo peor era que las planillas de funcionamiento, el máximo que se podría contratar era hasta Bs 1,4 millones, pero había contratos que sobrepasaban y sobregiraban la planilla de funcionamiento en casi Bs 500.000 mensuales. En planillas de inversión el máximo era Bs 1,6 millones, pero sobrepasaban los Bs 3,7 millones. En las dos fuentes de contrataciones descubrimos un sobreprecio de Bs 2,2 millones.

Lo peor es que no nos entregaron la Gobernación, no hubo un proceso de transición transparente. Esto lo denunciamos a la Fiscalía y a la Procuraduría y hasta ahora no hacen nada. Denunciamos que no hubo un corte administrativo. No nos entregaron la Gobernación, nosotros entramos a la Gobernación. No hubo quién reciba en cada secretaría, por decir Minería, Justicia, Transparencia, Finanzas, Planificación, Desarrollo Productivo, nada.

Era como que la anterior gestiona dejaba de manera voluntaria de controlar ese peculado y esa malversación increíble de fondos. Entraban Bs 15 millones un mes, de nuestros recursos, y los Bs 15 millones salían en un día. Y siempre se veían paros y huelgas con cohetes en la gobernación, todos los días reclamando sueldos atrasados desde octubre. Tanta fue la irresponsabilidad que ni siquiera devengaron los sueldos de octubre, noviembre y diciembre, por lo que tuvimos que hacer una serie de reformulaciones presupuestarias para poder cumplir con la gente.

En lo que respecta a salud, prácticamente no existía en el departamento. El Sedes tenía Bs 100 en su cuenta. La Asamblea Departamental recién nos dio la firma el 26 de mayo, casi a un mes de ser posesionado, para poder tener recursos y hacerle frente al covid-19. Luego de estos siete meses podemos decir que vencimos la corrupción en nuestro departamento.

_¿Tiene prueba de todo eso?
Más de 200 denuncias, con todas las pruebas e inclusive con auditoría interna de la Gobernación. Nosotros tenemos una dirección de auditoría interna donde trabajan más de 20 funcionarios. Lo único que hemos hecho es el levantamiento de información de lo poco que había y aun así hemos encontrado muchísimo.

_En la actualidad, ¿a cuánto asciende el presupuesto para la salud en Beni?
Hicimos bastante gestión. Soy un ratón de biblioteca y como manejo el Sigep (Sistema de Información y Gestión del Empleo Público) sabía que el departamento tenía una deuda pública que pagar este año de Bs 34 millones, pedimos la condonación. El Gobierno nos aceptó esa condonación y con ello hemos podido pagar parte de los sueldos devengados. La otra parte la tenemos en el Sicoe (Sistema de Contrataciones Estatales), invitación directa. Vamos a construir cuatro domos adicionales para enfrentar la pandemia.

_¿Cuál es su posición sobre el federalismo?
Es un punto en el que estamos inmaduros todavía. Primero debemos ver y equilibrar los departamentos que realmente están en condiciones de ser federales y otros que no. El Beni yo creo que está en condiciones porque tiene con qué producir, pero carece de materias primas. Se debe pensar en un equilibrio. Antes de pensar en dividir, debemos pensar en unirnos y dejar de pelear entre bolivianos.

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