7 de marzo de 2022, 4:00 AM
7 de marzo de 2022, 4:00 AM

La trascendencia en el cambio estructural político en la historia republicana y estatal plurinacional boliviana tiene en El Alto con alta probabilidad a la ciudad protagonista más combativa. Ofrendó decenas de vidas en defensa de los recursos naturales en hechos como la “guerra del gas (2003)” y en el ejercicio constitucional del derecho a la protesta que derivó en lo que el GIEI le denominó como la “masacre de Senkata (2019)”. Esa cultura combativa a veces se confunde con una de conflictividad, que no es otra cosa que el alma y la sangre rebelde del pueblo habitante en la ciudad más joven del país.

Además de las tres ciudades del eje central, El Alto se constituye en el municipio con mayor tasa de crecimiento demográfico, producto también del efecto migrante de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca en su mayoría. Las características socioeconómicas vinculadas al comercio y transporte, además de la manufactura, principalmente, la sitúan como una potencial ciudad industrial que según estimaciones económicas tiene un PIB percápita anual de más de 18.300 Bs.

Su ubicación geográfica la transforma en un punto estratégico para la distribución comercial de varias líneas de mercado (aduanas); considerando sus vías de conexión aéreas y terrestres (puertos de Ilo, Arica - Chile y Matarani) y la frontera con Perú vía Desaguadero. Tiene más 1.100 millones de dólares (2019) en créditos para el sector productivo.

De tradiciones particulares en una de sus más populares zonas como Villa Dolores; donde se encuentran a lado del Corazón de Jesús varias asociaciones de curanderos ancestrales y donde miles de personas entregan ofrendas a la Pachamama, cerca de la antigua riel que llega a conectar al mercado informal más grande del país y porque no decir de toda la región: la feria de la 16 de julio.

Se estiman más de 5 mil empresas manufactureras de las que el 90,6% la constituyen cuando menos cuatro trabajadores, el 7,7% son pequeñas (de 5 y 19 empleados), el 1% medianas (entre 20 y 49 trabajadores), y el 0,7% grandes empresas (más de 50 trabajadores); la gran mayoría (71%) en el rubro de fabricación de muebles, fabricación de productos metálicos para uso estructural, fabricación de tejidos y artículos de punto y ganchillo y elaboración de productos de panadería. 

Su municipio cuenta con un presupuesto de más de 800 millones de bolivianos. Son algunas características de una ciudad 37 años rebelde, combativa, no conflictiva; un pueblo que siempre estará de pie y nunca de rodillas.

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