Los confeccionistas se apresuran para tener listas las opciones para Carnaval. Tienen la expectativa de aumentar sus contratos en estas dos semanas previas a las carnestolendas. Bajaron los precios de los atuendos y alegorías

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9 de febrero de 2022, 4:00 AM
9 de febrero de 2022, 4:00 AM


Tras la autorización del Carnaval empezó a moverse el negocio con la confección de casacas y trajes para la fiesta grande. Los que confeccionan y hacen sublimación, bordados y alquileres de disfraces están con sus ofertas en mano, toda vez que ven una oportunidad de reactivar su economía que estuvo estancada por la pandemia de coronavirus. 

Los propietarios de negocios se están dando modos para levantar sus ventas, pese a que creen que la autorización se emitió a destiempo, dado que muchos comienzan a buscar y preparar sus materiales desde noviembre, pero ahora tienen menos de un mes. 

Jovana Silva es una de las que tiene su tienda de sublimación en la calle Mercado. Asegura que en anteriores años tuvo contratos con varias comparsas, por eso se preparaba por lo menos con tres meses de anticipación. Debe comprar desde la tela y fabricar algunos modelos para que, cuando comiencen los pedidos, las comparsas tengan algunas opciones para elegir. Este año debe correr contra el tiempo, porque no tiene nada listo debido a la incertidumbre que había por la realización o no de la fiesta. Ahora pusieron en marcha el negocio con poleras de años anteriores

Ella está con expectativa de conseguir contratos, porque hay muchos que empezaron a hacer cotizaciones y solo tiene algunos pedidos desde España. “Antes tenía seis personas trabajando en bordados toda la noche, ahora solo tengo a un joven porque no hay nada que hacer”, dice Jovana. 

Asegura que las comparseros también están buscando la forma de economizar, por eso una de las comparsas que atiende decidió utilizar el modelo de anteriores años cambiando el logo y el año.
Ella considera que será difícil mover el negocio, porque con el inicio de las clases los padres priorizan la compra de los útiles escolares para sus hijos, en lugar de pagar una cuota en alguna comparsa.

Junior Gutiérrez, que también trabaja en el negocio, señala que para tener más contratos y mover sus ventas, se vieron obligados a bajar los precios de las casacas y de los combos que por lo general preparan para los comparseros. “Tuvimos que reducir un 30% los precios, por ejemplo, una casaca que costaba Bs 100 ahora está en Bs 70. Los combos que incluyen casaca, morral, barbijo y gorra están en Bs 90, precios bajos en comparación de años anteriores”.


Los propietarios indican que los materiales e insumos subieron de precio por problemas de importación, principalmente ocupan tela, tinta y papel de sublimación. A pesar de eso, las casacas bajaron de precio, para que les permita generar algo de ganancia.

Junior espera que en las próximas semanas comience a subir la demanda del atuendo carnavalero. Explica que también esperan la autorización en provincias, porque tienen buenos clientes. Comenta que tradicionalmente una comparsa de Vallegrande le suele pedir entre 1.000 y 1.500 casacas, pero ahora espera que por lo menos le compre la mitad.

Pese a que las actividades se tendrán que realizar con las medidas de bioseguridad, la demanda de confecciones de barbijos no ha crecido, porque aseguran que las comparsas prefieren comprar desechables por cajas, que les resulta más económico.

Vestidos de reinas
En la calle Ballivián, donde también hay casacas y trajes carnavaleros, poco a poco se va generando movimiento. Los que alquilan trajes típicos, disfraces y vestidos de reinas esperan generar ingresos.

Débora Hurtado es la dueña de uno de los negocios desde hace 20 años. Ella alquila trajes típicos y vestidos para reinas del carnaval y asegura que hay pocas cotizaciones.

Manifiesta que, como no había certeza de la realización del Carnaval, no le pusieron empeño en preparar nuevos diseños, por eso están utilizando los de años anteriores. Indica que sus proveedores que traen materiales desde Brasil, como telas, plumas y adornos, no llegaron debido a que no se autorizaba la fiesta grande. 

Recuerda que antes de la pandemia, desde enero tenían contratos para diseñar vestidos de reinas, ya que suele tomar unas dos semanas un diseño bien confeccionado y con materiales de calidad.
Sonia Suárez, otra propietaria de uno de los negocios de la calle Ballivián, asegura que este año decidió vender los vestidos de reinas de los anteriores años, porque no tiene tiempo de renovar diseños, pero eso también le permitirá hacer nuevos modelos para 2023.

María Ester Tellería, que trabaja desde hace tres años en una de las tiendas, cuenta que tuvieron bajar los precios de los vestidos. Los que tenían incluido un tocado de plumas costaban Bs 3.500, pero ahora están entre Bs 2.000 y Bs 2.500. Lo mismo ocurre con las carrozas, porque una de tamaño mediano estaba en Bs 10.000, pero ahora está a mitad de precio. 

Muchas de las confeccionistas también se vieron obligadas a reducir su personal. Cecilia Rojas asegura que contrataba hasta cuatro personas durante todo el año, ahora ella hace de modista, bordadora y vendedora. La única ayuda que tiene es la de su hija. “La fiesta grande es una oportunidad, por eso estamos acomodando la tienda para recibir clientes”, comenta.

En provincias
Los festejos carnavaleros en varios municipios de las provincias cruceñas se han suspendido, tal es el caso de Concepción, San Ignacio, Warnes y Pailón. En los últimos casos se permitirá que los comparseros se reúnan en sus sedes, pero sin que estas reuniones sean masivas. Solo Vallegrande y Camiri han anunciado que festejarán el Carnaval, aunque con normas de bioseguridad que se deben cumplir.

En Vallegrande, el corso carnavalero partirá de la plazuela del Estudiante, recorrerá la calle Bolívar y terminará en la Plaza 26 de Enero, según lo anunciado por su alcalde, Ignacio Morón.
En Camiri habrá presentaciones de comparsas y una vacunatón contra el Covid-19, según informaron en sus redes sociales.

Entre tanto, San José de Chiquitos, Ascensión de Guarayos, San Matías, Yapacaní y Montero esperan la determinación de sus autoridades reunidas en el Comité de Emergencias Municipales para saber si festejarán las carnestolendas este año.

Los municipios se preparan para hacer cumplir las medidas de bioseguridad y evitar contagios.