POR CYNTHIA LEAÑO. 

Después de dos años de aparente tranquilidad, la ‘diabla chaqueña’ ha vuelto a sus andanzas sobre los escenarios. Algo se trae entre manos la Miss Chuquisaca 2015 y cantante Morelia Herrera, que anuncia que llega en su versión más madura y empoderada.

Maternidad

De un momento a otro, la sexy chaqueña, que hoy tiene 25 años, apareció en sus redes sociales luciendo su embarazo. No había micrófonos ni cámaras, estaba en el campo, al natural, de regreso en su natal Muyupampa (Chuquisaca).

“De pronto mi mundo se paralizó, nunca me había imaginado como mamá, pero cuando comencé a vivirlo me sentí la mujer más feliz del mundo”, expresa con la ‘diablita’ menor al lado, pues no se separa de ella.

Más allá, cuidando a su retoño está Franshesco Roca, su pareja desde hace cinco años.

Su historia de amor merece un capítulo aparte, empezó como un amigo, luego fue su profesor de baile y luego surgió el amor que ya dio su primer fruto.

Con él se fue a Muyupampa y la futura mamá se desconectó del mundo a la fuerza, la hacienda familiar queda a 15 kilómetros del pueblo y no llega la señal de celular ni el internet.

Hoy reconoce que fue la mejor decisión que pudo tomar, disfrutó cada día de su embarazo, se dejó consentir y volvió a compartir con sus padres, algo que no hacía a tiempo completo desde pequeña, cuando se subió al ‘torbellino’ de la vida artística y los conciertos.

Arya ya tiene 10 meses y, según su mamá, con ella conoció el “amor real e incondicional”.

De vuelta

Gracias a la tecnología y el internet, Morelia está produciendo su quinto álbum con un equipo de Argentina y con canciones completamente nuevas, en el género que la apasiona, el folclore.

Aunque el disco aún no tiene nombre, adelanta que desea reflejar el empoderamiento de la mujer.

“Hoy puedo decir que me siento segura y orgullosa de lo que soy, pero eso requiere de una búsqueda interior que todas deberíamos hacer para encontrarnos”, expresa.

Trayectoria

Hija menor de seis hermanos, creció en un ambiente de caballos y riñas de gallos. Desde pequeña empezó su carrera de artista gracias a sus padres. A los siete años participó de un concurso llamado Código Fama, donde ganó el segundo lugar.

Encaminada en la música, a los ocho años grabó su primer disco, con covers escogidos por su padre, que siempre fue su mentor.

El segundo disco llegó cuatro años después y en él se animó a probar algo diferente, el pop, pero no se sentía ella misma ni se identificaba con ese ritmo.

Y, como dicen, la tercera es la vencida, el nuevo material traía chacareras y folclore y eso era lo suyo, el Chaco y la música boliviana corre por sus venas.

Así, con un norte fijo llegó Diabla, disco que le valió el sobrenombre y que presentó a una artista consolidada, sensual y versátil. Con 21 años, Morelia le ponía su voz y picardía a chacareras, chamamés, cuecas y baladas.

Hasta hoy, su repertorio cuenta con más de 50 canciones, composiciones de sus maestros César Espada y Jorge Alcoreza, y llegó a presentarse fuera de nuestras fronteras.

Aunque la época de modelo y de reina de belleza ya quedó atrás, no quiere renunciar a la música, es su vida y ahora, con una nueva motivación regresa a ella.

“Siento que tengo la misión de comunicar lo que pienso y mi forma de ser a través de la música. Quiero enseñarle a las mujeres y a mi hija a ser unas ‘diablas’ para que nadie se las charle”, concluye.