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9 de diciembre de 2022, 4:00 AM
9 de diciembre de 2022, 4:00 AM

Por Marco Nostas, tesista de un diplomado de psicología-UPSA

En el año 2019 realicé un estudio de grado para obtener información actualizada sobre el estado de la igualdad de oportunidades laborales en el mercado laboral formal boliviano. Dicho estudio tuvo como propósito específico el poder describir el nivel de discriminación en el mercado laboral boliviano en base a la etnia y el género en las ciudades de La Paz y Santa Cruz de la Sierra. El interés por la temática nace por varias razones, en primer lugar Bolivia no cuenta con información estadística fiable y actualizada; en segundo lugar, desde hace ya varias décadas el mundo está girando su atención a la búsqueda de igualdad de oportunidades (y en algunos casos, de resultados) para achicar la brecha que existe en los distintos campos y ámbitos de la sociedad en general, y el mercado laboral en particular.

En Bolivia, tanto en iniciativas públicas como privadas, ha habido ya desde hace unos años una búsqueda de generar consciencia de la discriminación latente existente en la población y tratar de reducirla o eliminarla, siendo esta última una hazaña bastante complicada.

Poder determinar de manera certera la discriminación en el mercado laboral boliviano no es una tarea sencilla. Ya que, como dije en párrafos anteriores, Bolivia no cuenta con datos ni estudios sobre el tema. Además, el nivel de informalidad juega en contra para poder realizar iniciativas que busquen mostrar a ciencia cierta los grados y niveles de discriminación laboral. Sin embargo, se tiene que comenzar con una línea base. Este estudio pretende ser esa línea base para futuros investigadores y entusiastas.

El trabajo que realicé se inspiró en un estudio previo liderado por el Mgs. Guillermo Mendoza, Adriana Aré y yo, junto con otros colaboradores.

En mi estudio de grado, se enviaron 1.916 postulaciones de trabajo, se contaba con cuatro hojas de vida a postulaciones de ambas ciudades, dos perfiles con etnia oriental y dos perfiles con etnia occidental y con género masculino y femenino para cada etnia. Es decir, se contaba con personajes ficticios pero con apellidos representativos de las etnias aymara (occidental) y ayoreos (oriental). Las hojas de vida se diseñaron para que sean idénticas y se tomaron 3 grandes áreas: Comercial, Administración y Operaciones. Las hojas de vida fueron enviadas en un periodo de seis meses a distintos portales laborales y bolsas de trabajo y se esperaba que las empresas, por medio de los reclutadores, llamaran a los candidatos. A partir de la llamada, generábamos el registro de intención que cierto candidato (y no el/los otros) participase en el proceso de reclutamiento. Es en este momento en el que se genera la discriminación, ya que al no tener alguna otra variable salvo el apellido étnico y el género, el llamar o no a determinado candidato denotaba la discriminación. Los resultados indican que los perfiles étnicos occidentales tuvieron una tasa de respuesta más elevada que los perfiles étnicos orientales. Se evidenció que las mujeres de origen étnico, ambos occidental y oriental, son el grupo que menos tasa de respuesta tuvo, en contraparte a los perfiles étnicos masculinos, occidentales y orientales.

Analizando las variables con mayor profundidad, se obtienen las siguientes apreciaciones: en Bolivia, el hombre con etnia occidental, independiente de la ciudad en la que postule, tendrá mayor probabilidad de ser llamado a una entrevista laboral. En contraparte, la mujer de etnia oriental será la que tenga menor probabilidad de ser llamada a una entrevista laboral, inclusive comparándola con su contraparte occidental. En la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el perfil con mayor tasa de llamada a entrevistas laborales fue el hombre con etnia occidental en el área comercial. El perfil con menor tasa de llamada fue la mujer occidental en el área de operaciones. En la ciudad de La Paz, el perfil con mayor tasa de llamadas fue el hombre occidental en el área de operaciones. Por otra parte, el perfil con menor llamadas fue la mujer de etnia oriental en el área de operaciones.

Este estudio busca ser el comienzo de una serie de investigaciones futuras que busquen determinar el “porqué” de estos resultados. Luego, siendo optimistas, podremos tener información suficiente para crear políticas estatales y privadas que eliminen finalmente las brechas y discriminaciones en el mercado laboral.

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