Uruguay y Bolivia volverán a encontrarse en La Paz, este martes por las clasificatorias al Mundial de Catar

15 de noviembre de 2021, 8:16 AM
15 de noviembre de 2021, 8:16 AM

Uruguay visita Bolivia una vez más para disputar un encuentro de las eliminatorias. Partido decisivo para ambas selecciones que pretenden ganarse un lugar en la próxima Copa del Mundo Catar 2022.

La famosa “garra charrúa” contra el entusiasmo boliviano que alguna vez también fue llamado “garra camachista”, a mediados de la década de los años 60, después de la conquista del Campeonato Sudamericano de 1963, a raíz de la influyente actuación del impetuoso mediocampista Wilfredo Camacho.

¿Por qué la garra charrúa? En Uruguay existen debates sobre esta definición que fue sinónimo de estilo, de impronta en la manera de jugar de un país que, a pesar de ser tan pequeño, hizo grandes cosas en el fútbol.

Uruguay es un país de hitos futbolísticos. Fue la primera representación sudamericana en presentarse en Europa para participar en los Juegos Olímpicos de París 1924, previa gira preparatoria por el Viejo Mundo, y obtuvo la medalla de oro.

Antes de ello, había ganado cinco de los primeros ocho campeonatos sudamericanos de selecciones, hoy Copa América.

Luego participaría en los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928, aunque en esta ocasión también participó Argentina. Ambas selecciones definieron la medalla de oro, y la ganó nuevamente Uruguay.

Después, gracias a sus dos logros olímpicos, Uruguay fue elegido como sede del primer Campeonato del Mundo, en 1930. Bolivia asistió como invitada.

El escritor Gerardo Caetano, en una nota de la Revista Túnel, señala que “hay todo un debate sobre cuándo efectivamente surge la garra charrúa. Muchos estudiosos la ubican en el campeonato sudamericano de Santa Beatriz en Perú, en 1935. Allí era el último “canto del cisne” de aquella generación maravillosa de los olímpicos. Pero era una generación ya en declinación porque sus jugadores eran veteranos y tenía a su frente a una Argentina renovada que jugaba muy bien al fútbol y que era la favorita para ganar. Sin embargo, nuevamente en una final realmente épica, Uruguay ganó 3-0 contra todos los pronósticos”.

Caetano, exdelantero de Defensor Sporting, Central y Club Punta del Este, considera que “en sus versiones más vulgares, la garra charrúa refería a una condición casi genética de la población aborigen del territorio que hoy es Uruguay. Ahí ya hay un error. Hoy sabemos por los arqueólogos y los antropólogos que han estudiado bien la Prehistoria que la población mayoritaria que habitaba por entonces este territorio no eran charrúas (una etnia muy pequeña, muy marginal), sino guaraníes. Lo que pasa es que decir garra guaraní nos confundiría con Paraguay, entonces no era una expresión adecuada para configurar un relato movilizador de masas”.

Caetano opina que “la versión mala y perezosa de la garra charrúa es la que de alguna manera presupone que vaya a saber si Dios, el destino o quién le dio a Uruguay algo inexplicable que se traduce en un coraje mayor que el de otros estados nacionales y que hace que gane simplemente por ser Uruguay. Eso es muy malo y como fórmula ha probado un desempeño espantoso. Cuando Uruguay ha entrado así a jugar en cualquier deporte ha perdido y ha perdido por goleadas”.

Óscar Washington Tabárez, entrenador de Uruguay, coincide en esto último. “Hay gente que lo ha exagerado y parece que tengamos un don respecto de jugadores de otros países. En todo el mundo hay jugadores con garra”, dijo en una entrevista del diario El País de España”

¿Qué es tener garra? “Me parece que es un término que puede llevar a ciertas confusiones. Un jugador tiene la obligación de dejar todo dentro de la cancha. Pero quizá nosotros, como somos un país pequeño en un territorio con poca población, muchas veces nos tenemos que enfrentar a equipos con más población y con más posibilidades. No nos olvidemos que estamos en el continente de Argentina y Brasil. Y, sin embargo, algunas veces les hemos sorprendido”, señaló Tabárez.

El Hernando Siles vuelve a ser escenario de este duelo con muchas historias agradables y desagradables, dependiendo de los resultados, aunque con una supremacía de un Uruguay que se ganó el respeto a lo largo de la historia del fútbol.