Opinión

La gestión de riesgos en Comercio Exterior

19 de octubre de 2020, 5:00 AM
19 de octubre de 2020, 5:00 AM

El proceso de modernización aduanera en el mundo se ha visto fuertemente acelerado por los efectos de la pandemia del Covid-19, especialmente por las necesidades de reducción de tiempos y costos en el comercio transfronterizo de Equipos de Protección Personal (EPP) y Suministros Médicos, tanto en la exportación donde se han confrontado ciertas restricciones de parte de algunos países exportadores, como en la importación, donde se deben enfrentar costos de gravámenes y trámites de registros y autorizaciones.

Por otro lado, el confinamiento y las restricciones a la movilidad durante varios meses en el primer semestre del año, ha impulsado en gran manera el comercio electrónico tanto de bienes como de servicios, al igual que los pedidos de reparto en línea y los envíos expresos transfronterizos (Courier), que según la Unión Postal Internacional se incrementó en más del 20% en el primer semestre de 2020. Esta situación inusual sumada a las propias limitaciones del personal de Aduanas por las medidas de seguridad y distanciamiento alentaron la implementación de mayores herramientas tecnológicas que faciliten el control aduanal con la menor presencia física de funcionarios.

En el control aduanal al comercio transfronterizo juega un papel esencial la gestión o administración de los riesgos inherentes a la comisión de delitos como el tráfico de armas, tráfico de estupefacientes, la trata de personas, el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, como el terrorismo y el contrabando y otras actividades criminales que la Aduana, en coordinación con las entidades de seguridad del Estado, están llamadas a reprimir. Adicional a estas actividades ilícitas están las relacionadas propiamente con el comercio, como el caso de la falsificación, uso indebido de marcas, adulteración, defraudación aduanera, omisión de pago de tributos, subvaluación y otros delitos o contravenciones que la Administración Aduanera debe prevenir y/o sancionar, cuando así corresponda.

La aduana tradicional ha confrontado todos estos ilícitos de forma rudimentaria hasta hace pocos años, basándose en inspecciones intrusivas a las cargas y los viajeros, con precintos a los contenedores y camiones, con intervenciones policiales a los recintos aduaneros y con mecanismos de información basados en denuncias. Estas medidas de control fueron complementadas con la inclusión de los canales de selectividad de aforo físico que se establecen de manera aleatoria en función a ciertos parámetros de supuesto mayor riesgo, como el tipo de mercancía, país de origen o hasta la misma forma de constitución del operador de comercio.

Es por demás evidente que ninguna de estas medidas de control han sido suficientes ni efectivas en Bolivia, puesto que se estima un contrabando cercano a los 2.000 millones de dólares anuales, una defraudación aduanera por subvaluación estimada en 500 millones de dólares, la existencia estimada en todo el país de más de 40.000 vehículos indocumentados, miles de toneladas de ropa usada que se venden en mercados populares de todo el país y cientos de tiendas de expendio de medicamentos adulterados y falsificados. De todos estos datos, absolutamente constatables a simple vista, se puede colegir que nuestras medidas de control no solo han fracasado, sino que han fomentado la informalidad y la comisión de estos ilícitos.

Hoy la gestión de riesgos moderna se realiza a través de la aplicación sistemática de procedimientos, prácticas y herramientas tecnológicas de gestión que le proporcionan a las Aduanas la capacidad de recibir, procesar y analizar distintos tipos de información y datos para identificar y responder a movimientos o envíos que presentan mayor riesgo.

Las soluciones avanzadas de gestión del riesgo utilizan múltiples niveles de análisis de manera sistemática en toda la gama de datos de la cadena de suministro, por lo que permiten realizar una evaluación más eficaz del riesgo. Un conjunto de reglas de negocio basadas en algoritmos actualizados puede ayudar a dirigir los esfuerzos de evaluación a aquellos envíos, sectores de la industria, importadores, exportadores, transportistas y agentes aduaneros que presenten algún riesgo, según un reciente artículo sobre el tema, publicado por Cepal.

En este propósito, es indispensable la aplicación de nuevas tecnologías de información con sistemas de aprendizaje automático, la inteligencia artificial, el block chain y data analitic, que permiten un control inteligente y eficiente en tiempo real, a la vez que se minimizan recursos humanos en controles aduaneros de aeropuertos y frontera, y se los concentra en el análisis de los embarques de alto riesgo que plantean amenazas reales a la seguridad y el interés del país.



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