Faboce, Soboce e Itacamba hablan de incidencia positiva en ventas. Sector ve mejoras en ejecución de inversión

19 de diciembre de 2021, 10:13 AM
19 de diciembre de 2021, 10:13 AM

La Fábrica Nacional de Cemento (Fancesa), la Sociedad Boliviana de Cemento (Soboce) e Itacamba Cemento reflejan un repunte paulatino y sostenido de operaciones en el mercado boliviano. El desempeño se alinea con el Índice Global de Actividad Económica (IGAE) de la construcción del Instituto Nacional de Estadística (INE) que registra una variación acumulada del 34% hasta agosto de este año, cuyo repunte es atribuido a la recuperación de la producción y venta de cemento e importaciones de insumos para la construcción.

Con datos del INE, la producción y venta de cemento registra un crecimiento acumulado positivo a julio de este año, con valores del 28,9% y 40%, respectivamente.

Según el presidente del directorio de Fancesa, José Luis Ríos, después de sobrellevar situaciones complicadas a raíz de la crisis económica, la recesión en el sector de la construcción y la pandemia global, Fancesa está recuperándose en forma paulatina y sostenida.

Una señal de reacción positiva en la operación, a su juicio, es que en las últimas semanas lograron cumplir obligaciones financieras por más de Bs 100 millones gracias a las recientes políticas comerciales aplicadas en los últimos 100 días de gestión, que le permitieron una ampliación de mercado en el ámbito nacional con perspectivas positivas a mediano y largo plazo.

“El país está en un paulatino despegue en sus operaciones económicas y el sector industrial cementero transita esa senda y arrastra al sector de la construcción”, manifestó Ríos, al insinuar que la inversión pública está mejorando en el aparato estatal (alcaldías y gobernaciones), que permiten el consumo del cemento a través de la diversidad de proyectos.

Dentro de sus políticas de responsabilidad y previsión, el gerente general de Itacamba Cemento, Alexander Capela, indicó que han logrado mantener sus índices de participación en el mercado cruceño, proyectando un crecimiento positivo. “Una muestra del estado de la empresa es que, a la fecha, su planilla es la misma de cuando empezó la pandemia”, anotó.

El ejecutivo deduce que la recuperación es natural, y que espera que al cerrar 2021 el mercado se equilibre en los mismos índices que a inicio del 2020, dado que el sector de la construcción tiene ‘grandes’ proyectos en ejecución, tanto públicos como privados.

En opinión de Capela, la inversión pública es determinante en infraestructura, mientras que en el sector privado está dividida en dos grandes obras de consumo, construcciones y refacciones. “En ambos casos, Itacamba tiene la capacidad de satisfacer la demanda requerida por el mercado”, apuntó.

En criterio del gerente general de Soboce, Juan Mario Ríos, en los últimos meses han evidenciado señales de recuperación de la actividad productiva relacionada con la movilización del sector constructor que reanudó proyectos, pero que no termina de despegar.

Hizo notar que lo registrado hasta ahora no alcanza los niveles de 2019 y tampoco compensa las cifras negativas de 2020. “Tenemos la esperanza de que en 2022 la recuperación se profundice con mayor inversión privada y pública para terminar de remediar las caídas e ingresar a una dinámica de crecimiento”, mencionó Ríos.

A juzgar por el gerente de Soboce, la inversión pública es un gran dinamizador de la construcción y la industria del cemento. Insinúa que es bueno que el presupuesto para 2022 haya incrementado, “pero lo que esperamos también, es una mayor y más acelerada ejecución porque el efecto positivo se evidencia cuando las obras se realizan”, vertió Ríos.

En fase de recuperación

Tomando datos del INE sobre la evolución del PIB, hasta el II trimestre de 2021 (información pública más actualizada), el gerente general de la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), Javier Arze, dijo que se evidencia una reactivación importante de la construcción, basada en el reinicio de obras, con notable intensidad, en el ámbito privado; mientras que en el sector público el ritmo es más lento con el componente adicional de las deudas acumuladas por el gobierno central y entidades autónomas subnacionales con las empresas constructoras privadas por planillas de avance de obra.

A pesar de este repunte, Arze expresó que al 30 de junio de este año el sector de la construcción muestra que está todavía un 4,5% por debajo del mismo periodo de 2019, lo que hace que todavía “nos encontremos por debajo del nivel de actividad que teníamos hace dos años”, vertió, al reflexionar que para conseguir la efectiva reactivación de la construcción es necesario sostener un programa de inversión pública que supere los $us 4.000 millones.

En noviembre, el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, informó de que en el Presupuesto General del Estado PGE-2022, el Gobierno proyecta aumentar la inversión pública un 25%. “La inversión pública pasa de $us 4.011 a 5.015 millones”, mencionó la autoridad.

Explicó que de los $us 5.015 millones, un 42,5% irá al sector productivo (energía, agropecuaria, minería, industria, hidrocarburos, turismo), un 30% a infraestructura (transporte, comunicaciones, recursos hídricos), un 17% al social (cultura, deportes, educación, salud, saneamiento, seguridad social, urbanismo y vivienda) y un 10% al multisectorial.