Opinión

La legítima defensa de las urnas

16 de octubre de 2019, 3:00 AM
16 de octubre de 2019, 3:00 AM

Desde hace dos gestiones el poder político del MAS despilfarró los 2/3 de la asamblea legislativa y cooptó los órganos e instituciones destruyendo la institucionalidad del Estado. Con ello ejerció el abuso de poder y judicializó la política, cientos de juicios y persecuciones violando derechos, exilios y sometimiento de personas. El caso denominado terrorismo es el trofeo al abuso de los derechos humanos cometidos por este gobierno. La corrupción viene desde YPFB hasta el fondo indígena, culminando en decretos supremos firmados por Evo Morales para contrataciones directas, generando corrupción e impunidad. Millones de recursos se llevó el flagelo.

La CPE ha sido el pacto social más violentado por los órganos públicos controlados por el MAS, la vulneración del sufragio del 21F violenta la democracia directa y coloca al poder político por encima de los ciudadanos. Se vulneró la independencia de órganos obligando en forma inconstitucional al TSE habilitar a una persona que por mandato del pueblo y la CPE fue inhabilitada. Hoy tenemos una carta de garantías que puede ser modificada por voluntad política y no de la voluntad popular. La conducta ilícita del MAS violentó la soberanía del pueblo, la democracia directa, la independencia de órganos, el derecho al sufragio, la unidad del País y el procedimiento de reforma.

La ruptura del orden constitucional convierte las elecciones del 20 de octubre en un proceso electoral plagado de violaciones a los derechos políticos, partiendo desde las elecciones primarias para pretender legalizar lo ilegal, destruyendo el principio de legalidad cuando el TSE deroga su resultado vinculante y demuestra una conducta cómplice negando la publicación de encuestas autorizadas, en franca contradicción con el derecho a la información y comunicación. Un TSE que responde al poder político del gobierno, colocando en incertidumbre la seguridad de los resultados.

Ante el poder absoluto y la imposibilidad que los actos ilícitos sean anulados por los órganos competentes el ciudadano pidió unidad a los partidos opositores sin ser escuchado. Hoy, de 9 partidos en carrera 5 no alcanzan el mínimo para salvar su personería según las encuestas. El ciudadano expresa lo que los partidos opositores no escucharon.

Se recuperó en las calles la democracia directa expresada en los cabildos y la libertad de expresión mediante las protestas, hoy ya no se interpela solo el respeto al voto popular, se interpela la gestión pública mediante el conflicto.

Del análisis de la intención de votos está demostrada la polarización y solo dos pueden llegar a la segunda vuelta. Uno es el candidato al margen de la CPE y usurpador de la voluntad popular Evo Morales y el otro es el segundo Carlos Mesa.

Lo legítimo alude a aquello que se ajusta a la ley y la defensa es el acto de protegerse. Desde la vigencia de la CPE el ciudadano soporta la violación permanente de sus derechos. El voto ciudadano del 20 de octubre en favor del segundo en las encuestas no es otra cosa que la legítima defensa que asumirá el ciudadano en las urnas frente a la violación permanente de sus derechos.

Luego de 13 años se abre la posibilidad de recuperar la República para los ciudadanos y se acerca el fin de la administración del Estado plurinacional confiscado por el poder de turno, con recursos incluidos.



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