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27 de abril de 2024, 20:00 PM
27 de abril de 2024, 20:00 PM

Hileras de focos saltan a la vista en cada uno de los locales que son parte de la oferta gastronómica en la Villa Primero de Mayo, que el próximo miércoles cumple 55 años de fundación. Esto resalta el desarrollo que muestra esta pujante ciudadela con más 250.000 habitantes, pero que con los resultados del último Censo de Población y Vivienda esperan casi duplicar esa cantidad.

Basta dar un recorrido por las diferentes zonas del Distrito 7 para notar el incremento de los negocios y el movimiento de los vecinos que hacen de esos lugares puntos de confraternización.

La venta de pacumutos, pollos, jibas, churrasquerías y comida rápida ha proliferado. Los grupos de familiares y amigos se reúnen en diferentes zonas donde están ubicados estos locales, principalmente en la noche. Las avenidas 16 de Julio, Tres Pasos al Frente, Cumavi, Jenecherú y el ingreso principal a la zona central son, entre otros, muy concurridos.

Diego Villarroel, propietario del Dr. Jiba, manifestó que abrió su negocio el año pasado y desde esa fecha ha estado concurrido por los ciudadanos de la Villa, pero también le ha permitido generar empleos para los jóvenes.

“Estamos agradecidos con Dios, estamos creciendo y agradecidos con la cantidad de personas”, afirmó en medio de familias que acuden a este y otros locales de la zona.

Una mujer que estaba con su esposo y su hijo pequeño de 5 años disfrutando de la noche en la Villa, dijo que en la ciudadela cuentan con una variedad de restaurantes para elegir. “Ha cambiado bastante, los hechos de inseguridad han bajado y podemos salir a disfrutar a la plaza con nuestra familia”, dijo.

Potencial y desarrollo

Lejos quedó ese barrio con calles de tierra y la falta de transporte que obligaba a esperar el paso de algún micro en la esquina denominada Bienvenido, en la calle de ingreso a la plaza principal de ese distrito, sobre la avenida Cumavi.

La Cumavi era un camino arenoso y de herradura donde las personas transitaban a pie y en carretones. Esa vía conducía al Terrado que comunicaba con Arroyuelo, Pedro Lorenzo, y desde esa comunidad se llegaba a Río Grande. Pedro Lorenzo era la continuación de la avenida Brasil de la zona Barrio Lindo.

Las escasas viviendas que había en los primeros años y los caminos que se habilitaban para ir de un lugar a otro, ahora son vías pavimentadas, edificaciones, negocios que se levantan sobre más de tres plantas. Pasando el octavo anillo se nota la inversión en más tres de condominios dejando la zona más pintoresca.

El terreno, donde se extiende la Villa Primero de Mayo, antes de 1969 era muy arenoso, con potreros para el pastoreo de ganado vacuno, lecherías, moliendas y algunas carpinterías. En algunos sectores se mantenían montes difíciles de penetrar.

El crecimiento de la zona fue tomando fuerza con la llegada de inmigrantes en busca de trabajo y mejores condiciones. A eso, se sumó el grupo de personas que llegó después del turbión del río Piraí, en 1983. Solo en el barrio 18 de Marzo se asentaron 200 familias en ese entonces.

El Casco Viejo, donde está la plaza principal del distrito, se ha convertido es un lugar de encuentro, donde familias pasean en las bicicletas de tres ruedas para adultos y cargan familias enteras. También están los autitos para los pequeños. Hasta allí llegan grupos de ballet que ensayan sus coreografías y distraen a los que acuden a ese lugar de esparcimiento.

“Ya no tenemos a qué salir a otro lugar, todo lo tenemos cerca de casa, incluso para realizar trámites y otras cosas que uno necesita”, dice René Quispe que hace menos de una década vive por ese sector, por lo que se siente cómodo y no quiere cambiarse a otra zona.

Los vecinos más antiguos tienen inmortalizado todo esto en sus memorias, pero también celebran el crecimiento.

La populosa zona ahora abraza el progreso con grandes emprendimientos, principalmente en gastronomía. En el Casco Viejo se pueden recorrer los locales de las grandes cadenas de comidas, pero también están las agencias de las entidades bancarias, instituciones públicas y privadas, por lo que se facilitan los accesos para la gente.

Desafíos

La subalcaldesa del Distrito 7, Erika Justiniano, informó que en dos años se han pavimentado 29,45 kilómetros, sin contar las obras en las calzadas. Destaca los trabajos en las zonas 30 de Octubre, Las Garzas y Tres Pasos al Frente, donde se alcanzó 10 kilómetros de pavimento.

Resalta el mejoramiento de la infraestructura educativa, pues lejos de la precaria construcción de la escuelita Pampa de la Cruz, que fue la primera en el distrito, ahora se ha convertido en un módulo educativo. Están en construcción otras unidades, como el 25 de Octubre del nivel secundario.

La ciudadela cuenta con diez centros de salud y hospitales públicos, entre los que se encuentran El Tatú, Vida y Esperanza, y el hospital de segundo nivel 1 de Mayo.

“Son obras que se están dando. Las refacciones en las 65 unidades se realizan anualmente. Estamos tratando de dar respuesta a las necesidades que tenemos en el distrito. En la plaza principal estamos a la espera de la adjudicación para hacer reparaciones y mantenimiento”, indicó Justiniano.

También tienen pendiente la ejecución del proyecto en el parque de la Laguna Guapilo. Pretenden convertir todo ese sector en zona turística con restaurantes y un mirador.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Juntas Vecinales, Pol Rocha, adelantó que la serenata por los 55 años se realizará en el estadio municipal de la Villa, con la presencia de grupos nacionales e internacionales, como la Sonora Nuevo León.

“Somos orgullosos de la Villa, cuánto hemos crecido y nos estamos organizando para celebrar como se debe, en honor a esta gente trabajadora y esforzada”, señaló.

Indicó que aguardan los resultados del censo, porque creen que son unos 450.000 habitantes.

Destaca que la Villa se ha convertido en un espacio de oportunidades con muchos negocios que también beneficia a la población que busca emprender.

Sin embargo, deben lidiar con la otra cara que muestra las necesidades de los ciudadanos, pues la gente de los más de 180 barrios pide mayor seguridad ciudadana, más pavimentación para sus calles y avenidas, mejoras en la atención de salud y educación, entre otras demandas.
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