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24 de octubre de 2023, 3:00 AM
24 de octubre de 2023, 3:00 AM

El papa Francisco ha posteado por el canal X: “la guerra, toda guerra que hay en el mundo – pienso también en la martirizada Ucrania – es una derrota. La guerra siempre es una derrota, es una destrucción de la fraternidad humana. ¡Hermanos, deteneos!. ¡Deteneos!”.

En un artículo anterior, hice referencia a la gravedad de los ataques del grupo terrorista Hamás, que además ha tomado a dos centenares de rehenes, según versiones reproducidas en distintos medios de comunicación. Pero la guerra de Israel contra Hamás está fuera de control, ya no sólo por el accionar de Hamás, sino también debido a la catástrofe humanitaria que vive el pueblo Palestino expulsado del norte de la Franja de Gaza, y el continuo bombardeo israelí, inclusive contra civiles y personas que trabajan en agencias humanitarias como la Cruz Roja Internacional, Médicos sin Fronteras y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).

Deplorables fueron las acciones de Hamás, como igualmente espantosas son las acciones del gobierno de Netanyahu contra objetivos civiles. Consternación mundial, y no otra cosa, provoca el comunicado público de UNRWA que deja al descubierto la muerte de más de casi una treintena de personal de esta agencia humanitaria, tras los ataques israelíes. Y no sólo eso. Las cifras son escalofriantes: un millón de personas desplazadas, no hay agua ni electricidad en centros de salud de Gaza, bombardeo a una mezquita y un hospital, etcétera.

Nelson Mandela dijo el 4 de abril de 1967: “no podemos quedarnos callados, todos aquellos que abogamos por la paz debemos levantar nuestras voces con todas nuestras fuerzas. Debo hablar ahora, no como un teólogo, ni como un líder de los derechos civiles, sino como un hijo de Dios y un hermano de los sufrientes pequeños de Vietnam. Debo hablar por aquellos que están desesperados, por aquellos que están desamparados, por aquellos que buscan la paz”.

El papa Francisco y Nelson Mandela marcan la vía correcta – la única vía posible – para solucionar el conflicto de Medio Oriente. La paz negociada entre israelíes y palestinos debe ser un imperativo categórico si es que todavía osamos llamarnos una civilización humana. Lo demás – bombas, asesinatos, rehenes, niños y bebés en desconsuelo, enfermos que sufren por causas ajenas – son actos de barbarie, vengan de donde vengan.

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