15 de junio de 2021, 5:00 AM
15 de junio de 2021, 5:00 AM

Solo cuando un político llega al poder es posible conocer su verdadera cara e intenciones; en ese momento se sabe de qué madera está hecho. Porque, convengamos, cuando se hace oposición o durante las campañas electorales los papeles y los micrófonos aguantan todo: se puede prometer desterrar la corrupción, acabar con la pobreza y convertir a Bolivia en Suiza, bajar la Luna o cualquier idea que aguante la imaginación; pero es cuando ese político se convierte en autoridad cuando se ve qué tan confiable y creíble resultó ser.

En los últimos días se conoció que Evaliz Morales, de 26 años de edad, hija de Evo Morales Ayma, jefe del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), recibió la primera dosis de la vacuna Sputnik V el 24 de mayo, es decir, en los días cuando en el país entero hacían colas para recibir la dosis únicamente las personas comprendidas en el rango de edad de 50 a 60 años.

Evaliz Morales, que también es funcionaria de la Procuraduría General del Estado, fue vacunada esa fecha en la Caja Bancaria Estatal de Salud – Clínica Modelo de La Paz. El escaneo del código QR que aparece en su carné de vacunación es un link al Registro Nominal de Vacunación Electrónica del Sistema Nacional de Información en Salud. Esa fue la prueba definitiva. Con tantas evidencias, al Gobierno de Luis Arce le fue imposible negar la veracidad de la versión que en principio circuló por redes sociales.

Coincidentemente, la hija de Evo Morales se vacunó el mismo día que Luis Arce.

Descubierto el escándalo, el Ministerio de Salud anunció una investigación sobre esa irregularidad y adelantó que hay posibilidades de sancionar a la Caja Bancaria Estatal de Salud.

María Renee Castro, viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional del Ministerio de Salud –nótese la extensión y rimbombancia de los nombres de las instituciones y los cargos en Salud– dijo: “Nosotros tomamos absolutamente a todos los ciudadanos de la misma manera, la fiscalización a todas las cajas se lleva de manera continua”.

Sin embargo, en este caso queda claro que no se cumplió al menos su primera sentencia: de ser así, la hija del hombre fuerte de este Gobierno, de quien todos aseguran que es el poder detrás del trono, no hubiera recibido la vacuna cuando no le correspondía.

Como ha ocurrido en otros casos, lo más probable es que al final de la investigación se sancione a la clínica o a un funcionario de rango menor, y que jamás se llegue al nivel de donde salió la orden.

Durante los últimos tres lustros, el discurso político de los líderes del Movimiento al Socialismo abundó generosamente en críticas a los periodos de Gobierno a 2006 por los cuoteos políticos, el nepotismo (la práctica de colocar a familiares de los gobernantes en cargos públicos), y toda suerte de favoritismos.

16 años después, queda claro que esas prácticas abominables del ejercicio del poder no es atribución exclusiva de las derechas, los centros, o los neoliberales; los izquierdistas, populistas y socialistas han demostrado que son capaces de “dar cátedra”, como decía un exvicepresidente, en las malas artes de la corrupción, el acaparamiento del poder o el cuoteo. Y para muestra de nepotismo y favoritismo, ahí está ese botón: la vacuna de Evaliz.

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