Opinión

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La voz de la niñez y adolescencia (II)

21 de abril de 2020, 3:00 AM
21 de abril de 2020, 3:00 AM

Como mencionamos en un anterior artículo el estudio “La Voz de la Niñez” realizado por UNICEF Bolivia en octubre de 2019 nos permite, a propósito del Día de la niña y del niño, tener un panorama amplio de las percepciones de la población de 12 a 17 años sobre el ejercicio de sus derechos civiles; culturales; sociales, que incluyen el derecho a la educación, a la protección, a la salud y los derechos sexuales y reproductivos; los derechos económicos, que miden la cantidad y la calidad de los alimentos; los derechos políticos, centrados en la participación sociopolítica; y los derechos de cuarta generación, referidos al medioambiente sano, a la información y comunicación y a la seguridad digital.​

Se verifica una elevado expectativa respecto al ejercicio del derecho a la educación puesto que el 87,8% de los encuestados se siente en condición de ir a la Universidad y el 97,7% valora la educación para tener éxito en la vida, pero además 65.9% considera clave la influencia de la educación como medio para reducir la discriminación racial. Sin embargo, la realidad contrasta drásticamente con esta expectativa, puesto que, si bien hemos avanzado casi universalizando la cobertura escolar en primaria, pero sólo cerca de seis de cada diez adolescentes concluyen el nivel de secundaria y si bien, cerca al 80% ingresa a las universidades y un 5% a institutos técnicos, sólo alrededor de un tercio logra titularse. 

En cuanto al derecho a la vida y la salud, el 61,8% de los niños y adolescentes entrevistados piensa que no reciben atención médica de calidad cuando se enferman y una revisión evaluativa de los datos, nos dice que la mortalidad infantil si bien ha disminuido en la última década en un 50%; sin embargo, aún alrededor de diez mil niños y niñas menores de un año fallecen por causas prevenibles al año y una cifra similar de menores de cinco años. Por otra parte, si bien la desnutrición crónica disminuyó de 32% a 16% en niños y niñas menores de 5 años; pero en el caso de los niños y niñas de 6 a 23 meses de edad, la desnutrición crónica sólo bajo en un 10%.

Por otra parte, tan solo el 22,2% se siente seguro de obtener información acerca de salud sexual y reproductiva y probablemente por ello los y las adolescentes relacionan el embarazo prematuro con desconocimiento, ausencia de conductas de prevención y falta de acceso a métodos anticonceptivos, y si bien cerca a la mitad considera que las y los adolescentes deberían poder decidir sobre su sexualidad, todos los estratos se encuentran en desacuerdo con la interrupción voluntaria del embarazo.

En cuanto al derecho a la participación tan solo el 51% de los encuestados considera que las opiniones de los niños, adolescentes y jóvenes son valoradas en el municipio en el que viven, disminuyendo al 43% en los niveles nacional y departamental, razón por la cual solo el 51% de los encuestados considera importante las elecciones presidenciales y en menor porcentaje sucede con las elecciones para alcaldes y gobernadores y tan solo el 43% de los encuestados considera que los jóvenes se reúnen y organizan cuando necesitan, pese a que el 74% considera que la política es una actividad muy importante en la que los adolescentes deberían participar más activamente.

Dentro los derechos de cuarta generación se midieron las voces de los niños y adolescentes de Bolivia respecto al derecho al medioambiente sano, a la información y comunicación y a la seguridad digital. Todos los estratos califican a su entorno como poco saludable y existe una preocupación y un compromiso general por el medioambiente, sin diferencias de sexo ni edad. Según ellos, las acciones más contaminantes son la quema de basura, la eliminación de basura en las calles y la eliminación de gases por el parque automotor, expresando además su desacuerdo respecto a la decisión estatal de permitir la búsqueda de hidrocarburos en parques nacionales y áreas protegidas.

Un estudio similar del 2012 muestra que los y las niñas y adolescentes se informaban principalmente por medio de la televisión y la radio; muy diferentemente a los resultados del 2019 el que presenta al núcleo familiar como el principal espacio para informarse, seguido de la escuela y en tercer lugar las redes sociales, respecto a las cuales sólo el 35% las considera seguras, sintiendo que las mujeres son más propensas a ser víctimas de violencia digital. Hoy en día, es importante que las y los niños y adolescentes tengan derecho a un Internet seguro, para que tengan acceso a la información, la comunicación, el diálogo y la participación.

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