Cayeron muy mal entre los disidentes del régimen cubano las recientes declaraciones del papa Francisco sobre su relación humana con el expresidente de Cuba Raúl Castro. El momento de estos elogios papales no podrían ser más desdichados porque justamente en esta semana se marca el primer aniversario de las protestas pacíficas en masa que se dieron el año pasado contra el sistema político que se impuso en Cuba hace más de sesenta años. Régimen que por causa de estas protestas ha apresado a más de 800 civiles bajo acusación de terrorismo, condenados y sentenciados desproporcionalmente y que muestran nomás que pese a la modernidad y a la vejez del régimen la impostura y la eliminación política de cualquiera que se oponga al régimen significa apresamiento o exilio político.

El historiador y activista católico Leonardo Fernández Otaño, que fue detenido en esas protestas pacíficas y que luego fue expulsado del doctorado que realizaba en la Universidad de La Habana, reaccionó a las declaraciones de Francisco indicando: “ Su santidad: hay palabras y declaraciones que hieren más que la represión. Escuche a la madre de esos jóvenes presos desde el 11 de julio del año pasado y dígale no a los poderosos. Le debemos eso al evangelio”, señaló públicamente.

¿Y qué fue exactamente lo que dijo Francisco?, fue en una entrevista otorgada a las periodistas mexicanas María Antonieta Collins y Valentina Alazraki, de las poderosas redes latinoamericanas Univisión y Televisa, en la que Francisco afirmó que la isla es un símbolo, por su gran historia: “ Yo amo mucho al pueblo cubano, con quien tuve buenas relaciones y también confieso que tengo una relación humana con Raúl Castro”.

Como era lógico la prensa del régimen la destacó y la puso en primeras páginas, pero los disidentes y exiliados cubanos expresaron su rabia e indignación en las redes sociales.

“La isla es un símbolo y tiene una gran historia” de totalitarismo y represión, en este aniversario se esperaba un pronunciamiento de solidaridad de su santidad. “Una relación humana” con las personas que sufren , protestó la presidenta de la Federación Española de Asociaciones Cubanas y de la Red de Mujeres Cubanas, Elena Larrinaga.

Los opositores cubanos ya habían expresado su rechazo a la forma tímida de cómo el Vaticano se había pronunciado en las protestas del año pasado. A eso se suma el hecho de que en octubre, bajo el argumento de haber recibido informaciones de un supuesto ataque a la Santa Sede, se prohibió la entrada de centenares de cubanos que querían participar de la celebración del Ángelus dominical, para dar visibilidad a una marcha que se realizaría el 15 de noviembre sobre la situación de los presos políticos.

Siendo el tercer pontífice en visitar Cuba el año 2015, Francisco fue recibido por Fidel Castro, que ya estaba jubilado, y saludado por su hermano Raúl, que resumió en la época el clima de cordialidad entre ambos diciendo: “Si el papa continúa así, volveré a la Iglesia católica” (plop), por lo que a partir de esa fecha se puede afirmar con toda seguridad que Francisco se convirtió en Cuba y para los cubanos en uno más de los elementos que dividen al régimen de la oposición. Triste papel el de Francisco.