Las luces y las sombras de Milei

Javier Milei, el libertario economista, cumplió un año en el poder. Su Gobierno tiene luces y sombras. De lo bueno hay que destacar que logró reducir drásticamente la inflación, que era uno de los problemas más graves de Argentina. Las sombras tienen que ver con las tentaciones autoritarias de este hombre de 54 años, que se ha mostrado intolerante a las miradas que son diferentes a la suya.

En un país de tradición peronista, fue una sorpresa el triunfo de un outsider sin historia política y con un discurso radical contra el “establishment” al que denominó “la casta”. Durante su primer año ejecutó reformas de fondo que lograron estabilizar la moneda, pero que sembraron más pobreza en Argentina. Aún así, los medios de este país dicen que cumple su primer año de mandato con una aprobación sobresaliente en las encuestas.

Javier Milei capturó las adhesiones de muchos políticos en la región, entre ellos muchos bolivianos. es un liberalista y su misión durante el primer año de mandato ha sido achicar el Estado a la mínima expresión. Es así que hubo cientos de miles de despidos en las oficinas del aparato público. Asimismo, frenó las obras estatales y la pauta publicitaria en los medios de comunicación. Además, cerró empresas estatales con la promesa de ahorrar y acabar con el déficit público. Hace algunos días anunció límites para el acceso a la salud pública, especialmente para extranjeros.

Cuando Javier Milei comenzó su mandato, la inflación mensual era superior al 25%; pero en noviembre de este año, la cifra bajó a poco más del 2%. Ese es el trofeo principal de este presidente. Además, redujo el déficit fiscal a punta de recortes de personal, de bonos y subsidios, además del cierre de empresas estatales y la liberalización de muchas actividades económicas, como la aeronavegación comercial0.

La otra cara de la moneda es el bajo crecimiento económico, que afecta sobre todo a los que menos recursos tienen. Durante el Gobierno de Javier Milei la pobreza está bordeando el 50% de la población y la indigencia también ha trepado al 13% de los habitantes. El ajuste económico golpea a los más débiles y ese es un factor que debe ser tomado en cuenta, porque encierra la fragilidad del camino recorrido cuando acabe el romance con el mandatario y la nueva condición económica.

También se redujo la renta destinada a las universidades, se obligó a miles de empleados públicos a acogerse a la jubilación y también se avanza en limitar el acceso de extranjeros a la seguridad social.

Periodistas y generadores de opinión le critican fundamentalmente la tentación autoritaria de Javier Milei. Su política comunicacional ignora a los medios de comunicación y opta por las plataformas sociales. Su discurso es agresivo y hasta descalificador de quienes no piensan como él y, más aún, para quienes se atreven a contradecirlo. También mantiene a raya a los que cogobiernan con él, ubicándose en el centro de todo. ¿Por cuánto tiempo?

El peligro de agredir al que piensa diferente es la intolerancia y la confrontación social. Los logros económicos son muy importantes para los argentinos, que vivían en el pesimismo dejado por la crisis. Pero eso no puede dar lugar a los sesgos autoritarios ni a la tendencia a la desinstitucionalización de un país tan importante y valioso para la región.