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28 de junio de 2024, 4:00 AM
28 de junio de 2024, 4:00 AM

En los últimos días se realizó la cumbre del G7 en Puglia con vista al Mar Adriático, siendo la anfitriona de la cumbre, la Primera Ministra Giorgia Meloni de Italia donde fueron invitados dignatarios, jefes de Estados, reyes y líderes empresariales; incluido en la lista con preferencia el Papa Francisco que es jefe de Estado de la Ciudad del Vaticano y símbolo de autoridad moral para la humanidad; en su participación no perdió la oportunidad para contextualizar y ampliar la mirada de los poderosos sobre la consecuencia de la Inteligencia Artificial en la vida de la humanidad, sin reducirla a un dilema ético-moral en cuanto si es buena o mala en sí misma.
Partiendo de lo anterior, el Sumo Pontífice recordó que la I.A: “Es sobre todo un instrumento y resulta espontaneo afirmar que los beneficios o los daños que este conlleve dependerá de su uso”. Por lo tanto, no se debe condenar a la Inteligencia Artificial como la posible causa de la destrucción de la humanidad según lo más exagerados (pero posible), o un nuevo modo de manipulación de los poderosos (la intención de algunos de los presentes en la cumbre); porque depende de las personas que la programan y utilizan el uso de la misma. Para garantizar el uso adecuado, no se debe perder de vista que todo instrumento creado por el ser humano, ha de estar orientado al servicio del mismo.
Sabiendo el Papa Francisco que de buenos deseos no se detiene el peligro propone: “Necesitamos garantizar y proteger un espacio de control significativo del ser humano sobre el proceso de elección utilizados por los programas de la Inteligencia Artificial. Está en juego la dignidad humana”. Ya que quien programa los algoritmos impone su visión del mundo y del ser humano, disputa en que se encuentran China y Estados Unidos; además, el trasfondo antropológico es que la I.A le va restando opciones a la libertad del ser humano, porque le propone (a veces impone) la opción permitida por el programador. Así mismo, como lo expresa el pontífice sino se regula la I.A desde sus primeros pasos peligra la dignidad humana, ya que le resta opciones de elegir cualidad relevante para toda persona y puede causar una gran brecha entre quienes tienen la oportunidad de acceder ella; además, de aprender a manejarla de tal manera que le sea de apoyo y no obstáculo para el desarrollo de su persona…

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