6 de enero de 2023, 4:00 AM
6 de enero de 2023, 4:00 AM


Yo no sé, pero el no haber calculado el costo político que le iba acarrear el secuestro y la prisión del gobernador Luis Fernando Camacho, al actual presidente del Estado realmente deja mucho que desear de sus habilidades para lidiar con tácticas y estrategias políticas. Y es que además de abusiva la detención es descabellada y que fue posible con la ayuda de ese juez abyecto, que ordenó la prisión de Camacho, en el caso “ Golpe 1”.

Tengo mis dudas de que Arce Catacora sea ingenuo, pero que esta vez demostró un altísimo grado de asnería no se puede negar. Antes del secuestro de Camacho su popularidad en Santa Cruz (primera quincena de diciembre) alcanzaba el setenta por ciento. Hoy si bien no existe medición todavía, me animo a suponer que esa popularidad debe estar bordeando el noventa por ciento, mientras que el presidente Luis Arce Catacora ha caído, estrepitosamente, al peligroso número del veintiséis por ciento de popularidad a nivel nacional. Es decir, su popularidad se desplomó no porque solamente apresó a Camacho, sino porque además demostró la cara siniestra de un régimen dictatorial, opresor y abusivo. Eso molesta a la gente y no va a existir bono o dádiva que mejore la popularidad de este aprendiz de político.

Ahora bien, otro error político que se debe acusar a opositores y a los circunstanciales perseguidos de Luis Arce es que hasta ahora no han podido contrapesar el discurso de que en Bolivia no hubo golpe de Estrado y más bien lo que existió fue un estrepitoso fraude electoral seguido de una revuelta popular que derivó en la renuncia y huida del autor de ese fraude, Evo Morales Ayma.

Recordemos: A fines de octubre de 2019, el entonces canciller Diego Pary y el secretario general de la OEA firmaron un informe vinculante, denominado “Análisis de Integridad Electoral”, el mismo que en su parte más relevante indica lo que sigue: ... “El equipo auditor ha detectado una manipulación dolosa de los comicios en dos planos. A nivel de las actas, a partir de la alteración de las mismas y la falsificación de las firmas de los jurados de mesas. A nivel del procesamiento de los resultados, a partir del redireccionamiento del flujo de datos a dos servidores ocultos y no controlados por personal del TSE, haciendo posible la manipulación de datos y la suplantación de actas. A ello se suman irregularidades graves, tales como la falta de resguardo de las actas y la pérdida de material sensible”.

“Los hallazgos detallados revelan, asimismo, la parcialidad de la autoridad electoral. Los vocales del TSE, quienes debían velar por la legalidad e integridad del proceso, permitieron que se desviara el flujo de información hacia servidores externos, destruyendo toda confianza en el proceso electoral. Debe tenerse en cuenta que este ha sido un ejercicio de auditoría acotado, tanto en el tiempo del que se dispuso como en relación con los componentes del proceso que fueron analizados. Excede a este informe lo ocurrido en la etapa preelectoral y los hallazgos de la Misión de Observación de la OEA respecto a la inequidad de la contienda y el accionar del TSE en la fase anterior a los comicios”.

“No obstante, los hallazgos son contundentes. El equipo auditor no puede ignorar el conjunto de manipulaciones e irregularidades observadas a través del trabajo en terreno y del análisis de las más de 200 denuncias y comunicaciones con información que se recibieron. Hacerlo sería un acto de suma irresponsabilidad y supondría incumplir el mandato asumido al momento en que se aceptó realizar la auditoría”. Extractado del Informe Final de la OEA en su capítulo Conclusiones.

El fiscal general del Estado, Luis Lanchipa, se hizo de la vista gorda y más bien alentó a que se viabilice el Caso Golpe 1. Lo grave es que muchos en Bolivia creen que hubo un golpe de Estado que sacó a Evo Morales. Por eso es necesario, en estos momentos de grandes reivindicaciones, es urgente hacer una campaña masiva de medios, de voceros y de la ciudadanía en redes sociales aclarando que en Bolivia no hubo golpe de Estado y sí la renuncia y la fuga de Evo Morales siendo el único responsable de las muertes de Senkata, Montero y Sacaba, que dígase de paso, mandó a cercar y dejar sin alimentos a las ciudades, y eso lo hizo desde su autoexilio, lugar al que fue trasladado desde Chapare.

Hubo fraude, Evo renunció, Evo huyó, hubo sucesión constitucional ¿dónde estuvo el golpe de Estado? Tarea para los políticos.

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