Muchas personas decidieron apostar por este formato luego de ver una necesidad de consumo en la cuarentena. Supermercados no los consideran competencia

18 de mayo de 2021, 9:37 AM
18 de mayo de 2021, 9:37 AM

La pandemia trajo consigo una serie de cambios de hábito, desde la manera en que saludamos hasta lo que se consume. Y en parte de esas modificaciones también está dónde se compra. Desde el año pasado se ha visto un crecimiento de minimarkets y tiendas de conveniencia en diferentes zonas de Santa Cruz de Sierra. Algunos expertos dicen que los emprendedores detectaron una necesidad en el mercado por la pandemia y vieron una gran oportunidad para invertir o abrir este tipo de negocios más cerca de los clientes, en los barrios o zonas estratégicas.

Para el sector de los supermercados la apertura de estos establecimientos no es una competencia, más bien consideran que su presencia es benéfica para los consumidores, la sociedad y el Estado en su conjunto.

Recordemos que cuando empezó la cuarentena por la pandemia de Covid-19, en su momento los supermercados y las grandes tiendas se empezaron a “comer a las pequeñas tiendas” porque efectivamente tenían todo en un solo lugar y la tiendita de barrio iba muriendo. Pero con la llegada de la cuarentena, especialmente porque no se podía ir al supermercado a cualquier hora, había horarios y restricciones, y muchos pensaron en que era un buen negocio abrir pequeñas tiendas, explicó el especialista en Marketing, Mariano Cabrera.

Son tiendas de conveniencia que han aprovechado la oportunidad e impulso de una situación, solo que hay que ver si son sostenibles en el tiempo. Muchas cadenas como Tiendas YA! encontraron en la cuarentena un momento ideal para capitalizarse en un corto periodo de tiempo, algo que hubiese costado más años”, explicó Cabrera.

Por ejemplo, Quina en sus dos años de operación en el país ha abierto 35 sucursales en Santa Cruz de la Sierra, desde zonas residenciales como El Remanso hasta zonas más populares como la avenida Cumavi, así lo explicó Yanina Hira, jefa de la franquicia.

Los más interesados fueron personas que durante la pandemia se quedaron sin trabajo y encontraron la oportunidad de invertir; por ejemplo, su liquidación.

Una persona que quiera abrir un negocio como Quina debe contar con $us 8.000, además pasa por un proceso de evaluación donde se ve si tiene cualidades en atención al cliente. 

“Estamos entregando nuestra marca y nuestra identidad y necesitamos que estén bien manejados, porque el día que sucede algo en la tienda no la identifican como la tienda de tal, sino que se refieren a la marca”, puntualizó Hira.

La jefa de franquicia comenta esto precisamente porque considera que el éxito de la expansión de Quina radica en la atención personalizada, ya que los emprendedores que abren las tiendas son personas del lugar, que conocen los requerimientos de los clientes y escuchan sus necesidades de consumo.

Otro negocio de estas características, que nació en 2016, y que está en expansión es Tiendas YA!. Terminó el año 2019 con 80 tiendas abiertas y actualmente tiene 106. Espera cerrar el 2021 con la apertura de 140 tiendas en diferentes zonas de la ciudad.

“Llevamos más de $us 5 millones invertidos y seguiremos invirtiendo. Con el modelo actual de ‘Empresarios de TiendasYA’ la gente puede ser parte del proyecto con tan solo $us 8.000 como depósito de garantía”, apuntó el gerente general, Fernando Delius.

Con respecto a cómo saben cuál es el mejor lugar para invertir, Delius dijo que en Bolivia hay muy poca data y si hay está desactualizada, pero que utilizan indicadores considerados clave. “Es más, aún con data hay lugares en los que no es rentable abrir y deben cerrar porque no rinden. El retail es así, lo importante es medir constantemente los indicadores clave”, explicó.

Perspectivas de crecimiento

Tiendas YA! con el modelo de negocio, que considera exitoso, tiene el objetivo de abrir una sucursal en cada barrio. Esperan llegar a las 300 en un par de años.

Sobre el mismo tema, desde Quina explicaron que recientemente realizaron una alianza estratégica con Genex y, aparte de estar en diferentes zonas, estarán en los surtidores. En una primera etapa estarán presentes en cuatro estaciones de servicio y a futuro esperan estar en todas, además están prontos a abrir en cuatro zonas más.

“Aspiramos a subir de $us 8.000 a $us 20.000, una vez esté consolidado el proyecto, ya que aproximadamente ese es el monto que realmente cuesta montar una tienda Quina”, apuntó la jefe de la franquicia.

Aún así, con este boom de apertura de tiendas de estas características en la ciudad, para Jorge Castrillón, CEO de Be Human- We Believe In You, Bolivia está retrasada con respecto al mundo en lo que son los canales de distribución, esto tiene que ver con que es el país con mayor cantidad de informalidad en el trabajo, y con más informalidad en el sector de comercialización de productos masivos. “En el mundo, el 1% de los puntos de venta comercializa el 70% del consumo”, citó.

Por otro lado, Castrillón opina que la explosión de los minimarkets y tiendas de conveniencia también tiene que ver con que explotó la entrega por delivery y esos negocios también van a ser delivery a futuro.

Así como Cabrera destaca la expansión de estos negocios, también exhorta a ver cómo le va a ir en un futuro.

“Hay que analizar si no es un negocio que volverá a caer en su momento; por ejemplo, cuando la gente esté vacunada y todo vuelva a la supuesta normalidad”, señaló el experto.

Competencia

El presidente de la Asociación Boliviana de Supermercados (Asobsuper), Sergio Weise, dio su opinión sobre esta nueva tendencia. “La instalación de minimarkets o supermercados exprés como se les suele denominar, benefician a la población y al consumidor final porque acercan la provisión de productos y hacen más cómoda la compra”, dijo el ejecutivo.

Además, saludó las nuevas iniciativas y les deseó éxito. “Consideramos que tratándose de empresas formales, que cumplan las normas que rigen para todos los que operamos en el sector, tales como pago de impuestos, pagos de patentes, cumplimiento de normas sanitarias, pagos de obligaciones sociales entre otros, su presencia es benéfica para los consumidores, la sociedad y el Estado en su conjunto. Todos ganan cuando se hacen inversiones apegadas a la formalidad económica e institucional”, expresó Weise.