8 de julio de 2022, 4:00 AM
8 de julio de 2022, 4:00 AM


La reversión del comercio global está en marcha, las mercancías consumibles y los bienes tangibles pierden posición en el crecimiento del comercio global frente al creciente comercio de servicios, aun a pesar de la inflación mundial que soportan los alimentos y combustibles fósiles, además de la energía en términos generales. El valor del comercio de servicios después de la pandemia del último bienio, se ha incrementado de forma exponencial reforzado por el comercio electrónico y las facilidades de los medios de pago.

Según reporte de la Organización Mundial de Comercio, el Barómetro del Comercio de Servicios está superando al comercio de bienes en las proyecciones al segundo trimestre de 2022, lo que apunta a un posible cambio en los patrones de consumo de bienes a servicios. Si bien ambos son complementarios en el comercio mundial, pues la mayoría de los servicios están asociados a las cadenas de suministro de las mercancías, como el transporte, seguro, almacenaje, puertos, aeropuertos y gran parte de los servicios financieros, también han crecido otros servicios como el turismo, medicina, multiplicidad de servicios digitales y profesionales y otros.

El informe señala que “entre los índices que componen el Barómetro del Comercio de Servicios, el índice de transporte aéreo de pasajeros (117,1) registró el aumento más fuerte, lo que contribuyó a la lectura por encima de la tendencia en el índice mundial. Los buenos resultados en el índice de gestores de compras de servicios (105,1) y los servicios de tecnología de la información y la comunicación (104,2) también ayudaron a elevar la lectura del barómetro de servicios. Si bien se mantiene por encima de la tendencia, el índice de servicios financieros (101,7) parece haber perdido impulso recientemente, posiblemente debido a las sanciones impuestas a la Federación Rusa en relación con el conflicto en Ucrania. Otros índices, incluidos el transporte de contenedores (101,5) y la construcción (101,1), se mantienen ligeramente por encima de la tendencia”.

La evolución reciente del comercio de servicios se ilustra en el índice de actividad del comercio de servicios, que proporciona una medida aproximada del volumen real del comercio mundial de servicios teniendo en cuenta las variaciones de los precios y los tipos de cambio. El índice ha mostrado un crecimiento lento pero constante desde que el comercio de servicios tocó fondo en el segundo trimestre de 2020 en las primeras etapas de la pandemia mundial. El índice siguió avanzando hacia la recuperación en el cuarto trimestre de 2021 con un incremento interanual del 15,6 %, aunque se mantuvo un 8,9% por debajo de su pico previo a la pandemia en el segundo trimestre 2019.

El comercio mundial de mercancías alcanzó el 2021 la suma de 45 billones de dólares (exportaciones e importaciones) con un crecimiento del 9,6%, en tanto el producto global bruto de la economía mundial solo creció al 3,3% respecto al año de la pandemia, mientras que aún se estima que el comercio de servicios a nivel global alcanzó los 14 billones de dólares el 2021, todavía el equivalente a un tercio del comercio de bienes. Los servicios de mayores ingresos son el transporte (17%), tecnologías de información y comunicación (14%), viajes de personas (11%), servicios financieros (11%), derechos de propiedad, marcas y patentes (8%). Los mayores exportadores de servicios son Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, China y Francia.

En Bolivia el desarrollo del comercio de servicios es aún incipiente, el transporte se limita al traslado de poco más de diez millones de toneladas que constituyen el comercio exterior del país, no habiendo posibilidad de prestar este servicio a otras cargas del continente dado las limitaciones logísticas y de infraestructura que tiene el país, tampoco tenemos nodos aéreos y menos fluviales.

Los servicios relacionados con la computación y la tecnología adolecen de un acceso digital costoso y de baja calidad, al igual que es escasa la posibilidad de generar viajes a Bolivia para atraer turismo, dada la alta conflictividad e inseguridad que vive el país.

Los servicios destinados al mercado interno han crecido en oferta y calidad, en particular los delivery, ventas on line, oferta de hoteles y restaurantes, así como la oferta de transporte interno tanto aéreo como carretero. El consumo interno y la estabilidad en los ingresos han sido claves para incrementar la demanda de estos servicios que en gran parte ocupan el empleo informal.

El año 2021 Bolivia tuvo ingresos por servicios equivalentes a 407 millones de dólares, mientras que generamos un gasto de 1.991 millones de dólares que representó un déficit comercial en servicios de 1.584 millones de dólares, lo que muestra una caída del 6% en los ingresos y un aumento del 14% en los gastos por servicios respecto al año 2020.

Una estrategia de generación y exportación de servicios requiere de infraestructura logística, de educación moderna y tecnológica, de una política de incentivos al turismo receptivo, e indispensablemente de un gobierno progresista abierto al mundo, no interesa si es de derecha, del centro o de izquierda.

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