Lucha contra los prejuicios

Carolina Ida Ours es una bloguera y activista francesa que lucha contra la tendencia de hacer invisibles a las mujeres mayores de 50 años. Su imagen en ropa interior para la temporada de la marca Darjeeling provocó una avalancha de comentarios, unos entusiastas y otros de rechazo e incluso de odio. Sin embargo, eso no la desanima

“Influencer, ¡esa es una palabra que odio!”. Demasiado “pomposa” ... “Y luego odio los encasillamientos”, de los que siempre ha tratado de desprenderse y ha hecho lo posible para ayudar a otras mujeres a que hagan lo mismo. “Todo el mundo es dueño de su vida. No me gusta esa idea de influir. Estoy categorizada pero solo soy una mujer de 61 años que ha adquirido su libertad desde hace mucho tiempo y que busca inspirar a los demás. Sobre todo, me gustaría que las mujeres que se han perdido en el camino de la vida puedan aferrarse a mi experiencia y mejorar”, dice Carolina a la revista francesa La Montagne, luego de presentar su libro Generation Silver: sin tabúes ni límites! “Me gustaría romper esta invisibilidad de las mujeres mayores de 50 años en la sociedad”.

Por haber estado allí, sabe lo que es volverse ‘transparente’. En su último trabajo como vendedora de una diseñadora de carteras, se había “convertido, en el último año, en una especie de planta verde colocada en medio de la oficina y que ya no se riega. Yo era invisible. Realmente fue la primera vez que sentí eso en mis entrañas. Mis jefes pasaban junto a mí sin verme. Fue muy violento”.

Entonces ocurrió un “accidente de salud grave”. “La vida me detuvo de repente”, dice Caroline Ida, que tuvo un problema cerebrovascular que la dejó en coma. “Cuando me desperté en todos los sentidos de la palabra, supe que no podía volver a trabajar en la misma empresa”. A los 57 años, se encontró “libre”. Como a los 45 años, cuando dejó el negocio familiar para valerse por sí misma.

“¿Pero qué hacer con esa libertad a los 57? Tiré botellas al mar, ninguna volvió… Yo, que vengo de una familia de emprendedores, me dije que era hora de usar mis genes y crear mi vida”.

Ya tenía una pequeña cuenta de Instagram, le pidió a hija que cree su blog. “Sentí ondas positivas empujándome”.

Así comenzó su nueva vida. Esta madre de dos hijos mayores habla de todo, menopausia, sextoys, bienestar, moda, deporte… “Quiero hacer estallar tabúes”.

Recuerda que un día, en una parada de autobús, vio un cartel con una mujer plateada (palabra que prefiere a mayor).

“Me acerco y me doy cuenta de que se trata de un cartel acerca de la incontinencia urinaria. ¿Por qué usar solo a las mujeres plateadas para hablar de esto? Es restrictivo”.

Esta injusticia también, porque se enfatiza en que el hombre con canas gana en encanto . “No existimos en los medios, en la televisión, en el cine… También es complicado encontrar trabajo. Es como si esta mujer ya no tuviera ninguna función. Ya no procrea… Sin embargo, sigue activa ”. Y sobre todo, necesita “identificarse”. “Gracias a las redes sociales, las mujeres plateadas finalmente se están movilizando”, afirma.

“Bodypositivity” es el credo de Caroline Ida, quien se llama a sí misma una “feminista romántica”.

“Algunas mujeres me dicen que gracias a mí se maquillan, salen a caminar, hacen yoga, se cuidan, se reconectan con sus cuerpos. Encuentran en mí a una mujer normal, que se parece a ellas”.

Tales retornos la hacen feliz, el altruismo la guió durante mucho tiempo. “Amo la vida y las personas”. Prueba de que nunca es tarde, recuerda que en vísperas de su 60 cumpleaños, en 2019, la modelo plateada realizó su primera pasarela en el Salón de la lencería de París. “Fui con la cabeza en alto, a pesar de mis imperfecciones, y me divertí. Era como si estuviera sosteniendo una pancarta que decía “Mírame, míranos, existimos, seguimos siendo sexys y deseables”.