El gerente general de la petrolera GTL Internacional plantea usar perforación horizontal en campos maduros y no temer el desarrollo de hidrocarburos no convencionales para subir la producción de gas y crudo

13 de marzo de 2022, 4:00 AM
13 de marzo de 2022, 4:00 AM


El ingeniero petrolero y presidente de GTL Internacional (GTLI), habló sobre la realidad del principal negocio del Estado: el gas natural. Propone usar nuevas tecnologías para sacar un mayor provecho a los megacampos e incrementar la producción de gas y crudo.

_ ¿Cómo evalúa la situación del sector hidrocarburífero?
La situación del sector hidrocarburos es muy difícil. Por primera vez en los últimos 20 años, los egresos por importación de diésel y gasolina pueden ser mayores que los ingresos por exportación de gas. Esa posible situación puede generar escenarios de inestabilidad económica, política y social.
La buena noticia es que es posible prevenir eso, aumentando rápidamente la producción del gas y del petróleo que existen en áreas con contratos vigentes, en formaciones (capas de la tierra) que hasta ahora no se han explotado y que contienen considerables cantidades de petróleo y gas, pero que producen poco, o casi nada, si sólo se aplica la tecnología tradicional, llamada convencional; es decir, pozos verticales. Estas formaciones tienen baja permeabilidad o nula permeabilidad, y no permiten que el petróleo llegue al pozo desde zonas más lejanas.
Ellas están presentes en todas las áreas bajo contrato, en campos maduros y antiguos, en las áreas de los megacampos, donde no han sido “tocadas”. 

_ ¿Cuál es la posición de Bolivia como actor del sector energético en la región?
Su posición se ha debilitado por la insuficiencia de reservas probadas y de nuevos descubrimientos, esto provocó una natural disminución de la producción diaria.
Si bien los precios son altísimos por la reactivación económica del mundo post Covid y el efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania, una vez que esos efectos pasen, bajarán porque la oferta del gas no convencional en el mundo es grande (y seguirá aumentando) debido a que sus costos de producción y transporte por barcos bajaron. En ese escenario, el gas boliviano será menos atractivo por sus mayores costos. La posición boliviana en el mediano y largo plazo va a gravitar menos en la región.

_ Los proyectos de exploración demoran mínimo siete años ¿qué alternativas existen?
La principal alternativa es evaluar la perforación horizontal de formaciones nuevas en las áreas con contratos, pero es necesario aplicar tecnologías y operaciones que son más caras. Sin ellas y con la tecnología tradicional (es decir sólo pozos verticales), no se logran cantidades comerciales. Las que producen poco son arenas (areniscas) de baja permeabilidad. Las segundas, las no convencionales y que contienen la mayor cantidad de gas y petróleo, son lutitas o esquistos con mucho contenido de arcilla.
En las de baja permeabilidad puede ser suficiente una sola fractura desde el pozo vertical, o aumentar al pozo un sector horizontal y lograr producciones rentables. En las no convencionales, es necesario crear, desde ese tramo, muchas fracturas verticales para drenar las capas (fracking), para lo cual requiere mucha inversión adicional y una forma operativa diferente. Un ejemplo de oportunidad para aumentar la producción de petróleo y gas en un campo en operación es Incahuasi. Pero la formación Iquiri del campo no ha sido probada, y es en Camiri, la gran productora de petróleo, que fue el mayor yacimiento de petróleo en toda la historia de Bolivia. Ya hay caminos, planchadas y la infraestructura necesaria.

_ ¿Este es un camino para usar el fracking en el país?
La perforación horizontal no es nueva. Ya se ha realizado en Bolivia en algunos casos para lograr mayores caudales desde yacimientos convencionales. Lo realmente nuevo sería la creación de esas fracturas verticales; es decir, el fracking, que está cambiando el mundo de los hidrocarburos.
En los países donde se aplica con éxito y bajo medidas de control para evitar riesgos al medioambiente, los yacimientos no convencionales explotados con fracking constituyen la mayor fuente de reservas y de producción, como en EEUU, Canadá y Argentina.
Es urgente evaluar el potencial -ya probado- de yacimientos no convencionales, en Bolivia y definir un marco legal y fiscal que lo haga posible, atraiga los capitales y tecnologías bajo estrictas regulaciones que eliminen los riesgos ambientales.
Los yacimientos de baja permeabilidad y los no convencionales son la única ruta para garantizar la seguridad y sostenibilidad energética a largo plazo.

_ ¿Qué se necesita para hacer atractiva la exploración y producción de gas y crudo?

Es necesario mejorar o cambiar esas leyes. Ese es el caso actual. Ha concluido un ciclo económico y estamos iniciando otro. Son necesarios cambios en la actual Ley 3058 y en los decretos y resoluciones que derivan de ella, para hacer más atractiva la inversión en exploración y explotación de los yacimientos convencionales.
En paralelo, para las formaciones de baja permeabilidad es necesario crear un incentivo económico adicional. En el caso de los no convencionales, es necesaria una nueva ley.

_ ¿Es factible realizar la perforación horizontal y el fracking?
Como mencioné antes, la perforación horizontal ya se ha realizado en Bolivia en yacimientos convencionales. Ahora, debe aplicarse a formaciones de baja permeabilidad. Y en cuanto al fracking, es muy factible su aplicación en Bolivia, pero primero debe crearse el marco normativo y fiscal, y las condiciones de logística pues se maneja mucha más cantidad de insumos y materiales que en los convencionales.

_ ¿Son realmente Vaca Muerta (Argentina) y el Presal (Brasil) una amenaza para la producción de gas?
No son una amenaza. Son una realidad. La disminución y eventual pérdida de los mercados de exportación de gas a Brasil y Argentina, debidas tanto a la creciente oferta tanto de gas norteamericano vía barcos como a la producción propia en ambos países, son realidades irreversibles ya evaluadas por las grandes empresas tales como Petrobras, Shell, Total y Repsol, y principalmente por ello, dejaron de invertir en proyectos exploratorios cuyo tiempo hasta recibir los primeros ingresos toman de 5 a 7 o más años.
Es una necesidad estratégica del Estado boliviano crear las condiciones para tener un nuevo mercado que consuma gas en grandes volúmenes, si no el sector se muere. La única y gran opción es la siderurgia, junto a proyectos petroquímicos de alto consumo de gas, como el metanol, GTL, urea y otros, a ser desarrollados en una ciudad industrial en Mutún.

PERFIL

Luis Carlos Kinn Franco es ingeniero petrolero con maestría en recuperación mejorada de hidrocarburos, con especializaciones en geología petrolera, geología de exploración en el subandino boliviano. También tiene especialidad en la evaluación de formaciones, producción de gas y petróleo, entre otras. Trabajó 24 años en Schlumberger, la empresa
de servicios petroleros más grande del mundo. Actualmente, es presidente de la empresa petrolera GTL International S.A.

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