Luis Estrada, vicepresidente de Soluciones, Molienda y Materias Primas de Alicorp, ve que hay buena ‘madera’ en el agro boliviano. La tierra es de calidad y los productores están abiertos a las innovaciones. El trabajo es la transferencia de tecnología y buenas prácticas para que el talón de Aquiles del campo nacional: la productividad, suba y pueda hacer frente a la oferta de los países soyeros de la región

 ¿Cuáles son las perspectivas del mercado internacional para la soya y el girasol en 2023?

El mercado de los aceites, donde la soya y el girasol son relevantes, viene presentando una serie de desafíos. Aunque se han visto algunas disminuciones en el precio, se mantiene mucha volatilidad que viene dándose por factores geopolíticos, climáticos y macroeconómicos.

El Fenómeno de la Niña, que afecta las cosechas de Argentina con fuertes sequías; en adición, al ser commodities agrícolas de alto valor internacional, la soya y el girasol también son usados para la generación de energía, produciéndose una demanda que antes no existía.

También es importante observar cuál va a ser el impacto en la demanda proveniente de China en línea con las políticas relacionadas a las restricciones y liberaciones impuestas por el Gobierno chino ante el covid-19. Sumado a ello, el conflicto entre Ucrania y Rusia continúa poniendo una prima de riesgo, lo que afecta directamente al complejo de oleaginosas por su relación con los biocombustibles.

 ¿Qué mercados son los que se perfilan con más demanda?

A escala mundial, China es el mayor destino para la soya. Por tanto, lo que ocurra en ese mercado afecta directamente a los precios. Ahora, ese país se está reabriendo a la actividad comercial, lo que permite prever más demanda de soya, aunque eventos como nuevos focos de covid-19 podrían volver a restringirla. 

Por otro lado, los productos de Bolivia tienen como principal mercado los países de la región andina, como Colombia, Perú, Ecuador y Chile, por la cercanía geográfica. 

 Desde Alicorp ¿cómo ven el desarrollo de la producción de soya y girasol en Bolivia?

Somos optimistas con el desarrollo productivo actual. En esta campaña de verano estamos teniendo buenas lluvias en las regiones productivas, aunque con algunos problemas de inundaciones en zonas aisladas, pero en general vemos un buen año.

Asimismo, estamos apostando de forma permanente por el incremento de la productividad en los campos. Tenemos un Concurso de Productividad anual, donde premiamos a los mejores rendimientos. En 2022, los agricultores participantes lograron una mejora realmente importante en el rendimiento de sus cultivos, de hasta 4,9 toneladas por hectárea, muy superior al promedio nacional de 2 a 3 toneladas por hectárea. El premio para los tres ganadores fue un viaje a la Argentina, donde pudieron conocer acerca de nuevas tecnologías agrícolas y cómo poder aplicarlas en sus campos. También desarrollamos el Programa de Análisis de Suelo, en el cual apoyamos al agricultor a trabajar en fertilización, corrigiendo deficiencias de macro y microelementos de sus terrenos de cultivo. 

 ¿Qué ventajas comparativas tiene Bolivia con otros países a la hora de producir oleaginosas?

Bolivia tiene como mayor ventaja la calidad de los suelos, que presentan menor deficiencia de nutrientes en comparación a otros países de la región. Asimismo, al estar más cerca de la costa del Pacífico podemos llegar mejor a varios destinos.

Sin embargo, tenemos muchos desafíos por delante. La productividad es uno de ellos. Como ya señalé, en Bolivia hay rendimientos promedio de 2 y 3 toneladas por hectárea versus 3,3 a 3,5 toneladas en países como Brasil y Estados Unidos en condiciones normales de clima. En este marco, debemos trabajar más en la transferencia de tecnología al campo y por qué no hablar de nuevos eventos biotecnológicos que nos podrían ayudar a mejorar los rendimientos. Otro gran desafío es la logística; al ser Bolivia un país mediterráneo, debemos usar varias rutas con cruces de fronteras y nos afectan los problemas de bloqueos de caminos.

 ¿Qué les incentiva estar en Bolivia y qué perspectivas de inversión tienen?

Bolivia es un país estratégico para Alicorp, donde tenemos inversiones importantes no solo en la molienda de soya sino en el negocio de consumo masivo y contamos con plantas en Santa Cruz y Cochabamba.

Desde el negocio de molienda estamos enfocados en incrementar la productividad de nuestros agricultores con una propuesta de valor enfocada en sus necesidades y también proveer herramientas de mitigación de riesgo de precios trabajando cerca ellos.

Nuestro propósito es Alimentar un Mañana Mejor y para ello desarrollamos toda la cadena de valor, desde el campo hasta la mesa del consumidor.

 ¿Cuáles son las soluciones que Alicorp puede brindar a los productores bolivianos?

Nuestro desafío en el campo es transferir conocimiento e introducir innovaciones en la producción. Organizamos ciclos de conferencias técnicas y de mercado a cargo de expertos internacionales para brindar información actualizada; e introducimos nuevas tecnologías, como nuestro premiado asistente virtual Chatbot Felipe, que asiste a los productores 24/7.En 2023, nuestro foco es seguir acompañando a los productores durante todo el ciclo productivo.