El inversionista boliviano dijo que estuvo reflexionando personalmente sobre todo el fiasco de FTX y le enseñó una vez más que nunca se debe invertir por impulso

20 de noviembre de 2022, 4:00 AM
20 de noviembre de 2022, 4:00 AM


La noticia del mes si no es la del año. Durante cenas y mensajes de texto, financieros de Wall Street y Silicon Valley, y legisladores en Washington, debatieron si el colapso multimillonario de FTX, la compañía de intercambio de criptomonedas fundada por el niño prodigio Sam Bankman-Fried, debería compararse con la caída de Enron, Lehman Brothers, Bernie Madoff o MF Global.

Sin embargo, todo fracaso provoca una reflexión y enseñanza a futuro. Es lo que ha querido rescatar el boliviano Marcelo Claure, exejecutivo de SoftBank que ayudó a liderar la inversión del conglomerado tecnológico japonés en FTX. “He estado reflexionando personalmente sobre todo el fiasco de FTX y me enseñó una vez más que nunca debemos invertir debido a ‘FOMO’ y siempre debemos entender al 100 % en qué estamos invirtiendo. Fracasé totalmente aquí en ambos”, tuiteó el inversionista.

Sin embargo, ¿qué es ‘FOMO’? Se trata de un concepto que puede aplicarse al ámbito de las inversiones, como sucede a menudo con las criptomonedas, o también en la economía o en cualquier faceta de la vida. FOMO (Fear Of Missing Out, es decir, “miedo a perdérselo” o “miedo a dejarlo pasar”).
De acuerdo a lo que publica eleconomista.es, FOMO hace referencia al impulso que muchos sienten por quedarse fuera, en este caso, de una compra o inversión. Y esto es algo que está ocurriendo con las criptomonedas.

Ese miedo a perder el tren puede provocar una mala toma de decisiones por parte del inversor. Provoca que el inversor entre a destiempo en los mercados porque ve el precio subir y subir, y entonces comienza a perseguirlo. Es algo que nunca debe hacerse, pero cuando la emoción se apodera de la razón se pueden dar incluso los errores más infantiles.

¿Quién es el culpable?
La semana pasada, tras los rumores de que FTX no tenía suficiente liquidez, los clientes comenzaron a hacer frenéticos retiros de sus inversiones. La firma vale ahora menos de $us 1.000 millones, una caída del 94% de su valor en un solo día. 

La pregunta más inmediata y práctica es cómo se podría haber evitado tal desastre y qué lecciones hay para los negociadores que impulsaron el ascenso de Bankman-Fried. ¿Fue una falta de regulación estadounidense? Más o menos, pero no realmente: FTX tenía su sede en las Bahamas. ¿Debería EEUU haberse movido más rápido para crear un entorno regulatorio atractivo para que empresas como FTX se hubieran mudado y tuvieran que cumplir con las reglas de Washington? Quizás.

Muy pocos inversores -además de Claure- son públicamente introspectivos acerca de sus errores. Sequoia Capital, que tuvo que reducir a cero su inversión de $us 120 millones en la empresa FTX, defendió su diligencia debida, incluso después eliminó una carta hagiográfica sobre el intelecto “asombroso” de Bankman-Fried cuando su empresa implosionó.

Con información de The New York Times, Bloomberg y eleconomista.es