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18 de julio de 2024, 4:00 AM
18 de julio de 2024, 4:00 AM

El 29 de julio se cumplirá un año de la fuga de Sebastián Marset, calificado como un poderoso narcotraficante que vivía en Bolivia y que manejaba el comercio de sustancias controladas desde nuestro país, Paraguay y Uruguay hacia Europa. El uruguayo se convirtió desde entonces en el hombre más buscado del Cono Sur y, al mismo tiempo, en un objetivo imposible de localizar hasta el momento.
Algo cambió, porque su esposa fue detenida cuando intentaba ingresar a España. Policías de Interpol la interceptaron y la capturaron. Ahora Paraguay tramita la extradición para que ella sea procesada en ese país.
Sebastián Marset captura la atención porque se trata de un hombre de aproximadamente 30 años que logró controlar todo el circuito del narcotráfico en los tres países. Estaba vinculado a la producción de cocaína y también a la exportación de esta sustancia ilegal; además, supervisaba el ciclo de blanqueo del dinero que provenía de la actividad ilícita. Se calcula que movió alrededor de 500 millones de dólares en unos cuatro años y que era el todopoderoso del puente aéreo de la cocaína desde Bolivia.
Y llama más la atención, porque este hombre consiguió una identidad falsa en el país (Luis Paulo Santos Amorim), con la que logró insertarse en la sociedad, codearse con personajes conocidos del medio y hasta ser dueño de un club de fútbol de segunda división, para el que contrató a futbolistas de renombre. Así vivió desde septiembre de 2022 hasta julio de 2023 sin que nadie se cuestione de dónde apareció y cuál era el respaldo de la gran cantidad de dinero que manejaba y ostentaba.
Solo cuando la Policía de Paraguay emitió un informe completo y detectó a la hermana de Marset en Santa Cruz fue cuando se comenzó a seguir la pista de este hombre acusado de narcotráfico. La presión paraguaya obligó a hacer operativos de captura, pero estos fueron fallidos porque Marset aparentemente fue alertado y logró escapar. Más adelante, él mismo diría en redes sociales, que le avisaron sobre los operativos y hasta se burló de las principales autoridades antidroga del país.
Marset es acusado de estar detrás del crimen de un fiscal que lo investigaba. En Bolivia poseía propiedades en las que guardaba armas de grueso calibre. Aún así, permanecía impune.
Hace un par de días, la Fiscalía comunicó que buscaba que se declare en rebeldía a Marset por una investigación sobre legitimación de ganancias ilícitas. Una vez logrado, en audiencia cautelar iban a demandar que se lo detenga por seis meses en un penal del país. Si bien se siguen los procedimientos legales, esta noticia es una ironía por la lentitud de las acciones y por la burla del presunto narco sobre las autoridades y la justicia de Bolivia.
Ahora que su esposa ha sido detenida en España, la Fiscalía de Bolivia pide que haya colaboración entre países para llevar al acusado de narcotráfico a los estrados judiciales. También se sabe que ella no tiene requerimiento en Bolivia, pese a la información que manejaba la Policía de Paraguay.
Investigaciones españolas dicen que Marset trasladó 16 toneladas de droga a Europa y que su negocio se desarrolló en cuatro países, incluyendo a Argentina.
La sensación que queda es que Marset logró engañar a las autoridades bolivianas. Ingresó al país y operó su negocio ilegal con absoluta libertad. Cuando hubo la oportunidad de detenerlo, el hombre fugó y desafió a los mandamases de la seguridad nacional. Habrá que ver cuáles son las acciones posteriores con relación a la ubicación de este hombre que ha confesado ser narcotraficante.
Lo que queda claro es que cometió delitos en Bolivia y que eso no puede quedar en la impunidad.

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