14 de septiembre de 2022, 4:00 AM
14 de septiembre de 2022, 4:00 AM


La semana pasada me invitaron a la celebración de los 30 años del Centro de Educación Especial Nuevo Amanecer, dedicado a la atención integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes que presentan una condición en particular, que va desde lo psicomotor o cognoscitivo (no soy experto en el tema); sin embargo, quería centrarme en las personas que se dedican a la educación especial, comenzando con los licenciados del área, seguido por lo administrativos, especialistas y el personal obrero, todos como una familia bien engranada por su directora, ofrecen un servicio de calidad y calidez que es de gran ayuda para los estudiantes y sus padres.

Partiendo de lo antes descrito, se evidencia que para ciertos servicios además de la formación académica, es necesario cultivar la humanidad de las personas que se dedican a la educación especial, porque a los individuos que atenderán necesitan más que conocimiento: cariño, paciencia y tolerancia por la realidad que les ha tocado vivir, no menosprecio la formación académica que es indispensable, pero la humanidad del docente de esta área hará la diferencia en el servicio que preste a sus estudiantes; así mismo, los padres de los niños son atendidos por los docentes y especialistas aumentando el rango de acción y de trabajo. 

Así mismo, es indispensable que el Estado, en sus diferentes niveles de gobierno, cumpla con su deber de proporcionar las condiciones necesarias para poder atender a esta población importante del país; mientras que a la sociedad en su conjunto ha de apoyar y comprender a las personas que presenten una condición, comenzando en no discriminarlos o excluirlos.
Nuevamente gracias al personal de los centros de educacion especial del país…

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