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13 de octubre de 2024, 4:00 AM
13 de octubre de 2024, 4:00 AM

Jaime O. Tapia Claro | Empresario

Se han escuchado últimamente conceptos variados con respecto a los modelos económicos y como bien lo ejemplifica un brillante analista de actualidad, uno le puede poner el nombre que quiera a un planteamiento e intentar instaurarlo como algo definitivo. En el caso de Santa Cruz, en los últimos 40 años se ha vivido un proceso intenso de desarrollo que le ha permitido situarse hoy como el departamento más poblado, con mayor índice de desarrollo humano y como un lugar de oportunidades, que ha congregado a un flujo migratorio nacional sin precedentes. Inevitablemente surge la pregunta del por qué esta dinámica, a diferencia de otras regiones y al respecto se postula que responde al Modelo de Desarrollo Cruceño.

El pasado fin de semana me di el gusto de cruzar el Piraí por la ruta por la que históricamente se cruzaba hacia Porongo y pude hacerlo a través de un hermoso puente.

Ahí la interrogante instintiva, cómo es posible que en tiempo récord se haya hecho esta importante obra para la ciudad y más aún cómo es posible que la iniciativa privada asuma estos desafíos que transforman la sociedad, y me sirvió la reflexión para entender mejor por qué Santa Cruz va en esta dirección.

Santa Cruz más que un modelo de desarrollo, tiene una visión de desarrollo sustentada en tres características que sin duda las tuvo el apreciado Don Mario Foianini y ahora este grupo de empresarios de mucha valía, al haber asumido el gran reto, incorporando y vinculando esta hermosa zona del otro lado del río. Estas características resumen la fórmula de desarrollo que mueve a Santa Cruz: actitud inconforme con el statu quo, ganas de transformar y trabajar en sueños grandes.

Visión que permite mirar más allá del corto plazo y más bien proyectarse hacia un futuro mejor y de valor. Justamente, lo que a Bolivia siempre le faltó, sumergiéndose en el corto plazo y con poca o nula perspectiva hacia adelante. Compromiso, gran virtud que hace posible el asumir retos. Es ese espíritu el que está haciendo de Santa Cruz un lugar posible, liderado y honrado por muchos cruceños y no cruceños habitantes de este maravilloso lugar, que le recuerda a Bolivia que es el único camino para lograr un País viable.



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