Atribuyen que la disparada de precios de materias primas, excesivo contrabando de ropa usada y limitación para acceder a créditos productivos profundizan crisis

26 de abril de 2022, 7:47 AM
26 de abril de 2022, 7:47 AM


“El sector no está en condiciones de admitir la pretensión de incremento salarial. Muchos emprendedores se ‘comieron’ su capital en medicamentos y alimentación en el periodo largo de confinamiento rígido durante la pandemia y hoy no cuentan con recursos ni para volver a empezar”. Así, el presidente de la Confederación Nacional de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Agustín Mamani, sintetizó que el sector está en una situación de crisis que impide poder atender la demanda de los trabajadores. 

En marzo, la Central Obrera Boliviana (COB) presentó su pliego petitorio en el que planteó un incremento del 7% al salario básico nacional y un 10% al salario mínimo nacional. En abril de 2021, el Gobierno y la COB acordaron un ajuste del 2% al salario mínimo nacional y no hubo alza al salario básico.

 Actualmente, el salario mínimo nacional alcanza los Bs 2.164. Según Mamani, así como la COB reivindica sus ambiciones salariales, el sector de la micro y pequeña empresa plantea congelar los salarios este año para evitar la bancarrota de muchos de sus afiliados. Hizo notar que el sector está lejos de la ansiada reactivación que tanto discursea el Gobierno. 

A tiempo de reparar en la exclusión de la cita que sentó en la mesa a autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y representantes del sector empresarial, Mamani pidió al Gobierno asegurar mercado para la producción nacional y exterminar de raíz el contrabando de ropa usada que compite en precios con la oferta productiva nacional.

Realidad diferente
La micro y pequeña empresa de Santa Cruz y nacional, por separado, aseguran que no están en condiciones de responder a ninguna pretensión de incremento salarial y que lo contrario retardará la reactivación económica del país.

Para el secretario de Relaciones de Conamype, Juan Carlos Vargas, una variación porcentual del salario, así sea mínima, impactará en la operación de las empresas y la estabilidad laboral de los trabajadores.

“Para nuestro Gobierno debe quedar claro que cualquier incremento por más mínimo que sea tiene que ir acompañado de medidas económicas que ayuden a las empresas del sector a su reactivación”, expresó Vargas, al detallar, entre otras medidas, el cierre de fronteras para productos que se fabrican y se producen en el país, construcción de mercados productivos (infraestructura para comercializar solo productos nacionales), inyección de más recursos para los créditos SiBolivia y creación del nuevo régimen tributario para nuevos contribuyentes del sector de las mypes.

A decir del presidente de la Federación Departamental de la Micro y Pequeña Empresa (Fedemype) Santa Cruz, Boris Mendoza, frente a la actual coyuntura adversa -disparada de precios de las materias primas, excesivo ingreso de contrabando y venta de ropa usada y limitación para acceder a créditos productivos- pensar en un aumento salarial será llevar a la quiebra y sacar del mercado a miles de emprendedores que hasta ahora ‘luchan’ por sobrevivir y encontrar ese camino de la reactivación que habla el Gobierno. 

En un comunicado oficial del Ministerio de Economía, el titular de esta cartera de Estado, Marcelo Montenegro, informó que las negociaciones con delegados de la COB para definir el incremento salarial 2022 ingresó en cuarto intermedio hasta este mañana, con el propósito de analizar los números y plantear una posibilidad de incremento salarial.

Transporte pesado
A decir de Marcelo Cruz, presidente de la Asociación del Transporte Internacional (Asociatrin), atender el pedido salarial de la COB llevará a las empresas del sector a recomponer su estructura de personal, teniendo que prescindir de colaboradores porque no podrán cubrir la demanda cobista, dado que el desempeño y rotación de carga de exportación es limitado.