Niñas rompen barreras e impulsan el cambio desde sus comunidades

“Antes, en mi comunidad decían que las niñas no podían jugar al fútbol porque ese deporte es solo para los niños”, cuenta Andreina, de 12 años, que consiguió romper estereotipos y ahora tiene su equipo de damas y cuando desea también entra a la cancha para hacer de defensa en equipos de varones.

“Cuando los niños me decían: tú no puedes jugar porque eres niña, no me quedaba callada, les respondía que todos podemos hacer lo que nos propongamos si nos esforzamos”, agrega Andreina, que vive en la localidad de Tomina, Chuquisaca, donde, desde el deporte promueve los derechos de las niñas.

Andreina es una de las tantas niñas líderes del país que rompen barreras para alcanzar sus sueños y avanzar hacia de equidad de género. La historia de Andreina y de otras siete chicas han sido plasmadas en la revista

Ellas son un ejemplo de que los estereotipos se pueden derribar y lo demuestran desde el teatro, el deporte, la política y otros ámbitos. Sus historias inspiran a otras niñas a generar un cambio.

Yordaña (12) es otra de ellas. Vive en Ascensión de Guarayos y fue nombraba niña alcaldesa de ese municipio, por lo que está en permanente contacto con el alcalde y con otras autoridades de la zona, lo que le permite impulsar programas y actividades en favor de la niñez. También promueve talleres de prevención de la violencia y apoya a las niñas a mejorar su autoestima. Asegura que lo que más le gusta de ser líder es motivar a otras chicas a superar obstáculos, conocer sus derechos y creer en sí mismas.

Activas

Fabiana (16), preside la Red de Jóvenes Unidos por la Igualdad de Género (Juvig) en Camargo, que trabaja por la igualdad de género. Actualmente este grupo impulsa dos grandes proyectos: Camino a casa, enfocado a la prevención de la trata y tráfico de personas; y Arriba, enfocado al ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos.

Para llegar a los jóvenes y niños realizan funciones de títeres en colegios, ferias y talleres. “Nos llaman la red de los títeres porque ese es como nuestro sello. Relatamos historias y cuentos a través de los títeres y uno de los principales mensajes que llevamos es que no se repita el círculo de trata de personas de generación en generación”, dice y agrega que muchas veces los padres que han sido víctimas de trata ven eso como algo normal, por lo que impulsan a sus hijos a ser otras víctimas.

Belen Nazareth (14), de San Pablo de Guarayos, es líder comunitaria y cada vez que los pobladores pasan por una necesidad está ella y su grupo para tender una mano. Sucedió durante la pandemia, cuando distribuyeron materiales de bioseguridad.

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