Luego de que el procurador pidiera intervenir los establecimientos de convenio y en manos de jesuitas, desde el Ministerio de Educación informaron que sólo lo harán en casos de denuncia de violencia

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26 de mayo de 2023, 6:00 AM
26 de mayo de 2023, 6:00 AM


Primero fue Wilfredo Chávez, procurador general del Estado, que el 17 de mayo solicitó al Ministerio de Educación “intervenir” los colegios administrados por religiosos o de convenio, para establecer medidas de protección de los alumnos.

Después, el 23 de mayo, el ministro de Educación, Édgar Pary, anunció que se revisarían acuerdos con los colegios de convenio administrados por la Iglesia católica.

Sin embargo, ayer el viceministro de Educación Regular, Manuel Tejerina, aclaró que no se intervendrán los colegios de convenio porque tienen normas específicas vigentes, y que sólo se actuará en casos de denuncias de hechos de violencia, para precautelar la seguridad de los estudiantes.

A esta ola de anuncios respondió Jorge Fernández, ejecutivo de educación de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB). Recordó que, de hecho, ya existen protocolos firmados entre el nivel central del Estado y la Iglesia, en materia de educación de convenio, y que la Iglesia siempre ha estado en procesos de revisión. 

“El convenio interinstitucional se firmó en 2011, entre el Ministerio de Educación y la Iglesia católica, dejaba claros los deberes de ambas partes. Se tuvo una primera adenda a este convenio en 2017 y tuvimos una segunda adenda en 2021. Nos parece muy sano que se revise el convenio porque así nos daremos cuenta de que las instituciones han ido o no cumpliendo sus obligaciones”, indicó. 

En este sentido, resaltó que es necesario ordenar el debate generado tras las denuncias de abuso sexual de parte de educadores jesuitas. Dijo que la Constitución Política del Estado (CPE) establece tres tipos de educación: privada, fiscal y de convenio.

Aclaró que hoy los colegios de la Compañía de Jesús son de carácter privado, y que esta congregación sí tiene una obra educativa que se denomina Fe y Alegría, que está dentro del sistema de convenio, pero que tiene administración compartida entre el Ministerio de Educación, que solventa los ítems de docentes, y los jesuitas, que asumen un direccionamiento en lo administrativo y de la calidad pedagógica que se quiere transmitir.

En su sitio web de información estadística, el Ministerio de Educación reconoce que la educación de convenio constituye el 12,4% sobre el total nacional, con una población estudiantil de 368.572 alumnos.

En cuanto a las cifras, Fernández informó que la educación de convenio comprende 1.524 unidades educativas en el país. Por otra parte, están los colegios privados de la Iglesia católica, que son 85 en el ámbito nacional.“La educación de convenio está prácticamente en todos los departamentos, es la más demandada, y de altísima calidad”, remarcó.

En el caso específico del colegio Juan XXIII, donde ocurrieron los abusos sexuales denunciados, Fernández afirmó que los hechos se dieron en un internado-colegio, que hace 17 años dejó de funcionar como tal, para convertirse solo en colegio en la actualidad. 

Sin embargo, reconoció que desde el área de educación de la CEB, como ya se ha manifestado a través de un comunicado, se sienten totalmente avergonzados por el hecho de que un educador, miembro de la Iglesia, hubiera podido cometer estos actos.

Sobre el elemento de fondo, que es la protección de los escolares, Fernández indicó que tanto la Iglesia como el mismo Estado deben reconocer que sus sistemas de protección han sido muy débiles, “la prevención del abuso, en este caso, ha sido casi nula”, reflexionó. 

A partir de 2006, la CEB tiene su protocolo de protección y prevención del abuso, mientras que el Ministerio de Educación implementó uno propio en 2019. 

El obispo de la diócesis de San Ignacio de Velasco, Robert Flock, acusado de encubrimiento de dos casos de abuso sexual por el procurador del Estado -además de responder que éstos estaban en manos de la Fiscalía-, recordó que la diócesis a su cargo también tiene un código de comportamiento ético, específico para su jurisdicción, y que todos los miembros están obligados a firmar su conocimiento y cumplimiento.

De convenio
Desde la Comunidad Educativa de la Iglesia Local (CEIL) explicaron que la labor de la Iglesia, en la modalidad de convenio, se compone de tres grandes ramas: obras educativas, que son las más grandes, y donde se ubica la red Fe y Alegría, presente en los nueve departamentos; además de las Escuelas Populares Don Bosco, en siete departamentos; Josefina Bálsamo; y la Comunidad Hombres Nuevos, en el Plan 3.000.

La segunda rama es la educación de las parroquiales, manejada por los laicos, y aquí entran los centros Mateo Kuljis y La Santa Cruz.

Por último, están los centros congregacionales, que se desprenden de las congregaciones religiosas, como los colegios San Antonio, José Malky, San Martín, y muchos otros.

El informe denominado Bolivia: Estado de situación de la educación en tiempos de pandemia, elaborado por el Ministerio de Educación, con auspicio de Unicef, reconoce que la evaluación resultó más negativa en las familias cuyos hijos e hijas asistían a unidades educativas fiscales, en comparación con las de quienes estudiaban en unidades educativas privadas y de convenio.

Se buscó una opinión sobre el rol y la calidad de la educación de convenio en la Subsecretaría de Educación Regular de la Dirección Departamental de Educación, pero se encontraban en Sucre, con personal del Ministerio de Educación.