12 de julio de 2022, 4:00 AM
12 de julio de 2022, 4:00 AM


El apellido es el nombre patronímico, surgió en la edad media, fue una medida de la burguesía, para acreditar la propiedad de los bienes, ya que los nombres por lo repetitivo resultaban insuficiente para asegurar la herencia y la identificación de las personas. El apellido caracteriza el origen de la persona.

En sus inicios los apellidos los heredaban directamente del padre, hoy muchas legislaciones permiten la elección del apellido sea del padre o de la madre.
Originario según la RAE, es que trae su origen de algún lugar.

Si nos retrotraemos a estos conceptos universales, la impostura que vivimos en Bolivia hace casi dos décadas se tiene que ir desenmascarando, para avanzar en el sinceramiento de la política y la búsqueda de nuestra verdad histórica. Tomaré como ejemplo apellidos que hacen a la cúpula del proyecto político del MAS que fungen como indígenas y originarios.

MORALES. - Como muchos apellidos tiene su origen en la reconquista. Es uno de los apellidos españoles más frecuentes. Está en el puesto número 31 de los apellidos más comunes en España

ARCE. - No es de los apellidos más comunes en España, está en el puesto 493, es un apellido más frecuente en México, Argentina, Perú y Paraguay. En la mitología griega Arce era la hermana de la diosa Iris.

Si nos vamos a la esencia de los conceptos históricos, tanto Morales como Arce son mínimamente segunda o tercera generación de mestizos, es decir hijos de padres de diferentes razas y culturalmente proceden de una mezcla de culturas, parte de su sangre es española por el origen de sus apellidos y por sus ancestros. Su esencia no los hace ni mejor ni peor, lo que es importante analizar es la impostura, el etiquetado comercial de venderse al mundo como indígena, cuando en realidad no lo son.

El problema de fondo no es el origen de ellos, es la alteración de la historia de Bolivia utilizando el aparato estatal y las facciones más morenas de Evo para presentarlo como indígena ante el mundo, cuando en realidad él nunca antes de llegar al Gobierno reivindicó lo indígena por ser un dirigente cocalero, vivir en Chapare, dedicarse al cultivo de coca, materia prima de la cocaína y ser parte primigenia de un negocio transnacional, como el tráfico internacional de droga, que tiene su esencia capitalista e ilegal y que al politizarlo lo han convertido en un arma antiimperialista, incluso planteando la legalización de la cocaína en foros internacionales.

Se es indígena por lo cultural y por lo racial, y ellos no cumplen ninguno de estos requisitos, inclusive su educación, sus gustos, sus extravagancias son occidentales y burguesas.

La condición de ser mestizo, no quita su raíz indígena, porque el mestizo es la mezcla de razas.
El censo del año 2001 preguntó a la población boliviana si sentían que tenían una raíz indígena, a lo cual la gente respondió que sí en un 62%, lo cual no quita la esencia de ser mestizo porque esto representa la fusión de dos o más raíces.

Con esa pregunta trampa y la respuesta inocente y sincera de la población, trastocaron la historia, porque vendieron al mundo que el 62,2% de la población era indígena, escondiendo la raíz mestiza del pueblo boliviano, cuando desde sus mismos líderes que venden esa tesis son en esencia mestizos.

El año 2004 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) realizó una investigación sobre los orígenes de la población boliviana cuyo resultado fue el siguiente: el 76% consideraba al español como su lengua materna e idioma fundamental, el 64% de los aimaras se consideran mestizos (Evo en esencia es mestizo aimara aunque no habla ningún idioma originario) y el 89% de los quechuas se consideran mestizos.

Si adicionalmente a estos resultados agregamos que Bolivia es un país urbanizado, donde más del 70% de su población vive en las ciudades, donde la vida es occidentalizada, donde el idioma español es el dominante, donde el comercio informal occidentalizado es alrededor del 75% de la economía y donde según datos del Banco Mundial, Bolivia tiene una tasa anual de urbanización del 2%.

No he querido ingresar en más datos que derrumban la impostura del MAS de vender a Bolivia como un país mestizo y a su líder como el primer presidente indígena de nuestra historia, porque los datos que existen son contundentes, lo que sí quiero concluir es que negar la esencia mestiza de la mayoría de la población boliviana, es negar una realidad construida desde hace 500 años, y desconocer la historia de la humanidad que esta hecha de la movilidad social, de la migración, de la mezcla de razas y de culturas, que es lo que ha enriquecido a todos los países.

La impostura tiene patas cortas, pero necesitamos que la verdad prevalezca.

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