2 de junio de 2023, 4:00 AM
2 de junio de 2023, 4:00 AM


Era el kilómetro 83 de la doble maratón que estaba corriendo el ultra atleta Pepe Fiamoncini, a solo 1 kilómetro de la meta, yo lo acompañé los últimos 18 kilómetros, y le dije: “Pepe, te voy a dejar para que llegues solo a la meta y disfrutes tu momento” (todos saben que los atletas cuando están llegando a su meta quieren llegar solos para registrar fotográficamente ese momento supremo). Él me respondió: “No, quiero llegar con vos y el resto del equipo de “staff” que me acompañó”. Esa humildad, ese don de gente y especialmente ese desprendimiento define claramente la personalidad de solo aquellos como Pepe, que están por arriba del egocentrismo y del individualismo.

Pepe se había inscrito muchos meses atrás para correr el Ultraman Brasil, UB515, que se realizó en la ciudad de Uba Tuba, estado de Sao Paulo, entre el 14 y 16 de abril, que consiste en una prueba de triatlón donde se nada 10 km, se pedalea 421 km y se corre 84,4 km en tres días. El primer día es un duatlón de 10 km de natación seguido de más de 150 km de bicicleta, el segundo día son los 270 km de bicicleta y el tercer día son dos maratones seguidas, es decir 84,4 km. Es una prueba dura, que tiene por característica que el atleta tiene que nutrirse, hidratarse y resolver cualquier problema mecánico por su propia cuenta y en la que solo se inscribieron 21 atletas, es decir 21 súper atletas.

Este columnista tuvo el honor de ser elegido como jefe de equipo del staff de apoyo. La labor es estratégica, porque consiste en programar la nutrición, hidratación y el apoyo junto con el atleta de todas las pruebas de los tres días para que el mismo llegue al final de cada día en óptimas condiciones. El staff también estaba compuesto por dos personas más, personas increíbles que con todo el entusiasmo y alegría fueron parte de este épico momento de nuestras vidas y que con seguridad marca un antes y un después de la prueba. El trabajo de apoyo los tres días fluyó perfectamente, sin ningún inconveniente y todos conseguimos llevar y acompañar a Pepe a cumplir su objetivo, habiendo salido en la tercera colocación de los atletas que compitieron.

Pepe Fiamoncini es compañero de este columnista en la misma Asesoría Deportiva Tribus Adventure que tiene sede en Río de Janeiro y ambos somos entrenados por nuestro head coach Bernardo Tillman, y vaya sorpresa, él estaba compitiendo y participando de la prueba. Algo inesperado, pero al mismo tiempo que nos llenó de felicidad porque su staff, amigos muy queridos de Tribus, estuvieron acompañando y nos apoyábamos como una verdadera familia. Terminó la prueba y los 21 atletas inscritos terminaron la carrera y todos bajo el lema de Aloha, Ohana y Kokua (Amor y/o saludo, Familia y Solidaridad, palabras en hawaiano) disfrutaron la prueba. Punto aparte merece el momento de premiación cuando Bernardo Tillman entregó el collar de Ultraman a su alumno Pepe Fiamoncini. Muchos derramaron lágrimas, incluyendo este escribidor.

Pero esto no termina aquí, Pepe Fiamoncini el 10 y 11 de mayo (menos de un mes del Ultraman) hizo algo insólito, que deberá ser marcado como récord mundial en el Guinnes Record, corrió y cruzó los 170 km del salar de Uyuni en un tiempo de 33 horas sin parar, enfrentando el desierto de sal más grande del mundo, con temperaturas de menos 12 grados a 20 grados. Más increíble que a esa extraordinaria travesía otro miembro de mi familia, María René, mi hija, lo acompañó y es una fiel testigo de esta hazaña. Hoy finalizando el mes de mayo, Pepe Fiamoncini ha escalado el nevado de Sajama, Parinacota y Pomerape, todos arriba de los 6 mil metros de altitud, ahora ya se fue de Bolivia y seguirá escalando montañas en Perú.

Este artículo es un homenaje a Pepe y un agradecimiento especial a los miembros del Staff Vivian de Araujo, a Tulio Terras y a Joao Gelo (cinegrafista de alto calibre) que nos acompaño en el UB515 y en el salar de Uyuni. Aloooha!!

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