11 de septiembre de 2023, 4:00 AM
11 de septiembre de 2023, 4:00 AM


El comercio mundial es uno de los principales indicadores y reflejo del comportamiento de la economía global, de hecho, es el aumento del comercio internacional lo que impulsa -en gran parte- el crecimiento económico de los países. El valor y volumen de las transacciones de mercancías depende de varios factores como la tasa de comportamiento del PIB, la inflación de precios de commodities, las devaluaciones monetarias y otras situaciones no económicas como el calentamiento global, el conflicto bélico en Eurasia y otros fenómenos naturales adversos, así como eventos relacionados a la salud como las pandemias.

El monitoreo del comercio mundial realizado por la OMC, medido a través de un índice de comportamiento denominado “Goods Trade Barometer” (Barómetro del comercio de mercancías), muestra señales de recuperación del comercio global al segundo trimestre de 2023 con un índice de 99,1, superior al índice del primer trimestre que marcó 95,6 y que venía con una tendencia a la baja por segundo trimestre consecutivo. Esta recuperación de 3,5 puntos, implica un leve ascenso que aún no compensa para alcanzar los niveles del año base 2014, ni la caída desde el tercer trimestre de 2022, luego del crecimiento por el rebrote pandémico durante el año 2021.

Según el reporte de la OMC, el volumen del comercio de mercancías disminuyó un 1,0% interanual y un 0,3% intertrimestral en el primer trimestre de 2023, ampliando una desaceleración que comenzó en el cuarto trimestre de 2022. Varios factores contribuyeron a la caída, incluidos los altos precios de alimentos y energía vinculados a la guerra en Ucrania, y políticas monetarias más estrictas destinadas a combatir la inflación en las economías avanzadas. La demanda mundial de importaciones sigue débil, arrastrada por el lento crecimiento económico de las principales economías, incluidas la Unión Europea y China.

Los resultados actuales son ligeramente más débiles que el pronóstico comercial más reciente de la OMC publicado en abril, que proyectaba un crecimiento del 1,7% en el comercio de mercancías en 2023. Sin embargo, el objetivo aún es alcanzable si el crecimiento del comercio se recupera en la segunda mitad del año como se espera, cada vez con menos probabilidades.

Según el último “Global Trade Update” de la Unctad publicado en julio pasado, durante el primer trimestre el crecimiento del comercio fue positivo tanto para las mercancías como para los servicios. Tras la recesión del segundo semestre de 2022, el comercio mundial de mercancías repuntó tanto en volumen como en valor. En los tres primeros meses de 2023, el comercio de mercancías aumentó un 1,9% respecto al último trimestre de 2022, sumando unos 100.000 millones de dólares. El comercio mundial de servicios también aumentó en unos 50.000 millones de dólares, un 2,8% más que en el trimestre anterior. “En general, las perspectivas del comercio mundial para el segundo semestre son pesimistas, ya que los factores negativos predominan sobre los positivos”, señala el informe.

En la evaluación global lo importante es que, a pesar de la debilidad del crecimiento, aún no tenemos indicadores que reflejen una perspectiva negativa, lo que no implica que muchas economías puedan terminar con una reducción importante de su comercio exterior y en consecuencia una ralentización de su crecimiento o en algunos casos presentar una leve recesión hasta finales de 2023, motivada por otros factores adicionales a su comercio.

Los problemas que más pueden afectar al crecimiento del comercio de mercancías y servicios son los relacionados a la amenazante recesión que puede ocasionar en varios países emergentes el problema de la deuda y el déficit público que conlleva inflación junto a devaluación de las monedas locales y al final como resultado una disminución de la tasa de crecimiento del PIB o en suma una tasa de decrecimiento del mismo. A todo esto, se suma la inestabilidad política mundial y la amenaza de una nueva Guerra Fría que tiene como génesis la invasión de Rusia a Ucrania.

Bolivia no está ajena ni aislada de esta coyuntura de inestabilidad y zozobra en el comercio mundial, hasta el primer semestre de 2023 las exportaciones se redujeron de 7.292 millones de dólares en 2022 a 5.499 millones de dólares en 2023, que representó una disminución del 25%, mientras que las importaciones se mantuvieron sobre los 5.500 millones de dólares en el mismo periodo resultando en un déficit de 78 millones de dólares al concluir el segundo trimestre. Esto presupone, por las perspectivas negativas del comercio mundial en el segundo semestre de 2023, que podríamos concluir el año con una baja en las exportaciones cercana al 20% y un déficit próximo a los 1.500 millones de dólares.

Lamentablemente la situación es casi irreversible a corto plazo, y tocará replantear los objetivos hacia el 2025, toda vez que el siguiente año podría estar marcado por mayor inestabilidad social y política al tratarse de un año de campaña electoral de cara a los comicios del Bicentenario.

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