Según la Policía, llegaron en Año Nuevo y empezaron a ubicar cajeros para sacar dinero en sus mochilas. Aplicaban un software para vulnerar los sistemas

12 de enero de 2020, 3:00 AM
12 de enero de 2020, 3:00 AM

Una banda de sujetos de nacionalidad extranjera se dedicaba a violentar el sistema de seguridad informática de cajeros automáticos de nuestra capital logrando robar dinero, para sacar en sus mochilas y luego enviar giros a sus países de origen.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Wilson Castro, detalló que fruto de las investigaciones se logró detener a dos principales autores tras ser descubiertos de manera flagrante operando en uno de los cajeros de la avenida Brasil, de propiedad del Banco Fassil.

Las pesquisas se intensificaron desde el 10 de enero cuando un cajero de la entidad financiera ubicado en la Villa Primero de Mayo fue vulnerado por desconocidos para sacar dinero.

Según los informes de la Policía, en esa acción los detenidos Alberto Triviño Morabe y Víctor Ramírez Materano, de nacionalidad venezolana, tuvieron éxito pues lograron que la máquina del cajero arroje el dinero en la cantidad que ellos deseaban.

El dinero fue puesto en una mochila para ser trasladado a otro lugar y luego enviar por giros a otras personas de Chile y Perú.

Tras la denuncia y las evidencias registradas en cámaras de seguridad, la Felcc realizó un seguimiento hasta que la noche del viernes último los sujetos operaron en otro cajero de la avenida Brasil, entre el tercer y cuarto anillo de circunvalación.

En la última acción al cajero la Policía logró recuperar casi Bs 30.000 que tenían en su poder los sujetos acumulados en una mochila.

El coronel Wilson Castro manifestó que en este hecho de la avenida Brasil los extranjeros fueron descubiertos infraganti sacando el dinero a su gusto.

Accedían con un software

Tras la detención, los policías encontraron en poder de los sujetos desarmadores, una computadora portátil, además de otros objetos.

Durante las pesquisas, los agentes policiales detectaron que los sujetos inicialmente ubicaban un cajero; luego, para acceder y vulnerar el sistema informático de la entidad financiera en el cajero, aplicaban un software. De esa manera lograban que la máquina arroje los billetes en cortes de Bs 200, de 100 y de 50.

También para abrir la caja del aparato utilizaban un desarmador especial y un cuchillo con punta muy filuda para afectar el sistema del cajero automático y no fallar.

Llegaron en Año Nuevo

Tras la detención, los ciudadanos venezolanos, en sus primeras declaraciones a la Policía, aseguraron que llegaron de su país justo el 1 de enero.

Primero se alojaron en un hotel por la zona del centro de nuestra capital, para después localizar los cajeros para operar.

Un agente que participó en las acciones que permitieron el descubrimiento del caso dijo que los extranjeros tienen cómplices, quienes lograron escapar antes de la intervención de la Policía.

La Felcc ya identificó a los otros autores y son buscados, pues se presume que todavía se encuentran en el territorio nacional.

Los dos detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía, que prepara la imputación por robo agravado y vulneración a los sistemas informáticos. Los fiscales presentarán a los detenidos ante un juez cautelar.

El jefe de la Felcc, Wilson Castro, informó de que prosiguen con las investigaciones, pues se busca conocer el monto real de dinero que la banda robó desde el 1 de enero utilizando la tecnología para violentar el sistema informático de los cajeros.

ACCIONES PREVENTIVAS

LA POLICÍA APLICA MÉTODOS
Tras el descubrimiento de la banda que perforaba los cajeros automáticos, la Policía intensificó acciones con sistemas de vigilancia y la detección de robos de estas características. La Felcc asimismo realiza más controles y coordinación con equipos de seguridad de las entidades financieras de Santa Cruz.

COOPERACIÓN EXTRANJERA
A través de la Interpol, la Policía solictará a países como Venezuela, Perú y Chile información de personas que se constituyen en cómplices para recibir el dinero robado en los cajeros, que era girado tras las acciones delictivas.