Opinión

¿Por qué quieren postergar el Censo Nacional?

18 de mayo de 2021, 5:00 AM
18 de mayo de 2021, 5:00 AM

El último Censo de Población y Vivienda de Bolivia se realizó en Bolivia el 21 de noviembre de 2012. El marco legal vigente instruye un nuevo registro a los diez años del último, es decir, este Censo debe realizarse en 2022.

Sin embargo, surgió un largo debate luego que el director General Ejecutivo del INE, posesionado el 20 de noviembre del año pasado, dijera públicamente que el próximo Censo se realizaría en 2024, a pesar que al tomar posesión del cargo decía: “Las acciones a realizar en adelante deberán estar centradas, primero, en priorizar la realización del Censo Nacional de Población y Vivienda para la gestión 2022…”. (Los Tiempos, 20/11/2020). Aducía como razones de este aplazamiento, entre otros, el cambio reiterado de autoridades en esta institución, el carácter complejo y eminentemente técnico que es el Censo, la necesidad de una actualización cartográfica y que además se iban a necesitar unos 250.000 encuestadores.

Como efecto de las afirmaciones de este alto funcionario público, fuertes manifestaciones de autoridades regionales, universidades o instituciones cívicas, sociales y gremiales, rechazaron de cuajo tales afirmaciones. Posteriormente, el Gobierno central retrocedió y declaró que aquella declaración había sido una simple opinión. Posteriormente, la voz oficial de la Presidencia de la República, afirmó que tal registro se realizaría el próximo año.

También se conoció por boca del INE que de acuerdo a proyecciones al año 2020, el departamento de Santa Cruz (SCZ) es el más poblado en el país (3.3.70.100 hab.), superando a La Paz (3.300.000 hab.) y Cochabamba (2.000.000 hab.).

Una situación muy similar sucedió con respecto a los resultados del Censo de Población y Vivienda de 2012, cuando el poder central no le reconocía a los cruceños el derecho a sumar más curules a su Brigada Parlamentaria, pues su número de diputados seguía los datos del empadronamiento de 1992. Fue necesario recurrir al Tribunal Constitucional en agosto de 2005, exigiendo este justo reclamo. Dicha instancia falló a favor del Comité Cívico. A la sazón el presidente Eduardo Rodríguez fue obligado a dictar un Decreto Supremo. Se adjudicó a SCZ 3 nuevos diputados y a Cochabamba otro. Así fue que SCZ quedó con 28 diputados, La Paz (LP) con 29 y Cochabamba con 19. Con esta última proyección del INE, de acuerdo a este número de representación, cada diputación de SCZ representa a 120.3570 ciudadanos, a LP 113.793 y a Cochabamba 105.263. Es decir, hay una subrepresentación en el caso de SCZ, una injusticia más a esta región, como si ella fuera la “entenada” del Gobierno central.

Por otro lado, la repartición actual de recursos tampoco es ecuánime con SCZ, tomando en cuenta que hasta ahora hubo cientos de miles de habitantes que fueron ignorados en el último Censo de 2012.

¿Cuáles pueden ser los principales motivos para postergar el Censo? ¿Castigar a Santa Cruz intentando evitar el incremento de su representación política, por ser solo un departamento opositor? ¿Será que los resultados demostrarán que los índices socioeconómicos que tanto se han pregonado en los últimos 14 años no habían sido ciertos? Otra razón: ¿será que el Censo señalará que este país es mayoritariamente mestizo?, tomando en cuenta que entre el Censo 2002 y 2012, ya se había observado que el llamado nivel de autoidentificación étnica disminuyó 15% en las tierras altas y 35% en tierras bajas. Mientras que en el Censo 2001, 62% se declararon indígenas, en 2012 apenas alcanzó un 47%.

Dos posibles razones más de postergación es que al conocerse la población actual en ciudades o departamentos, se va a arrancar más recursos al Gobierno centralista, que no quiere soltar la “mamadera” y finalmente, cuando conozcan los estudiosos los nuevos resultados y compararlos con el actual patrón electoral quizá se haga evidente una vez más el gran fraude electoral.

El Censo 2022 es un asunto vital para SCZ. Las autoridades municipales, departamentales y universitarias estatales, no solo deben organizarse para acompañar el proceso previo y posterior al Censo, y así, evitar el robo descomunal que hicieron en 2012, cuando de un simple plumazo los funcionarios del centralismo hicieron desaparecer a miles de cruceños. En este propósito es fundamental la unidad de todos, sabiendo que el objetivo es uno solo. Esa es la bandera actual del pueblo cruceño.



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