¿Por qué se quejan tanto?

La participación ciudadana en la gestión urbana y la brecha entre gestión pública y sociedad civil. Conocedores de que existe para Santa Cruz de la Sierra un crédito de $us 50 millones para proyectos de resiliencia urbana del Banco Mundial, nos ha preocupado lo poco que conoce la sociedad civil sobre esta situación y sobre los proyectos que se menciona estarían ya siendo financiados.

Esta situación de desconocimiento nos llama la atención porque justamente una de las exigencias mas importantes del Banco Mundial es que los proyectos incluyan la activa participación ciudadana desde la fase de diseño hasta su implementación.

El crédito de 50 millones de dólares es para mejorar vías del centro histórico, sin antes definir si serán peatonales o no, ciclovías en zonas probablemente no prioritarias y un canal de drenaje. Si pregunto a los lectores cuántos de ustedes han visto esos proyectos o han participado en esas decisiones la respuesta será ampliamente negativa: muy pocos podrán decir que conocían algo.

Sin duda uno de los motivos del problema de la escasa participación es que desde la ley 1551 se concentró y formalizó la participación solo con la representación vecinal, es decir con las juntas vecinales, y no con las otras expresiones de la sociedad civil, muchas de las cuales son temáticas y no tienen ámbito vecinal sino urbano, las cuales por tanto son sistemáticamente apartadas de la participación y de las decisiones.

El problema se hace más grave aún porque las organizaciones vecinales, cuya gran parte corresponde a los barrios populares con mucha pobreza, son débiles frente al poderoso aparato municipal, que no tiene problemas en cooptar la mayor parte de esas dirigencias eliminando cualquier asomo de discrepancia. Dirigente municipal que no esté alineado con la gestión municipal (que los hay) tiene los días muy difíciles y las historias que hay de resistencia, dignidad e independencia de muchos de ellos es conmovedora.

Eso explica en parte por qué ustedes conocen tan poco lo que hace la Alcaldía con nuestro dinero, así como por qué, cuando aparecen los proyectos, ya diseñados y aprobados, solo para ser “socializados” aparecen recién las quejas y oposiciones.

Pero, una vez que se concretan los proyectos municipales ¿por qué hay siempre tanta oposición? Pues porque la actual gestión municipal, como no abre canales de participación, no se da cuenta de que la visión de futuro, los valores y los objetivos e intereses de su gestión no coinciden o son contradictorios con la visión, las aspiraciones, las necesidades y los valores de la mayor parte de la sociedad civil. Eso explica por qué, curiosamente, todas las acciones y proyectos municipales son mal recibidos, no es oponerse por oponerse, es que todas esas acciones están apuntando a esa dirección, a la que no queremos ir.

 En ese sentido todos los proyectos municipales son coherentes con su visión y sus valores, pero en nada coinciden con los que la mayor parte de la sociedad civil quiere para su ciudad, de ahí que los proyectos sean observados y esa es la razón, me animo a decir, por la que la gestión municipal no quiere mostrar ni discutir sus proyectos con la sociedad civil: sabe de antemano que los mismos serán observados y prefiere marchar por su cuenta, sin escuchar a nadie, en una marcha que si no se corrige nos llevará al desastre.