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20 de marzo de 2023, 4:00 AM
20 de marzo de 2023, 4:00 AM

Por Azucena Fuertes Mamani, trabajadora Social y Comunicadora

Soy el Rico Potosí / Del mundo soy el tesoro / Soy el rey de los montes / Envidia soy de los reyes.

Es un verso nuestro, y es que tan ricos somos que tuvimos plata, estaño y hoy tenemos litio.

Aprendimos de la experiencia donde se llevaron tanta plata y estaño, dejándonos migajas en complicidad con leyes que nos desfavorecían.

Hoy exigimos la aprobación y promulgación de la Ley del Litio, aquella propuesta consensuada entre Oruro y Potosí, que establece regalías para las regiones productoras desde el 11 al 20%. Sin duda esto es posible inmediatamente si existiera “voluntad política” en el gobierno.

Es que Potosí, dueño de un pasado glorioso, enfrenta carencias extremas, solo describiré algunas:

El Cerro de Potosí se desploma, lo que empezó como un hundimiento en su cúspide se ha tornado en un inmenso cráter y sus hundimientos se multiplican exponencialmente, llevándose consigo centenares de vidas de mineros y el riesgo de perder el título de Patrimonio de la Humanidad otorgado por la Unesco.

No contamos con un hospital de tercer nivel (con especialidades médicas) para la atención de nuestras enfermedades en todo el departamento (16 provincias y 42 municipios). Los enfermos se resignan a morir al no acceder a un tratamiento especializado, quienes tienen platita se atienden en otras ciudades, destinando los ahorros familiares a salvar la vida. Hay una infraestructura concluida que, pese a tener garantizados los recursos para su puesta en marcha con equipamiento y recursos humanos por un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), no funciona.

No existe un aeropuerto de funcionamiento permanente en todo el departamento, menos uno de carácter internacional. Somos el único departamento sin aeropuerto, nos seguimos desplazando vía terrestre y si la urgencia apremia, añadimos tres horas más de traslado hasta el aeropuerto de Chuquisaca, aunque usted no lo crea.

No existen fábricas, el complejo de Karachipampa desde su construcción 1982 y otras intervenciones en los últimos 10 años no arranca plenamente, la fábrica de cemento permanece inconclusa y sólo tenemos el anuncio para una planta procesadora de zinc (sin presupuesto según informe gubernamental de noviembre 2022).

Esos sólo como ejemplos, del porqué de nuestras históricas y permanentes protestas, que en fechas recientes han motivado una huelga de hambre a la cabeza de la Presidenta del Comité Cívico Potosinista (Comcipo) a quien con violencia desproporcionada y a empellones la sacaron del parlamento en pleno día de la mujer, como si la huelga de hambre solo sería un derecho de quienes nos gobiernan; desencadenando el paro de 72 horas convocado por Comcipo, que ha contado con pleno respaldo de las provincias con bloqueo de carreteras.

Si bien el paro ha sido un éxito, la expectativa en la atención gubernamental es mayor.

Es urgente la Ley del Litio y atención a nuestras demandas rezagadas históricamente, por ello también se ha expresado el rechazo a la posibilidad de una instrumentalización de ellas, por algunos afines al partido de gobierno (para presuntamente recuperar el poder que internamente están perdiendo).

Las demandas potosinas merecen urgente atención real por derecho y humanidad, por lo tanto, no deben ser utilizadas de pretexto para un sana sana al interior de un partido político.

¡Potosí es Bolivia!