.

17 de mayo de 2024, 4:00 AM
17 de mayo de 2024, 4:00 AM

El personal médico de la Maternidad Percy Boland tuvo que recurrir a un paro de 24 horas esta semana para destacar la urgencia de resolver los problemas de hacinamiento, falta de personal y deficiencias en infraestructura y equipamiento que aquejan a este importante centro de atención médica. El director, Mario Herbas, resumió la situación al afirmar: “Trabajamos con lo que tenemos y con lo que podemos”.

Estas palabras reflejan una realidad precaria: la sala de neonatología, con capacidad para atender a seis recién nacidos diarios, se enfrenta a una demanda que oscila entre 15 y 30 nacimientos al día. Esta situación resulta en un hacinamiento de los bebés en el espacio disponible, aumentando el riesgo de infecciones.

Además, la maternidad cuenta con 27 espacios en terapia intensiva y 43 en cuidados intermedios, cifras que contrastan notablemente con las necesidades reales, calculadas en 80 y 340 respectivamente, considerando los casi 80.000 nacimientos anuales en Santa Cruz. Esta aproximación muestra que la Maternidad Percy Boland apenas cubre el 30% de la demanda.

Es comprensible la frustración del personal médico, que no puede dejar de atender emergencias y partos prematuros. Hay que tener en cuenta que este centro médico recibe a madres tanto de la capital como de las provincias cruceñas, todas las cuales necesitan salas de recuperación y espacios para amamantar a sus bebés. Actualmente, estas necesidades deben ser suplidas incluso en los patios del hospital debido a la falta de espacio.

Estas deficiencias no son nuevas y han persistido durante mucho tiempo. A pesar de acuerdos anteriores entre el Sindicato de Trabajadores de la maternidad y las autoridades de la Alcaldía, Gobernación y Gobierno central, estos no se han cumplido. Ni siquiera la intervención de la Defensoría del Pueblo ha logrado mejorar la situación.

Entre las demandas incumplidas se encuentra la renovación de convenios para derivar bebés a clínicas privadas, así como la habilitación de hospitales de segundo nivel para recibir pacientes de la maternidad. Actualmente, los bebés solo pueden ser derivados a los hospitales Hernández Vera y Francés, siempre y cuando tengan espacio disponible.

Además, se reclama la devolución del edificio que anteriormente albergaba al Banco de Sangre, ya que podría ampliar la capacidad de neonatología y ofrecer residencia a las madres provenientes de provincias, permitiéndoles estar cerca de sus bebés.

Las necesidades no se limitan al espacio físico. Con 71 años de antigüedad, la infraestructura y las instalaciones eléctricas y sanitarias de la maternidad requieren mantenimiento y actualización. Por supuesto, la renovación del equipamiento médico es otra necesidad apremiante.

Aunque las autoridades locales y nacionales han realizado importantes dotaciones de equipamiento a varios centros médicos, incluida la maternidad, para mitigar el hacinamiento, parece que estos esfuerzos aún están lejos de resolver los problemas urgentes que enfrentan.

En realidad, si se asignaran los presupuestos adecuados al sector salud, la ciudad de Santa Cruz debería contar con una nueva maternidad. Dado el crecimiento poblacional continuo debido a la migración, la tasa de natalidad cercana a 22 nacimientos por cada 1.000 habitantes, y en comparación con otras ciudades similares de la región, es imprescindible que la urbe cruceña tenga más de un centro médico para atender a madres y neonatos. Mientras tanto, es fundamental que las autoridades cumplan los convenios asumidos para aliviar la precaria situación de la Maternidad Percy Boland.


Tags